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sábado, 31 de agosto de 2013

INICIACIÓN: 2ª "EL BAUTISMO"




La Segunda Iniciación Mayor
“EL BAUTISMO "

F.Redondo




“Una iniciación es una expansión de conciencia, un medio de abrir la mente y el corazón al reconocimiento de lo que ya existe en la realidad. Como proceso viviente, la iniciación es experimentada por todas las formas de vida, grandes y pequeñas, desde lo universal hasta lo particular.


La Primera Iniciación se ha realizado. CRISTO ha nacido en Belén (en el corazón del Iniciado). El Alma ha alcanzado su expresión externa, y ahora con esta alma, el iniciado individual va hacia la grandeza.

El Iniciado que ha dado el primer gran paso debe ahora ACENTUAR la PURIFICACIÓN de la naturaleza inferior, esencial para el prefacio de la SEGUNDA INICIACIÓN. La segunda Iniciación constituye la crisis en el dominio del cuerpo astral. Así como en la primera Iniciación se manifiesta el dominio del cuerpo físico denso, así en la segunda se manifiesta análogamente el dominio del elemental astral. El sacrificio y la muerte del deseo han sido la finalidad del esfuerzo. El Ego (alma) dominó al deseo, y sólo se anhela lo bueno para la colectividad y estar en armonía con la voluntad del Ego y del Maestro. El elemental astral queda sometido, se limpia y purifica el cuerpo emocional y decae rápidamente la naturaleza inferior. En este momento, el Ego apresa con renovada energía los dos vehículos inferiores, y los somete a su voluntad. La aspiración y deseo de servir, amar y progresar llegan a ser tan intensos, que usualmente se nota rápido desarrollo. Esto nos explica que frecuentemente aunque no de un modo invariable, siguen una a otra en una sola vida la segunda y tercera iniciación. En el actual período de la historia del mundo se ha dado tal estímulo a la evolución, que las almas anhelosas, al sentir la angustiosa y perentoria necesidad de los humanos, lo sacrifican todo a fin de satisfacer esa necesidad.

Así como en la Primera iniciación, generalmente, es dinamizado el CHAKRA CARDÍACO, en la Segunda suele dinamizarse el CENTRO LARÍNGEO, lo cual supone una mayor actividad que ocasionalmente puede expresarse por medio de la palabra hablada  o escrita. El candidato que ha recibido la primera iniciación está ya definitivamente en el sendero que conduce al adeptado y ha transpuesto el portal del camino que del conocimiento humano lleva al superhumano. Mirando desde abajo este sendero, causa sorpresa que el candidato no esté ya exhausto después del trabajo que le costó llegar a la primera iniciación y que no retroceda descorazonado al ver las ingentes alturas que ante sus pasos se yerguen en el siempre ascendente sendero. Mas ha bebido en la fuente de la vida y «su fortaleza vale por la de diez, porque su corazón es puro» y el esplendor de la humanidad ideal que descubre con siempre creciente limpidez tiene para él un inspirador atractivo que no admite comparación con ningún interés ni estímulo material.

La SEGUNDA INICIACIÓN da por resultado una notable desenvoltura y expansión del CUERPO MENTAL

El período subsiguiente a la segunda iniciación es para el iniciado el más peligroso de todos los del sendero, aunque mientras no se alcanza la quinta iniciación, siempre hay riesgo de retroceder o de vagar durante algunas encarnaciones. Pero especialmente en dicho período se descubre si hay tal o cual flaqueza en el carácter del iniciado. Debiera ser imposible el retroceso para quien tan excelsa altura alcanza; y, sin embargo, la experiencia nos enseña que por desgracia así ha sucedido algunas veces. En casi todos los casos, el peligro está en la soberbia. Si el carácter del iniciado tiene la más leve mancha de soberbia está en riesgo de caída.

Lo que en el mundo físico llamamos inteligencia no es más que un sencillo reflejo de la verdadera inteligencia; y no obstante hay en el mundo físico quien se engríe de su inteligencia y de su intuición. Por lo tanto, cuando un hombre adquiere siquiera la vislumbre de lo que su inteligencia será en el porvenir, le amenaza un grave riesgo, y sufrirá terriblemente si por ello se ensombrece. Tan sólo una incesante y creciente vigilancia le capacitará para traspasar con éxito feliz este período, por lo que debe esforzarse constantemente en borrar toda huella de orgullo, egoísmo y prejuicio.
           
Antes de la próxima Iniciación, la Tercera, se debe sumergir el punto de vista personal en las necesidades del conjunto de la humanidad, lo que implica el dominio de la mente concreta. Tras la Segunda Iniciación, el Iniciado aprende el control de su vehículo Mental, se capacita para manejar esta materia, y aprende la construcción de pensamientos creadores.

viernes, 30 de agosto de 2013

INICIACIONES: PRIMERA "EL NACIMIENTO"




La Primera Iniciación Mayor
“EL NACIMIENTO”
F. Redondo
“Una iniciación es una expansión de conciencia, un medio de abrir la mente y el corazón al reconocimiento de lo que ya existe en la realidad. Como proceso viviente, la iniciación es experimentada por todas las formas de vida, grandes y pequeñas, desde lo universal hasta lo particular.
           
En la primera Iniciación, el dominio del Ego (alma) sobre el cuerpo físico debe haber alcanzado un alto grado de realización. Han de vencerse «los pecados de la carne», como dice la fraseología cristiana. La gula, la embriaguez y el libertinaje, ya no deben dominar. El elemental físico ya no encuentra obedecidas sus exigencias; el dominio ha de ser completo, desvanecido el atractivo. Debe haberse logrado una actitud general de la obediencia al Ego (alma), y debe ser fuerte la buena voluntad de obedecer. El canal entre lo superior y lo inferior se ensancha, y la sumisión de la carne es prácticamente automática.

El que no todos los iniciados alcancen esta norma, puede provenir de varias causas; pero la nota que pulsen, debe estar sintonizada con la rectitud; el evidente reconocimiento de sus propias limitaciones será sincero y público, y notoria su lucha para adaptarse al modelo superior, aun cuando no hayan llegado al perfecto control.

"En la primera Iniciación, el Cristo nace en el corazón del  discípulo. Entonces percibe por primera vez en sí mismo la afluencia del Amor divino y experimenta el maravilloso cambio que lo hace sentirse uno con todo lo que vive. Éste es el “Segundo Nacimiento”, del que se regocijan todos los seres celestiales, porque nace en el “Reino de los Cielos”, como uno de los “pequeños”, como un “infante”, nombres que se aplican a los nuevos Iniciados. Tal es el significado de las palabras de Jesús, que sugieren que un hombre debe convertirse en un niño para entrar en el Reino de los Cielos."

Puede sugerirse que en la primera Iniciación, en la que nace Cristo, el Centro del Corazón es el único usualmente vitalizado, a fin de conseguir un dominio más efectivo del vehículo astral, y de prestar mayores servicios a la humanidad. Después de esta Iniciación se le enseña principalmente al iniciado, lo que concierne al plano astral. Ha de estabilizar su vehículo emotivo, y aprender a operar en el plano astral con la misma soltura y familiaridad que en el plano físico. Entra en contacto con los devas astrales; aprende a dominar a los elementales del astral; Ha de actuar fácilmente en los subplanos inferiores; y se acrecienta el valor y calidad de su labor en el plano físico. Pasa en esta Iniciación, desde la Sala de la Instrucción a la de la Sabiduría. En este momento, se le da especial importancia al desarrollo astral, aunque su facultad mental progresa constantemente. En esta Iniciación, la REVELACIÓN DE LA PRESENCIA le coloca al Iniciado ante el Tercer Aspecto o inferior del Alma, la Inteligencia Activa. Se enfrenta con el Ángel Solar que le fue confiado como custodio desde el momento de su individualización operativa en la Lemuria; y reconoce sin lugar a dudas que esa entidad, que es manifestación de la Inteligencia, es su compañero eterno a través de las Épocas, conforme a cuya imagen el Alma se modela encarnación tras encarnación.

"Un sin número de hombres darán el primer paso hacia el desarrollo de la conciencia Crística y pasarán así por la Primera Iniciación. A menudo (podría muy bien decir generalmente), esto tiene lugar sin la comprensión consciente del cerebro físico, esto quiere decir que muchos de nosotros, es posible que ya seamos iniciados de Primer Grado aún sin saberlo. Esta Primera Iniciación es, y siempre ha sido, una Iniciación masiva, aunque sea individualmente registrada y anotada." Muchas vidas pueden transcurrir entre la primera y la segunda Iniciación, generalmente de 7 a 10 vidas. Un largo período de encarnaciones transcurre antes de que completado el dominio del cuerpo astral, esté dispuesto el iniciado para el próximo paso. La analogía está interesantemente expuesta en el Nuevo Testamento, en la vida del iniciado Jesús. Pasaron muchos años entre el Nacimiento y el Bautismo; pero en tres años dio los tres pasos restantes. Una vez pasada la segunda Iniciación, el progreso es rápido, y la tercera y la cuarta seguirán probablemente en la misma vida, o en la siguiente.

Comentario Sobre La Entrada En La CORRIENTE

Narración esotérica:

Este momento, poco antes de recibir la PRIMERA INICIACIÓN, es de imponderable magnificencia en la vida espiritual del candidato, según no hace mucho tiempo manifestó el Maestro KUTHUMI al aceptar a un discípulo, diciéndole:

 “Ahora que has alcanzado la inmediata meta de tus aspiraciones, te exhorto a que te fijes en los muchos mayores requisitos de la próxima etapa, para la cual has de prepararte y es «la entrada en la corriente», o lo que los cristianos llaman «salvación». Este ideal será el punto saliente en la larga línea de tus existencias terrenas, la culminación de setecientas vidas. Hace siglos te individualizaste en el reino humano. En un porvenir que, según espero, no será remoto, saldrás del reino humano por la puerta del adeptado y entrarás en el superhumano. Entre estos dos extremos no hay puesto de mayor importancia que la iniciación hacia la cual debes dirigir desde ahora tus pensamientos. No sólo serás así para siempre salvo sino que ingresarás en la sempiterna Fraternidad auxiliadora del mundo. Piensa en el sumo cuidado con que has de prepararte para tan prodigioso acontecimiento. Quisiera que te representaras de continuo su gloria y hermosura a fin de que vivieses en la luz de su ideal. Joven es tu cuerpo para tan formidable esfuerzo, pero se te depara una espléndida oportunidad y deseo y espero que completamente la aproveches.”

Al iniciar a un ego éste entra a formar parte de la más compacta corporación del mundo y se une al dilatado océano de conciencia de la Gran Fraternidad Blanca. Durante largo tiempo no podrá el nuevo iniciado comprender cuanto esta unión entraña, y ha de penetrar mucho más adentro del santuario antes de que se dé cuenta de lo estrecho del lazo y de la magnitud de la conciencia del Rey, de la cual participan hasta cierto punto los hermanos. Todo esto es incomprensible e inexplicable en el mundo profano, pues su metafísica y sutilidad transcienden la eficacia del lenguaje; y, sin embargo, es una gloriosa realidad hasta el extremo de que quien lo empieza a vislumbrar, le parece ilusorio lo demás. Una vez realizados los oportunos esfuerzos y disciplinas, e integrados ciertos mecanismos internos, el candidato ya está preparado para recibir la PRIMERA INICIACIÓN. Y tras una Magna y formidable ceremonia en los planos sutiles, El Iniciador manifiesta al candidato que por haber entrado en la corriente está ya para siempre en salvo, aunque todavía arriesga demorar considerablemente su adelanto si cede a cualquiera de las tentaciones que le han de asediar en el sendero. La frase «ser salvo para siempre» se toma en el sentido de significar la certeza de pasar adelante en el actual período de evolución, y no quedar rezagados el «día del Juicio», en el promedio de la quinta ronda, cuando Cristo, que habrá entonces descendido a la materia, declare quiénes pueden y quiénes no alcanzar la meta de evolución señalada a la presente cadena planetaria, dependiendo esta decisión del adelanto evolutivo de cada individuo. No hay condenación eterna. Habrá quienes no puedan seguir adelante en el actual período de evolución, pero sí podrán en el próximo período, de la propia suerte que un alumno suspenso en un curso de estudios puede seguir adelante y aún colocarse a la cabeza de la clase al repetir el curso el año siguiente.


Nota: Cualquier palabra que no se comprenda podrá encontrarse en cualquier diccionario o glosario esotérico.
            

martes, 27 de agosto de 2013

LOS SIETE RAYOS


LOS SIETE RAYOS

Se afirma que existen siete grandes rayos en el cosmos. En nuestro sistema solar sólo uno de estos grandes rayos está en actividad. Las siete subdivisiones constituyen los "siete rayos" que manejados por nuestro Logos solar, forman la base de infinitas variaciones en su sistema de mundos. Estos siete rayos pueden describirse como los siete canales a través de los cuales fluye todo lo que existe en Su sistema solar, las siete características predominantes, o modificaciones de la vida, que no sólo se aplican a la humanidad sino también a los siete reinos. En realidad no existe nada en el sistema solar, cualquiera sea su grado de evolución, que no pertenezca ni haya pertenecido a uno de los siete rayos.  

Rayo es el término aplicado a una fuerza o a un determinado tipo de energía que pone de relieve la cualidad que exhibe esa fuerza, y no el aspecto forma que ella crea.

Podría ser útil aquí enumerar los rayos, y de esta manera refrescar la memoria del neófito:

Rayos de Aspecto:
1. El Rayo de Poder, Voluntad o Propósito.
2. El Rayo de Amor Sabiduría.
3. El Rayo de Inteligencia Activa Creadora.

Rayos de Atributo:
4. El Rayo de Armonía a través del Conflicto.
5. El Rayo de Ciencia Concreta o Conocimiento.
6. El Rayo de Idealismo o Devoción.
7. El Rayo de Orden o Magia Ceremonial.

   4. Cada ser humano es básicamente una expresión de cinco fuerzas de rayo:
1. El rayo del alma.
2. El rayo de la personalidad.
3. El rayo que rige al cuerpo mental.
4. El rayo que rige al equipo astral.
5. El rayo de la naturaleza física.

De acuerdo al rayo en que se recibe la iniciación, depende grandemente el siguiente sendero de servicio.

 El subrayo al que pertenece el hombre, ese rayo menor que varía de una encarnación a otra, colora mayormente su vida. Es su matiz secundario. Recuerden que el rayo primario de la mónada continúa durante el eón. No varía. Es uno de los tres rayos primarios que oportunamente los hijos de los hombres sintetizarán. El rayo egoico varía de ronda en ronda, y en las almas más evolucionadas de raza en raza, y comprende uno de los cinco rayos de nuestra actual evolución. Es el rayo predominante por el cual vibra el cuerpo causal del hombre. Puede corresponder al rayo de la mónada, o ser uno de los colores complementarios del primario. El rayo de la personalidad varía vida tras vida, hasta haber pasado por toda la gama de los siete subrayos del rayo monádico.

Referente al hombre común evolucionado, que lucha por aproximarse al ideal, la similitud del rayo egoico producirá una mutua comprensión, que lo llevará a la amistad.

Pero cuando (agregado a la similitud egoica de rayo) la personalidad pertenece al mismo rayo, entonces tenemos una de esas cosas poco frecuentes, una perfecta amistad, un casamiento feliz, un vínculo inquebrantable entre dos. Esto, en realidad, es sumamente raro.  

Cada forma de la naturaleza y cada ser humano pertenece a uno de los siete rayos cualificadores, y su apariencia en la forma fenoménica está matizada por la cualidad de su rayo fundamental y cualificado predominantemente por el rayo de esa vida particular de cuya emanación surgió, pero incluirá también, en forma secundaria, los otros seis tipos de rayo.  

Todo ser humano pertenece a uno de los siete rayos. En cada vida su personalidad pertenece a uno de ellos, rotando de acuerdo al rayo del ego o alma.

Un rayo confiere, por medio de su energía, condiciones físicas peculiares y determina la cualidad de la naturaleza astral emocional, colora el cuerpo mental, controla la distribución de la energía, pues los rayos son de distintos grados de vibración, y rigen un determinado centro del cuerpo (diferente para cada rayo), a través del cual se hace esa distribución. Cada rayo actúa principalmente a través de uno de los centros y en los otros seis lo hace en orden específico. El rayo predispone a que el hombre tenga ciertas debilidades y fortalezas y es su principio limitador, dotándolo también de capacidad. Rige el método de sus relaciones con otros tipos humanos, y es responsable de las reacciones de la forma hacia otras formas. Lo colora, le imparte cualidad, le da su propia tonalidad en los tres planos de la personalidad y moldea su apariencia física. Ciertas actitudes de la mente son fáciles para un tipo de rayo y difíciles para otro, de allí que la variable personalidad cambia de un rayo a otro al cambiar de una vida a otra, hasta que todas la cualidades se hayan desarrollado y expresado. Algunas almas, debido al destino que les depara su rayo, se encuentran en determinados campos de actividad, y el campo definido de sus esfuerzos es relativamente el mismo durante muchas vidas...Cuando un hombre ha recorrido las dos terceras partes del sendero evolutivo, el tipo de rayo de su alma empieza a dominar al tipo de su personalidad y, en consecuencia, regirá la tendencia de su expresión en la tierra.  

 A veces pienso si alguno de ustedes se da cuenta de la épica importancia que tiene la enseñanza que he dado acerca de los siete rayos, como energías en manifestación...Con todo lo que he dado, concerniente a los siete rayos y a los siete Señores de Rayo, mucho más podrá ser descubierto; estas siete grandes Vidas pueden considerarse y conocerse como las esencias animantes y las energías activas en todo lo manifestado y tangible en el plano físico, así como en todos los planos de la expresión divina.  

Los discípulos que pertenecen a distintos rayos, tendrán todos la misma meta, harán los mismos experimentos, pasarán la misma experiencia y llegarán igualmente a la expresión divina. Sin embargo sus cualidades y métodos de acercamiento, sus reacciones y naturalezas características, diferirán de acuerdo al tipo de rayo; esto constituye una fase muy interesante y poco conocida de nuestro estudio de la iniciación.  

Cada gran rayo al venir a la encarnación, trasforma el lenguaje del ciclo, enriquece el vocabulario existente y trae nuevo conocimiento a la humanidad; las muchas civilizaciones  pasadas y presentes  son el resultado de esto.  

domingo, 25 de agosto de 2013

ETAPA ALCANZADA EN EL SENDERO DE EVOLUCIÓN




ETAPA ALCANZADA EN EL SENDERO DE EVOLUCIÓN

El problema consiste en descubrir en qué peldaño de la escala y nivel nos encontramos en determinado momento. Detrás de cada ser humano se extiende una larga serie de vidas, y muchos se dirigen ahora a la etapa de la dominante y egoísta expresión de la personalidad, y con plena conciencia se van formando como individuos. Esto para ellos constituye un paso adelante, así como lo es el discipulado para ustedes. Otros ya han formado su persona­lidad y comienzan a experimentar con la energía que fluye a través de ellos y a reunir a su alrededor a esas personas que vibran en la misma nota, y para quienes tienen que dar un mensaje definido. Esto explica los miles de pequeños grupos que existen y trabajan en el mundo en todos los campos conocidos de la expresión humana. Otros han sobrepasado esa etapa y se están descentralizando de la expresión de la personalidad en los tres mundos de la vida humana, motivados por el aspecto superior de la energía de la personalidad. Ya no trabajan, proyectan, ni luchan, para expresar sus perso­nalidades y hacer un impacto individual en el mundo, tampoco para reunir magnéticamente a su alrededor un grupo de personas que respeten y nutran las fuentes de su orgullo y ambición, haciéndolos influyentes e importantes. Empiezan a ver las cosas bajo una perspectiva más nueva y auténtica. A la luz del Todo se desvanece la luz del pequeño yo, así como la luz inherente a todo átomo del cuerpo se une y queda anulada en la luz de alma, cuando ésta resplandece en toda su gloria.

Cuando esta etapa de altruismo, servicio y subordinación al Yo uno y de sacrificio al grupo, llega a ser el objetivo, el hombre ha alcanzado la etapa en que puede ser aceptado en ese grupo de místicos, conocedores mundiales y trabajadores grupales, que es el reflejo de la Jerarquía planetaria en el plano físico.  

Se ha difundido tanta información errónea y se ha puesto tan poco énfasis inteligente sobre el estado y la posición de lo que se denomina la jerarquía de almas, que los discípulos sensatos y equilibrados tratan ahora de dirigir sus pensamientos en otras direcciones y eliminar en lo posible todo pensamiento referente a grados y esferas de actividad...Si estas etapas son consideradas sensatamente por lo que son ‑estados de expansión de con­ciencia y grados de responsabilidad‑ entonces el peligro de reacciones personales hacia los términos “discípulo aceptado, iniciado, adepto, maes­tro”, sería insignificante y se evitarían muchas dificultades. Hay que recordar siempre que el estado individual debe mantenerse estrictamente para sí mismo, y el punto de evolución...será demostrado mediante una vida de servicio activo y altruista y por la manifestación de una visión iluminada que está por encima de la idea racial.

Al reunir hoy al Nuevo Grupo de Trabajadores del Mundo, debe tenerse gran precaución. Cada trabajador es solo responsable de sí mismo, de su servicio y de nadie más. Es prudente medir y tener una idea aproximada del estado evolutivo, no basándose en pretensiones sino en el trabajo efectuado y en el amor y la sabiduría demostrados.

El punto alcanzado por un Maestro es elevado sólo relativamente, pues se ha de recordar que cuando lo alcanza, comprueba que es realmente inferior, comparado con la perspectiva que se extiende ante El. Cada expan­sión de conciencia y cada peldaño de la escala, no hace más que abrir ante el iniciado otra esfera que ha de abarcar y otro paso que ha de avanzar. Cada iniciación lograda sólo revela otras más elevadas a alcanzar, de manera que nunca se llega al punto en que el aspirante (sea un hombre común, iniciado, Maestro, Chohan o Buda) puede permanecer en condición estática, incapaz de mayor progreso. Hasta el Logos Mismo aspira llegar, y aún Aquel a Quien el Logos aspira, a su vez, aspira llegar a otro superior a Él.

Lo que ocurre en el sistema se repite en los planos cósmicos y lo que se aprende aquí debe aprenderse nuevamente, en más vasta escala, en el cosmos mismo. Esta idea encierra inspiración y desenvolvimiento, no cansancio ni desesperación. La recompensa que viene con cada paso adelante, el gozo que acompaña a toda nueva comprensión, compensar al luchador aspirante en forma adecuada.

No obstante es evidente que los discípulos e iniciados conozcan esencial y exactamente el lugar que ocupan en el sendero, aspecto final de la escala de evolución; de lo contrario interpretarán mal el llamado, y no reconocerán la fuente de donde proviene el sonido. Cuán fácilmente puede suceder esto lo evidencia todo instructor avanzado de ocultismo y esoterismo cuando comprueba la facilidad con que las personas insignificantes y los principiantes interpretan los llamados y mensajes que oyen o reciben, como provenientes de una fuente superior y elevada, mientras probablemente lo que oyen emana de sus propias subconciencias, de sus propias almas o de algún instructor (no un Maestro) que trata de ayudarlos.  

Debe recordarse que actualmente el mundo está lleno de hombres que han recibido alguna de las iniciaciones y hay grandes discípulos, pertenecien­tes a todos los rayos, que se desempeñan en el plano físico como trabajadores avanzados para la humanidad, regidos por la Jerarquía; habrá muchos más durante los próximos cien años (escrito en 1949). El cerebro físico de algunos de ellos no registra su particular categoría jerárquica pues han eliminado deliberadamente este conocimiento a fin de llevar a cabo determinado traba­jo. Lo que aquí escribo está destinado ‑durante los próximos cuarenta años‑ a llegar a sus manos, con el intento deliberado de hacer surgir a la superficie de su conciencia cerebral, quiénes y qué son Ellos en realidad. Esta es una parte del programa planificado por la Jerarquía, previamente a la exteriorización de los ashramas. Los Maestros creen que estos discípulos e iniciados avanzados (en su lugar) deben empezar pronto a trabajar con más autoridad. Esto no significa que afirmarán su identidad espiritual y preten­derán tener categoría de iniciados. Tampoco podrían hacerlo, debido a su etapa en la escala de la evolución espiritual. Pero ‑sabiendo quiénes son, desde el ángulo de la Jerarquía, y lo que se espera de ellos‑ fortificarán su trabajo, atraerán más energía e indicarán el camino con mayor claridad. Se reconocerá su sabiduría, así como también su compasión, pero ellos mismos se relegarán a un segundo plano; quizás aparenten ser menos activos exter­namente, siendo por ello erróneamente juzgados, pero su influencia espiritual aumentará, y no les importará lo que piensen de ellos. Reconocen además los puntos de vista erróneos de las religiones modernas, respecto a Cristo; algunos podrán ser perseguidos en su propia comunidad, o por quienes ellos tratan de ayudar. Nada de esto les incomodará. Su camino está claro y conocen la extensión de su servicio.

El discipulado debe ser reconocido. No debe existir un falso orgullo cuando uno sabe que es un discípulo...Reconocer tal categoría es, sin embargo, una cuestión estrictamente personal; debe enfrentarla, aceptarla y luego guardar silencio.

A. A. B. constantemente se opone, con mi total aprobación, a la malsana curiosidad respecto de títulos y categorías, lo cual constituye una plaga en muchos grupos esotéricos, y conduce a la competencia desmedida, envidia, críticas y pretensiones, que caracterizan a la generalidad de esos grupos ocultistas, inutilizando la mayoría de sus publicaciones e impidiendo al público recibir las enseñanzas en toda su pureza y sencillez. Estado y título, categoría y posición, nada significan. Lo que vale es la enseñanza, es decir, su verdad y su llamado intuitivo. Esto debe tenerse constantemente presente.







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LA INICIACION Y LOS RAYOS

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