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sábado, 1 de febrero de 2014
Mâvalankar , Dâmodar K. (1857-?; hindú) Traducido y compilado por J. Rodros. Blavatsky Editorial, México, 2005.
Mâvalankar , Dâmodar K. (1857-?; hindú)
Traducido y compilado
por J. Rodros. Blavatsky Editorial, México, 2005.
“Dâmodar nació en septiembre de 1857, en
Ahmedâbâd en la provincia de Gujarât. Pertenecía a una familia acomodada de la
casta Karhâda Mahârâshtra Brâhmana, y recibió una educación esmerada en los
dogmas de su religión. También se les dio una excelente educación inglesa,
siendo sus escritos un testimonio de ello. Entre los 10 y 14 años de edad su
mente estuvo muy ocupada en su religión y se dedicó a las prácticas ortodoxas
de su fe. Posteriormente sus prácticas religiosas fueron desplazadas por sus
estudios escolares.
Cuando Dâmodar era niño vio a K.H.
Durante su niñez Dâmodar tuvo una enfermedad
muy crítica, y los doctores temían por su vida. Mientras que la familia
esperaba que muriese en cualquier momento, el joven tuvo una visión que lo dejó
profundamente impresionado. Él vio como en un sueño, a un glorioso personaje
que les dio una medicina peculiar, y curiosamente a partir este momento, el
muchacho comenzó a recuperarse. Algunos años después, mientras se encontraba en
meditación, vio al mismo personaje que reconoció que era el que lo había
salvado antes. Una vez más Dâmodar cayó gravemente enfermo y el mismo hombre
apareció en sus visiones y le salvó la vida. (Sven Eek, Dâmodar and the Pioneers of the
Theosophical Movement , The Theosophical Publishing House, Adyar, 1965, pp.4-5)
Vida de Dâmodar antes de encontrarse con los
Teósofos
Pero el destino iba pronto a cambiar su vida.
Durante ese tiempo Dâmodar nos cuenta que tuvo la inestimable buena fortuna de
leer Isis Develada : “no es exagerado decir”, continúa diciendo Dâmodar, “que
sólo a partir de esos meses me convertí en un hombre vivo; ya que entre la vida
tal como me parece ahora, y la vida tal como la comprendía antes, existe un
abismo infranqueable. Siento que ahora por primera vez tengo un vislumbre de lo
que el hombre y la vida son—la naturaleza y poderes del uno, las posibilidades,
y deberes del otro. Antes, aunque era fervorosamente ritualista, no gozaba
realmente de felicidad y de una mente en paz. Simplemente practicaba la
religión sin comprenderla. Sobrellevaba el mundo tan difícilmente como los
demás, y no podía lograr una clara visión del futuro. Lo único que parecía real
para mí era la rutina diaria; en el mejor de los casos el horizonte ante mi se
extendía sólo alrededor de una vida llena de ocupaciones, teniendo como final
la cremación de mi cuerpo y las exequias que mis amigos le rendirían. Mis
aspiraciones sólo eran para tener más Zamindâres, (tierras) una posición
social, y la gratificación de mis deseos y apetitos". (Dâmodar, Las Castas
en la India )
16 de febrero de 1879
Llegada de Blavatsky y Olcott a Bombay
El 16 de febrero de 1879, la señora Blavatsky,
el coronel Olcott, acompañados por dos miembros ingleses, llegaron al puerto de
Bombay, India, procedentes de Nueva York, en donde en 1875, junto con otras
personas habían fundado la Sociedad Teosófica. La población nativa los recibió
con entusiasmo. Blavatsky y Olcott pronto se establecieron en el barrio hindú
de Bombay, convirtiéndose su casa en el Centro de Operaciones del Movimiento
Teosófico en la India.
Crows Nest. Centro de Operaciones en Bombay,
India
“Fue un momento dramático cuando Dâmodar entró
por primera vez en el Cuartel General en Bombay y vio un cuadro del hombre que
él había visto tres veces en sus visiones y al que le atribuía haberle salvado
la vida dos veces. Él se enteró después, que este hombre era uno de los Adeptos
que habían hecho a H.P. Blavatsky su ‘agente directo' para promulgar algunas de
las enseñanzas que hasta ese momento se habían mantenido en secreto entre los
pocos elegidos, en los templos y âshramas del Tibet y la India. Dâmodar pronto
encontró a este Adepto, Kuthoomi, y se hizo su discípulo. Esto selló su
devoción a la Sociedad Teosófica y a la señora Blavatsky”. (Sven Eek, Op. Cit.
p.5)
Julio de 1879
Dâmodar se afilia a la S.T .
Dâmodar K. Mâvalankar presentó su solicitud
para afiliarse a la Sociedad Teosófica el 13 de julio de 1879, y fue iniciado
el 3 de agosto de ese año. Él comenzó a trabajar en el Cuartel General de
Bombay en septiembre, y se mudó para vivir permanentemente ahí, en enero de
1880. Respecto a las primeras visitas de Dâmodar al Cuartel General, el coronel
Olcott dejó por escrito lo siguiente: "... en la página del 3 de angosto
[1879], veo el hecho registrado de que en ese día le di su membresía a Dâmodar
k. Era la estación de lluvias, el querido muchacho solía venir a vernos al
atardecer, vestido con un impermeable de hule blanco, botines, y un sombrero de
ala que hacía juego con el resto, una linterna en su mano, y el agua
escurriéndole desde la punta de su larga nariz. Era tan delgado como Sarah
Bernhardt, con quijadas de linterna, y piernas-- tal como solía decir HPB--
como dos minas de lápiz. De acuerdo a las apariencias era el menos probable
entre todos los miembros de la Sociedad de llegar a ser un Mahâtma o de llegar
a menos de 1000 millas de distancia de un verdadero âshrama . Pero las
apariencias fueron tan falsas en su caso, como lo han sido en el de otros
miembros que parecía infinitamente superiores a él espiritualmente, pero que
resultaron no serlo". ( Old Diary Leaves [Viejas Hojas del Diario], H. S.
Olcott, Vol., II, pp. 95-96)
Octubre 1879
Dâmodar gerente del Theosophist
Dâmodar comenzó a ayudar en el trabajo de
publicación de la revista The Theosophist cuyo primer número apareció el
primero de octubre de 1879. Pronto llegó a ser gerente de publicación de esta
revista, cuyo éxito se debió en gran medida al trabajo de Dâmodar. De inmediato
él comenzó a escribir artículos para la revista, teniendo que trabajar muchas
veces hasta altas horas de la noche desempeñando su trabajo con gran
responsabilidad
1880
Dâmodar renuncia a su casta
“De acuerdo a la costumbre Brahmánica, él
tenían que obtener el permiso de su padre para vivir en el cuartel general
Teosófico y adoptar el modo de vida de un Sannyâsin—alguien que abandona los
lazos y atracciones mundanos en servicio de la naturaleza espiritual. Esto le
fue permitido por su padre, pero él fue aún más lejos y abandonó su casta, algo
que en esa época no era un asunto insignificante, como él mismo lo señaló en su
artículo ‘Las Castas de la India '. Durante una gira de conferencias en Ceilán
en 1880, H. P. Blavatsky, Olcott, y Dâmodar tomaron Pansil. ( Pansil es una
palabra pâli equivalente a Pañcha Shila en sanskrito, es decir tomar los cinco
preceptos de compasión, pureza, sinceridad y templanza, que todo discípulo
laico del Buddhismo se compromete a seguir). Esto fue sin duda en parte un
gesto de amistad hacia la población de Ceilán que era en su mayoría Buddhista y
había sufrido persecuciones a manos de la comunidad anglo india que ostentaba
el poder. Como el mismo Dâmodar lo señaló, la Teosofía no era una nueva
religión en el panteón de las creencias, sino más bien una afirmación de la
unidad básica de todas las religiones, de aquí que la Teosofía hace que un
cristiano se convierta en un mejor seguidor de Cristo, un buddhista en un mejor
discípulo de Gautama, un Parsi en un mejor Zoroastriano, y un Hindú en un
estudiante más profundo de los Vedas.
Dâmodar renuncia a su desposorio infantil
De acuerdo a la costumbre Brahmánica Dâmodar
había sido desposado cuando era casi un niño, y había llegado el momento para
que asumiera sus obligaciones maritales. Ya que el joven se había dedicado a la
vida espiritual como chela de su Guru, el Maestro Kuthoomi, le resultaba
imposible cumplir con sus deberes de padres de familia. De aquí que se llegara
a un arreglo por el cual Dâmodar asignaba su propiedad ancestral consistente en
más de 50,000 rupias, a su padre con la condición de que cuidara de su esposa
Lakshmibai en la casa de su familia. La joven esposa, que entonces era una
adolescente, sufrió una gran decepción, pero se sometió a la decisión de su
esposo.
El señor S.S. Shevade, cuya madre era prima de
Dâmodar esclareció este asunto en una plática que dio al develarse un busto de
Dâmodar en Adyar en 1956: ‘. . . sólo había una consideración que él tenía que
sopesar un poco, y era respecto a su joven esposa con la que había sido
desposado en aquellos días de casamiento entre niños. Por todo lo que se, en un
principio él pensó llevarse a su esposa con él, y esto mismo se lo hizo saber a
ella; pero la muchacha, que apenas estaba entrando a la adolescencia, no estaba
mentalmente preparada para comprender esta situación. Por lo que Dâmodar se
aseguró de que ella fuese bien cuidada por los miembros de su familia, y se
despidió de su hogar permanentemente. Ya que no se supo más de Dâmodar cuando
se fue al Tibet en busca de los Mahatmas, y suponiendo que estaría vivo, su
esposa Laxmibai llevó una vida casta de Saubhagyavati (una dama con esposo que
aún vive), y murió cuando ya tenía alrededor de sesenta años. . .
1881
Rompimiento con su familia
La familia de Dâmodar le exigió que regresara a
su casta, algo que él se negó a hacer. Su padre, su tío y un hermano mayor de
él, se habían afiliado a la Sociedad , pero después de esto ellos renunciaron a
su membresía, y se hicieron abiertamente hostiles a la Sociedad. El coronel
Olcott señala que tanto HPB como él mismo, habían tratado de moderar al joven
para que no diera algún paso irrevocable, ya que estaban plenamente conscientes
de las costumbres que prevalecían entre los hindúes. El padre de Dâmodar murió
poco después de su ruptura con sus asociados Teosóficos, los cuales, sin
embargo, mantuvieron buenos sentimientos hacia él.
Correspondencia entre Dâmodar y Judge
Entre las muchas cartas que escribió Dâmodar a
diferentes teósofos, él mantuvo una correspondencia muy importante con William
Q. Judge a partir de octubre de 1879. Esta correspondencia se reproduce en el
libro de Sven Eek, Dâmodar and the Pioneers of the Theosophical Movement , op.
cit. pp. 25-77. La primera carta fue escrita por Dâmodar, y está fechada en
Bombay el 5 de octubre de 1879. La última carta (14 en total) está escrita por
Judge desde Nueva York, y fechada el 11 de junio de 1883. En varias de estas
cartas Dâmodar narra algunas de sus experiencias ocultas con su Maestro.
1881
Dâmodar y la carta Prayag
En 1881 HPB, actuando como amanuense de su
maestro Morya, le escribió una carta al señor A. P. Sinnett acerca de las
razones profundas de la decisión de Dâmodar para abandonar su casta.
Parece ser que los miembros de una logia
Teosófica en Prayag (Allahabad) se habían quejado de la renuencia de los
Adeptos por corresponder con ellos directamente. Ellos no podían comprender por
qué dos occidentales como A. O. Hume y A. P. Sinnett, y Dâmodar fueran
favorecidos. En su carta (CM, 134) Morya explica que los Adeptos, durante
muchos siglos no habían estado en correspondencia con nadie fuera de su
Hermandad y que ellos estaban haciendo un esfuerzo especial para divulgar
ciertas enseñanzas al mundo. Sinnett y Hume habían resultado ser de suma
importancia para la Sociedad y debían de ser considerados como excepciones,
mientras que Dâmodar había demostrado ser un completo Teósofo habiendo
abandonado sus viejas supersticiones y habiéndose convertido en un verdadero
reformador. Para mayor información al respecto referimos al lector a la obra
Las Cartas Mahâtma a A. P. Sinnett , Carta No. CXXXIV (134), p. 461. Blavatsky
Editorial, México.
Dâmodar visita el âshrama de su Maestro
Mientras que Dâmodar participaba en el trabajo
externo de la Sociedad llegando a poner en peligro su propia salud, se
desarrollaron sus facultades espirituales interiores. Su Maestro a veces le
reprochó sus “insensatas autoridades”, pero su desenvolvimiento psíquico
ocurrió muy rápidamente. Poco después de haberse afiliado a la Sociedad se le
permitió visitar a su Guru en su âshrama. Pronto Dâmodar fue capaz de viajar en
su cuerpo astral, y fue utilizado para transmitir cartas que los Adeptos
enviaban astralmente desde sus retiros a miembros que estaban en el Cuartel
General o en cualquier otra parte. (Sven Eek, Op. Cit. pp. 5-8).
Dâmodar K. Mâvalankar
Olcott acerca de las experiencias psíquicas de
Dâmodar
El coronel Olcott relata en sus Viejas Hojas
del Diario un ejemplo de las experiencias psíquicas de Dâmodar:
“. . . en una ocasión al poner su cuerpo a
dormir como de costumbre, se lanzó hacia la casa del Maestro en los Himâlayas,
pero al llegar descubrió que él también estaba afuera en su cuerpo astral; y
por el poder de su atracción por su alumno, éste último fue arrastrado poderosa
e intensamente, como si hubiese caído en la corriente de un río profundo e
impetuoso que lo condujera. Al siguiente minuto Dâmodar se encontró en Adyar,
en la presencia de su maestro y de HPB. Cuando se había ido a dormir traía en
sus manos una carta del señor Ward, que parece ser que se la llevó al astral--
habiendo cambiado desde luego de materia ponderable a astral... Al hablar el
maestro acerca de la carta, él la percibió en sus manos, se la dio, y se le
pidió que regresara a su lugar. Por el poder radical de la química o física
oculta, la carta astralizada fue restaurada a su estado sólido, fue tomada por
HPB, y al día siguiente debidamente enviada por correo a mi dirección en Aligarh..."
(H .S. Olcott, op.cit., Vol. III, p. 31).
Visita personal de K.H. A Olcott y Dâmodar
Durante el mes de noviembre de 1883 el coronel
Olcott realizó una gira de conferencias por el norte de la india a la que lo
acompañó Dâmodar. En la ciudad de Lahore, al terminar su conferencia, Olcott y
Dâmodar recibieron la visita personal del Maestro K. H. en su cuerpo físico.
(Ver Vida Después de la Muerte : Devachan y los Estados Post-mortem , por H. P.
Blavatsky y Kuthoomi, Blavatsky Editorial, México 2004, pp. 276-283). Días
después viajaron a la ciudad de Jammu en Cachemira, y se hospedaron en una
pequeña casa en el palacio del Mahârâja. “Durante el segundo día de su
estancia, Dâmodar desapareció sin avisarle a Olcott, aunque aparentemente HPB
estaba informada de ésto. Al preocuparse Olcott por la desaparición del
Dâmodar, ella le envió un telegrama desde Adyar diciéndole que Dâmodar volvería
y que sólo había ido a un retiro con su Maestro. En menos de tres días volvió,
como un hombre cambiado ‘aparentemente más robusto, vigoroso y fuerte, osado y
energético en sus modales: apenas podía uno imaginar que era la misma persona…'
(Olcott, op. cit. Vol. III, p.54)
Pronto ellos volvieron a Adyar en donde Dâmodar
retomó sus deberes anteriores en lo que respecta al Theosophist , contribuyendo
con artículos que muestran el crecimiento espiritual e intelectual, del joven
chela” Sven Eek, op. cit., pp. 8-9).
Febrero de 1884
Dâmodar y la Junta de Control
El 20 de febrero de 1884, HPB y Olcott tuvieron
que viajar a Europa. Antes de de partir el coronel Olcott organizó una Junta de
Control formada por varios de los teósofos que residían en esa época en Adyar,
con el objeto de administrar el Cuartel General. Dâmodar formó parte de esa
Junta de Control , la cual fue presidida por el doctor Franz Hartmann. Sin
embargo la Junta pronto entró en conflicto con los sirvientes, la señora Emma
Coulomb que era inglesa y su esposo Alexis, francés; los cuales prácticamente
se barricaron en el piso superior de Adyar no permitiendo la entrada de nadie.
Los Coulomb tramaban una grave traición en contra de la Sociedad Teosófica y
HPB. A este efecto se pusieron a hacer un hoyo en la pared entre la habitación
que HPB utilizaba como recámara, y el cuarto contiguo en donde se encontraba un
mueble de madera que era conocido como el relicario ; un armario que se había
utilizado durante los últimos meses para recibir y transmitir cartas de los Mahâtmas.
Además el señor Coulomb alteró la parte posterior de ese armario removiendo los
paneles originales, colocando en su lugar una burda compuerta accionada por
medio de un mecanismo bastante rudimentario y ruidoso. Sin embargo los Coulomb
no pudieron consumar completamente sus planes ya que fueron descubiertos in
fraganti por la Junta de Control , cuando ésta obtuvo el permiso de HPB, por
medio de un telegrama, autorizándolos a entrar a sus apartamentos. Varios de
los miembros de la Junta de Control relataron posteriormente, que cuando
entraron, los aplanados recientes que había hecho el señor Coulomb aún estaban
frescos. Todos estos meses fueron de gran angustia y sufrimiento para Dâmodar.
Dâmodar y la traición de los Coulomb
“Mientras que HPB y Olcott estaban en Europa,
Dâmodar les enviaban semanalmente cartas muy lúgubres que ellos leían con
cierta ansiedad, pero, tal como lo evidencian sus cartas a los Coulomb, ninguno
de los dos parece haberse dado cuenta de la gravedad de la situación. Aparentemente
ellos tenían la vana esperanza de que todo pudiera ser arreglado por medio de
unas cuantas palabras amables, y de algunas concesiones. Todo esto fue motivo
de gran decepción para Dâmodar que ya no abrigaba ilusiones acerca de los
Coulomb, y que se quejaba amargamente con HPB y Olcott de su actitud indulgente
hacia esta pareja.
Además de lo anterior, el jefe de la Junta de
Control , el doctor Franz Hartmann, y el señor St. George Lane-Fox, que había
llegado recientemente a Adyar, resentían la reticencia de Dâmodar de compartir
la correspondencia que tenía con HPB y Olcott, y las comunicaciones que él
recibía y transmitía directamente de los Mahâtmas; en las que muchas veces
habían instrucciones para algún miembro de la Junta de Control. Existía en
parte una cierta justificación para que hubiera esos sentimientos por parte del
Dr. Hartmann ya que él era el jefe de la Junta y tenía derecho a toda
información pertinente relacionada con el Cuartel General.
A finales de ese mismo año de 1884 surgió una
situación similar entre Dâmodar y Richard Hodgson, un inexperto joven
australiano que fue enviado por la S. P. R. de Londres para que investigara los
fenómenos que había hecho HPB en Simla cinco años antes. El hecho de que
Dâmodar no haya puesto las cartas sobre la mesa y en vez de esto haya adoptado
una actitud misteriosa y reservada con el señor Hodgson, contribuyó en gran
medida a que éste último redactara un Reporte adverso en contra de HPB y la
Sociedad Teosófica.
Dâmodar K. Mâvalankar
23 de febrero de 1885
Partida de Dâmodar al Tibet
La salud de Dâmodar se vio seriamente afectada
por estos problemas y comenzó a escupir sangre, una recurrencia de la
tuberculosis de la que ya había sido curado años atrás. Obteniendo el permiso
de su Maestro para ir a su Âshrama en el Tibet, él dejó Adyar con el
conocimiento y las bendiciones de HPB. A este respecto ella escribió lo
siguiente:
“. . . Dâmodar ya estaba listo desde su último
nacimiento para entrar en el SENDERO más elevado, y él lo sospechaba así. El
había estado esperando por largo tiempo el esperado permiso para ir al Tibet
antes de la expiración de los 7 años. . .” ( The Theosophist , agosto, 1932,
pp. 623- 34)
Normalmente son siete años el tiempo que se le
da a un discípulo para su periodo de probación. Dâmodar dejó Adyar el 23 de
febrero de 1885 y viajó a la frontera tibetana pasando por Calcuta, Benarés y
otros lugares. Se quedó en Benarés por catorce días y fue visto por el entonces
joven teósofo Bhagavan Das, que posteriormente se hizo famoso como educador y
erudito. En una carta de éste, dice que:
“. . . yo ya leí más de la mitad de los
artículos de Dâmodar en el Theosophist. Cada vez que los leo, me envían 60 años
atrás en la memoria; y él gran ‘romance místico' de aquellos 'días de juventud'
vuelve a renovarse por el momento. Cuando yo tenía 17 años de edad, dos años
después de haberme afiliado a la S.T ., vi a Dâmodar por unos cuantos días
durante 1885, cuando él se detuvo en Benarés por alrededor de dos semanas, en
su camino hacia los Himâlayas. Él era un pequeño joven delgado, con una cara
ascética y con la exaltación de una aspiración elevada escrita en su cara. Él
solía usar un gorro de piel café obscuro, pero muy suave y largo, el cual nos
dijo, se lo había dado su maestro K. H. . . .” (Bhagavan Das, 1945).
De acuerdo al diario del coronel Olcott,
Dâmodar viajó de Madrás a Calcuta en el vapor S. S. Grant, con la intención de
ir al Tibet pasando por Darjiling. Esto ocurrió 36 días antes de que HPB
partiera finalmente a Europa... Poco después de que Dâmodar dejara Darjiling se
esparcieron rumores de lo más inquietantes acerca de nuestro querido joven
amigo, diciendo que había perecido en su intento por cruzar las montañas. En la
primera semana de julio se me informó desde Chumboi, Sikkim, que su cadáver,
congelado y tieso había sido encontrado en la nieve, y sus ropas a una corta
distancia. Después de la total improbabilidad de que hubiese arrojado sus ropas
en ese clima, solamente para morir, el relato sin embargo fue creído por
muchos, especialmente por aquellos que no creen en la… [Logia], y que deseaban
arrojar algún oprobio sobre nosotros por permitir que un joven fanático
sacrificará su vida en una empresa evidentemente vana. Bien, soportamos todo
esto, y desde entonces hemos recibido historias maliciosas similares, y nos
hemos mantenido de la manera más ecuánime que hemos podido. Pero en Darjiling,
gracias a la cortesía de Babu Sarat Chandra Dâs [famoso erudito hindú que
realizó varios viajes al Tibet residiendo en el monasterio de Tashilhumpo, y
que escribió varios libros sobre el Tibet, y el famoso Diccionario Tibetano-
Inglés con explicación del término sanskritos], que me sirvió de intérprete,
tuve una larga conversación con el jefe de los peones que transportaron las pertenencias
del Dâmodar, de Darjiling a Sikkim, y que trajeron de vuelta las cosas que ya
no necesitaba, entre las cuales se encontraba su valioso Diario de bolsillo, en
donde narra su viaje desde que dejó Adyar el 23 de febrero de 1885, hasta el 23
de abril en que dice, después de haber dejado Sikkim, el día anterior: ‘abril,
23. Tome un baño en la mañana, y procedí sólo, desde Kabi, enviando mis cosas
de regreso con los peones a Darjiling'”
Razones del sufrimiento de Dâmodar
En junio de 1886 alrededor de un año después de
que Dâmodar alcanzara el Tibet, el Maestro Kuthoomi le escribió a Olcott
dándole las razones de por qué Dâmodar había sufrido tan profundamente. Él
dice:
"el pobre muchacho ha tenido su caída.
Antes de que pudiese estar en la presencia de los Maestros tuvo que sufrir las
pruebas más severas por las que jamás haya tenido que pasar un neófito, para
purgar las muchas acciones cuestionables en las que tomó parte debido a un celo
excesivo, acarreando la desgracia sobre la ciencia sagrada y sus adeptos. El
sufrimiento mental y físico fue demasiado para su débil constitución, que lo ha
dejado completamente postrado, pero se recobrará con el tiempo. Esto debería de
servir de advertencia para todos ustedes; que han creído 'de manera no muy sabia
aunque muy conveniente'. Para abrir las puertas del misterio, no solamente
deben llevar una vida de la más estricta probidad, sino también aprender a
discriminar lo verdadero de lo falso. Ustedes hablan mucho acerca del Karma
pero apenas han llegado a darse cuenta del verdadero significado de esa
doctrina. Ha llegado el tiempo en que deben poner los cimientos de esa estricta
conducta-- en el individuo al igual que en el cuerpo colectivo—la cual, los
resguardará en contra del engaño consciente e inconsciente". ( Cartas de
los Maestros de la Sabiduría , compiladas por C. Jinarajadasa, Primera Serie.
Carta 29, pp.72-73).
Cartas y escritos de Dâmodar después de su
partida al Tibet
Más de cuatro años después de la desaparición
del Dâmodar, H.P. Blavatsky le escribió lo siguiente a su viejo amigo Khan
Bahadur N.D. Khandalavala:
“Dâmodar no está muerto, y Olcott lo sabe
también como yo. Recibí una carta de él no nace más de tres meses. . .” (Carta
fechada en Londres, el 21 de noviembre de 1889).
En una carta escrita por HPB al señor A. P.
Sinnett en 1886 ella le dice que los días 4 y 6 de enero de ese año había visto
astralmente a Dâmodar ( Cartas de H. P. Blavatsky a A. P. Sinnett , p. 157). Y
en otra carta también dirigida al señor Sinnett, ella le dice que Dâmodar
participó escribiendo algunos pasajes de la Doctrina Secreta :
“. . . Bien, tu dices que tienes la 'impresión'
de que algunos pasajes de la Doctrina Secreta (fueron escritos por Dharbagiri).
Revisé cuidadosamente página por página y no encontré nada escrito por
D[harbagiri] N[ath], sino por Dâmodar con el cual probablemente tú lo
confundiste. ¿Es acerca de lo que la tierra (y otros planetas) hacen durante el
'obscurecimiento'? ¿Es eso? Porque si esto es así, entonces puedo decirte que
Dâmodar lo escribió bajo dictado -- pero tú no has comprendido completamente el
significado correcto. Se refiere a los 'mundos' de los que hablo y digo
(restaurando su pleno sentido) lo siguiente. . .” ( Cartas de H. P. Blavatsky a
A.P. Sinnett . No. CXIX, octubre 1885, p. 248).
En abril de 1890 HPB escribió desde Inglaterra
una carta titulada A mis Hermanos de Aryavarta en la cual dice lo siguiente:
“Y lo más importante de todo es que al menos,
uno de ustedes será beneficiado plenamente por ella [por la Sociedad Teosófica
]; y si la Sociedad sólo hubiese dado a la India ese único futuro Adepto
(Dâmodar) el cual tiene ahora la expectativa de llegar a ser algún día un
Mahâtma, a pesar de la Kali Yuga , sólo esto probaría de que no fue fundada en
vano en Nueva York y trasplantada a la India. . .” (Collected Writings, XII,
pp. 159- 60).
El significado de Dâmodar para el Movimiento
Teosófico
El significado de Dâmodar para el Movimiento
Teosófico no se encuentra solamente en el duro trabajo que él llevó a cabo
consistentemente, o en su inteligente defensa de la Sociedad que era atacada
por todas partes, sino primariamente en el hecho de que estableció una norma de
conducta Teosófica. De los cerca de 70 Teósofos que se presentaron al
discipulado, Dâmodar fue virtualmente el único éxito completo. El deseo de ver
en persona a los Adeptos o de presenciar fenómenos, hizo que muchos aceptaran
los rigores del chelado, pero uno tras otro fue fracasando a medida que ponían
sus propias personalidades e idiosincrasias sobre el bien común del Movimiento.
Una de las piedras del basamento sobre el que
se ha elevado la superestructura de la Sociedad Teosófica , lleva inscrito el
nombre del Dâmodar. El diseño podrá cambiar a medida que cada generación haga
su contribución, pero los cimientos construidos por los primeros pioneros
permanecerán, hasta que, como el ave Fénix, se les de una nueva dispensación a
los peregrinos de esta tierra, y entonces, quizás, nuestro Chela regrese, como
un Adepto en su propio derecho, para redimir las angustiosas esperanzas de
muchos que creen que ‘No hay Religión más elevada que la Verdad '.” (Sven Eeek, Dâmodar and
the Pioneers of the Thesosophical Movement , Theosop´hical Publishing House,
Adyar, 1965, p. 21-22)
Obras
Dâmodar no escribió ningún libro, pero en
cambio una gran cantidad de artículos en diferentes revistas, especialmente en
el The Theosophist , y una gran cantidad de cartas, especialmente a teósofos.
Todos los artículos escritos por Dâmodar fueron
compilados y publicados por Sven Eek en su obra: Dâmodar and the Pioneers of
the Theosophical Movement . The Theosophical Publishing House, Adyar, 1965; en
donde se presentan mas de 100 artículos y cartas. Entre sus escritos mas
notables deben mencionarse : La Contemplación , (pp. 388-400), Las Castas en la
India , (pp.139-144), Cartas a William Q. Judge , (pp.25-77).
jueves, 30 de enero de 2014
CHARLAS A LOS DISCÍPULOS Por El Maestro Tibetano (D.K.)
CHARLAS A LOS DISCÍPULOS
Por El Maestro Tibetano (D.K.)
Hermanos míos:
Es importante que se den cuenta que hoy está aconteciendo algo
nuevo. Que está surgiendo un nuevo reino de la naturaleza, el quinto, es decir,
el reino de Dios en la tierra o el reino de las almas. Éste se está
precipitando en la tierra y se está formando con quienes van siendo conscientes
del grupo y pueden trabajar en formación grupal, lo cual será posible porque
alcanzarán la perfección autoiniciada (aunque relativa) y se identificarán con
ciertas expansiones grupales de conciencia, y también porque amarán a sus
semejantes, así como en el pasado se amaron a sí mismos. Reflexionen
detenidamente hermanos míos y capten, si pueden, la plena significación de esta
última frase.
Su tarea consistirá mayormente en resumir y hacer efectivo el
trabajo de esos dos grandes Hijos de Dios, el Buda y el Cristo. Como bien
saben, el Buda trajo iluminación al mundo y encarnó el principio de la
sabiduría; el Cristo trajo el amor al mundo, y encarnó en Sí Mismo un gran
principio cósmico, el del amor. ¿Qué podemos hacer para que Su trabajo sea
efectivo? El proceso incluirá tres aspectos:
1. El esfuerzo
individual, por parte del discípulo, utilizando la técnica del desapego, del
desapasionamiento y del discernimiento, que el Buda enseñó.
2. La iniciación
grupal, posible por el esfuerzo autoiniciado del discípulo individual, que
cumpliendo los mandatos del Cristo traerá la completa subordinación de la
personalidad y del ente, al interés y bien grupales.
3. El esfuerzo
grupal, llevado a cabo como grupo, a fin de amar a todos los seres y captar y
comprender la verdadera significación de la técnica acuariana de amor y trabajo
grupales.
He creído que serviría un propósito útil si vincularan sus
mentes con el trabajo del Buda y del Cristo, pues les daría una vislumbre y un
indicio de Sus dos sistemas de desenvolvimiento -uno preparatorio para el
discipulado aceptado y el otro para la iniciación- que serían correlativos e
interrelacionados. La síntesis de Su tarea es evidente para quienes trabajamos
con más amplia visión y una perspectiva más clara, imposible aún para ustedes.
En consecuencia, separo a mis discípulos en grupos, a fin de que
puedan trabajar en diferentes aspectos del Plan; a la vez preparo el terreno
para el trabajo grupal, que ayudará grandemente al individuo, pero sobre todo
hará progresar el trabajo en la nueva era.
Mi intención es, por lo tanto, escribir algo en forma mas
detallada respecto a estos grupos, y aunque mi tiempo es muy limitado, me veré
obligado a impartir a mis discípulos (probablemente en intervalos muy
separados) mucha información en estas charlas e instrucciones individuales. No
escribo fundamentalmente para ustedes, sino para sentar las bases del trabajo
grupal que deberá realizarse en el mundo en los años venideros. Lo que expondré
debe ser leído detenidamente, porque la palabra escrita quizá contiene varios
significados que pueden ser presentidos de acuerdo a la intuición -despierta o
no- del aspirante.
Yo, vuestro Hermano Tibetano, parto de la suposición de que cada
uno de mis discípulos pondrá de su parte, por lo menos, algo esencial y básico,
es decir, un ansia perseverante que nada detendrá. Cada uno inicia su trabajo
con ciertas características fundamentales: cada uno comienza esta definida empresa
de entrenamiento para la iniciación con ciertos defectos, que actúan como
impedimentos y obstáculos; cada uno ha sido reconocido por su luz y sus
potencialidades, con las cuales forzosamente debe hacer todo lo que puede. Por
lo tanto, observarán el difícil problema que enfrentan Quienes guían la
evolución del mundo y buscan a aquellos que pueden ayudarles en Su trabajo.
Les impartiré enseñanza. Si se benefician o no con ella es asunto
de ustedes, algo que los discípulos de la nueva era deben aprender. No existe
tal cosa como la obediencia oculta que enseñan generalmente las actuales
escuelas de ocultismo. Antiguamente, en Oriente, el Maestro exigía de Sus
discípulos esa obediencia implícita que, en la práctica, hacía al Maestro
responsable y cargaba sobre Sus hombros el destino o karma del discípulo. Tal
condición no existe. El factor intelectual del individuo está hoy demasiado
desarrollado para justificarlo, razón por la cual no rige. En la futura nueva
era, el Maestro será responsable de ofrecer la oportunidad y la correcta
enunciación de la verdad, pero nada más. En estos días de mayor iluminación, el
Instructor no asume la misma posición que en el pasado, y yo tampoco. Hablaré
con franqueza. Conozco a mis discípulos, pues ninguno es recibido ni aceptado
en mi Ashrama si el Instructor no ha hecho un profundo análisis de ellos.
Transmitiré por medio de insinuaciones y símbolos lo que debe captarse, que
será observado y comprendido por algunos de mis discípulos que han despertado
el oído Interno y poseen un corazón realmente humilde. Si no reconocen esto, el
tiempo seguirá su marcha y finalmente les llegará la revelación. Por lo tanto,
no exijo ciega obediencia. Sin embargo, si se aceptan mis consejos y
sugerencias y deciden, por propio y libre albedrío, seguir mis instrucciones,
tendrán que hacerlo con exactitud. Tampoco deben esperar constantemente
resultados y fenómenos, que han entorpecido siempre el curso y el progreso de
tantos seudodiscípulos.
Esto constituye también para mí un experimento, pues los que
somos miembros, de cierto grado de la Jerarquía, estamos lógicamente cambiando
los antiguos procedimientos y adaptando los viejos métodos a las nuevas
circunstancias y al progreso de la evolución. Muchos probados discípulos y
aspirantes (quizá debiera decir “cansados”, hermanos míos, pues supongo que
ambas palabras son veraces) serán sometidos a experimentos, lo que implicará la
aplicación de las antiguas reglas, con procedimientos modernos. En la
antigüedad los discípulos eran producto de épocas más pacíficas. La sustancia
metal o “chitta” (como la denominó Patanjali en su famoso Libro de las Reglas),
no estaba muy desarrollada, tampoco matizada por ideas, ni potencialmente iluminada.
Hoy, el conocimiento está muy difundido y muchas personas ya piensan por sí
mismas. El material para el discipulado, que deben emplear los Maestros y el
tipo de personas que deben ser desarrolladas y conducidas hacia la Iluminación,
es de grado y calidad superior, si se me permite emplear un término tan in-adecuado.
Por otra parte, el experimento de cambiar métodos y de complementar la nueva
técnica del trabajo grupal, debe llevarse a cabo análogamente en medio de la
presión y la tensión de la civilización occidental. Esto impone un indebido
esfuerzo a quienes fueron elegidos para participar en esta tarea, pero si es
posible continuar y tener éxito, se templará el material para que adquiera un
grado más refinado de poder. Como se dijo, la selva occidental es distinta de
la selva oriental; demanda paz en medio del tumulto; fuerza en la fatiga;
persistencia a pesar de la mala salud, y comprensión a pesar del clamor de la
vida occidental. Por lo tanto, el progreso continúa en medio de las condiciones
existente y no por ellas. Los discípulos a los cuales voy a instruir no podrán
apartarse del mundo. No existe estado de paz física y de tranquilidad donde
pueda invocarse al alma y realizar un trabajo de poderosos resultados, como en
la quietud del silencio y en el descanso de lo que el hindú denomina “samadhi”
-el total desapego de las demandas del cuerpo y las emociones. El trabajo debe
ir adelante en medio del espejismo. Se debe hallar el lugar de paz en medio del
desorden; adquirir sabiduría en medio del tumulto intelectual y colaborar con
la Jerarquía en el aspecto interno de la vida, circundados por el ensordecedor
ruido de la vida moderna en las grandes ciudades. Tal es el problema de ustedes
y el mío al tratar de ayudarles.
En lo que a mí respecta tengo también el problema del excesivo
desgaste de fuerza, cuando a intervalos intento llegar a ustedes y estudiarles.
Además, tengo la tarea de leer a larga distancia en sus mentes, ver su luz y
vitalizar sus auras. Hasta ahora los Instructores orientales no tuvieron ese
problema, excepto en muy raros casos. Los que ahora trabajan en el mundo
moderno regidos por los Maestros de Sabiduría, durante una encarnación o en
anteriores, han pasado por un proceso preliminar de sintonización y
entrenamiento, para poder ser receptivos. Por lo tanto, recuerden que tengo
también un problema que estoy dispuesto a resolver en bien del mundo
necesitado, como contribución mía a la aceleración del advenimiento de la nueva
y más fructífera era. En consecuencia, debemos ayudarnos mutuamente en nuestros
esfuerzos.
No prometo resultados rápidos y tampoco me comprometo a
proporcionar desarrollos espectaculares. Los resultados dependen totalmente de
ustedes, y éstos dependen de su paciencia, de la exactitud de los detalles, de
la disciplina que estén dispuestos a imponer a sus vidas y del olvido de sí
mismos. Quisiera pedirles que no se preocupen por los resultados y que trabajen
sin apego, puesto que no saben con exactitud las metas que he fijado para
ustedes; también quisiera que abandonen el constante autoanálisis,
característica sobresaliente del místico occidental introspectivo, aunque
ambicioso... Por lo tanto, ¿qué posición adopto? La posición de quien,
perteneciendo a un gran grupo de discípulos -desde el aspirante más humilde
hasta el más elevado Miembro de la Jerarquía, vincula a la humanidad con el
reino espiritual- puede enseñarles las antiguas reglas y hacerles sugerencias
para que recorran más rápidamente el sendero y sean de mayor utilidad a sus
semejantes. En esto no hay la más leve insinuación de una afirmación autoritaria
de parte de un miembro de la Jerarquía que debe ser obedecido y cuya palabra es
infalible. Recuerden esto, de lo contrario no es posible trabajar, pues
entrarían elementos de peligro, y el actual esfuerzo quedaría en la nada. Mi
anonimato se ha mantenido siempre y así continuará, aunque los miembros de este
grupo de discípulos saben quien soy. Me conocen por lo que soy. Me conocen como
Instructor, como discípulo tibetano e iniciado de cierto grado -el grado no
tiene importancia para ustedes. Lo que tiene importancia es la enseñanza que
daré. Soy un iniciado en los misterios del ser. Esta afirmación imparte por sí
misma información a quienes tienen conocimiento. Saben también que tengo cuerpo
humano y resido en el norte de la India. Que esto sea suficiente y no permitan
que la curiosidad les haga perder de vista la enseñanza.
Estamos juntos en una empresa espiritual. Todos voluntariamente
y sin ser presionados han declarado estar dispuestos a ir adelante hacia una
vida espiritual más intensa. Esto deben hacerlo por propia libertad de sus
almas y por el poder de sus propios intelectos. Seguirán las instrucciones que
les parezcan razonables y correctas, pero cuando decidan seguirlas, deben
procurar cumplir con exactitud mis requisitos. Analizarán y considerarán los
requisitos que de vez en cuando les impartiré, y no acepten ni crean en su
inspiración verbal porque vienen de mí. El lenguaje siempre entorpece y limita.
La salud y las circunstancias les servirá de guía en su trabajo, pero recuerden
siempre que para llegar a ser Maestro se debe alcanzar la maestría, no la
obediencia a determinada persona. Deberán tener en cuenta que yo, su
Instructor, no soy siempre consciente de su situación física o de las acciones
diarias. No me ocupo de los asuntos de la personalidad; los aspirantes
desorientados que afirman que los Maestros les dicen lo que deben hacer y les
guían en sus asuntos personales, están aún muy lejos del grado del discipulado
aceptado. Recuerden que la luz brillará en la mente autocontrolada, libre del
predominio mental de otra mente. Con estas prevenciones claramente
comprendidas, pasaremos a enunciar ciertos principios y a considerar lo que es
posible realizar:
Primero, debe recordarse siempre que el nuevo discipulado es
primordialmente un experimento en trabajo grupal y que el perfeccionamiento
individual del discípulo no es su objetivo principal. Considero esta afirmación
como básica y esencial. Los individuos están destinados a suplementarse y
complementarse mutuamente, y el grupo deberá oportunamente constituir un
conjunto de cualidades, capaz de expresarse útil y espiritualmente, a través
del cual pueda afluir energía espiritual para ayudar a la humanidad. La tarea
deberá realizarse en el plano mental. La esfera de servicio de cada discípulo
individual es la misma de antes, pero a los diferentes campos del esfuerzo
individual se agregará actividad y vida grupales, que serán más perceptibles a
medida que transcurra el tiempo. Por lo tanto, el primer objetivo es fusionar y
unificar el grupo, de modo que cada miembro pueda trabajar en íntima relación
mental y en colaboración espiritual con los demás. Esto inevitablemente llevará
tiempo, y el éxito de la Jerarquía en este nuevo esfuerzo dependerá de una
actitud sensata y de una afluencia del espíritu de amor, por parte de cada miembro del grupo. Esto será
relativamente fácil para algunos discípulos, pero muy difícil para otros.
Muchos individuos de gran cultura desarrollaron excesivamente la mente
analítica. Sin embargo, a medida que trascurra el tiempo y se haga un verdadero
esfuerzo, el proceso de unificación progresará grandemente. En consecuencia,
éste es nuestro primer esfuerzo, y también el esfuerzo del grupo de cada
Maestro y la realización de la Jerarquía Misma, la unidad grupal.
Cada discípulo debe aprender a subordinar sus propias ideas,
acerca del progreso personal, a las necesidades del grupo, porque -a fin de
tener un grupo coordinado y activo como unidad de servicio- mientras algunos
discípulos tendrán que acelerar su progreso en determinados líneas, otros
tendrán que aminorarlo momentáneamente para ponerse a la par de la mayoría.
Esto sucederá automáticamente si la identificación grupal es el factor
dominante en los pensamientos de cada discípulo, y si se relega a segundo plano
el deseo de progreso personal y satisfacción espiritual. Los grupos de cada
Ashrama están destinados a trabajar juntos eventualmente, en la misma forma que
los distintos sectores de una gran organización actúan eficazmente juntos como
una unidad. Los grupos deben funcionar armónica e inteligentemente. Esto será
posible cuando los individuos de un grupo y los grupos individuales pierdan de
vista sus propias identidades al realizar el esfuerzo para que este experimento
de la Jerarquía tenga éxito. Los sentimientos, las reacciones, los deseos y los
triunfos de los individuos no cuentan enfáticamente para nada. Sólo es considerado
de importancia lo que promueve el esfuerzo grupal y enriquece la conciencia del
grupo. Lo único, por ejemplo, que atrae mi atención es aquello que proporciona
mayor poder espiritual a mi grupo de discípulos, o lo que intensifica su luz o
amortigua su fulgor. Debe recordarse que considero siempre subjetivamente a mis
grupos de discípulos como un grupo. Veo su fulgor; observo el ritmo unido, el
tono y color unificado; oigo el sonido que emiten colectivamente. Quiero
reiterar que, en cierto sentido, sus individualidades no me interesan ni las
considero de importancia, salvo en la medida que aceleran o disminuyen la
vibración grupal. Para nosotros, los Instructores del aspecto interno, ustedes,
como personalidades, no tienen importancia, pero como almas son de vital
importancia. Cada discípulo en el grupo de cualquier Maestro puede tener muchas
debilidades y limitaciones que actúan como obstáculos en el mismo grupo, pero
como almas, están parcialmente despiertos y vivos y han logrado cierta medida
de alineamiento. Lo mismo sucede con todos los de mi grupo. Como almas les
estimo y trato de ayudarles y elevarles para que alcancen expansión e
iluminación.
Quisiera hacer resaltar un punto, a medida que consideramos al
individuo en el grupo y sus relaciones grupales. Vigilen cuidadosamente sus
pensamientos respecto a los demás, eliminen inmediatamente toda sospecha y
crítica y procuren mantenerse mutuamente firmes en la luz del amor. No tienen
la menor idea de la potencia de tal esfuerzo, ni de su poder para desatar las
ligaduras de cada uno y elevar al grupo a una extraordinaria altura. Por la luz
pura del mutuo amor pueden acercarse más a mí y a los instructores en el
aspecto subjetivo de la vida y llegar más rápidamente al Portal que conduce al
Camino Iluminado. Tienen la oportunidad de demostrar entre sí el valor científico
y el poder del amor, considerado como la fuerza de la naturaleza. Esfuércense
por demostrarlo, así cada uno liberará lo que necesita para establecer cambios
poderosos y vitales en los cánones y propósitos de la vida de los miembros del
grupo. El amor no es un sentimiento ni una emoción, tampoco un deseo o móvil
egoísta para actuar correctamente en la vida diaria. Amar es esgrimir la fuerza
que guía los mundos y conduce a la integración, unidad e inclusividad, que
impele a actuar a la Deidad misma. El amor es algo muy difícil de cultivar,
debido al egoísmo inherente en la naturaleza humana, y difícil de aplicar en
todas las condiciones de la vida, y su expresión exigirá al máximo lo que
puedan dar y el abandono de toda actividad personal egoísta.
Los discípulos del grupo de un Maestro deben amarse mutuamente
con inteligencia y constante fortaleza, así liberan esa luz y poder que hará
oportunamente que el grupo tenga un valor efec¬tivo en el mundo. Para no
herirles cuando trabaje con ustedes en el futuro, no disfrazaré las verdades
que tenga que decirles; tampoco entraré a considerar los sentimientos y las
reacciones de la personalidad, porque cuento con la sinceridad del propósito de
todos ustedes.
Quizá sea prudente recordar aquí que, por regla general, nadie
cree lo que otros dicen -no importa cuán evidente sea la verdad ni por más que
afirmen que la aceptan. Únicamente las verdades forjadas individualmente en el
crisol de la experiencia penetran realmente en la conciencia viviente y
fructifican. Pero en este esfuerzo grupal emprendido, todos los miembros son
conscientes de lo que se le dice a cada uno, lo cual puede ser muy útil y
producir reajustes más rápidos, imposibles de otra manera, siempre que en forma
unida y amorosa ayuden al condiscípulo a cambiar las condiciones indeseables.
Por mi parte, cuento con una sola cosa hermanos míos, y es la profunda
sinceridad de ustedes. Señalar un defecto o un error no es algo negativo -como
algunos creen. A medida que la clara luz del alma afluye, revela a la
personalidad tal cual es. Si se practica verdadero desapasionamiento, los
discípulos de este grupo verán las cosas tal cual son, y permanecerán impávidos
ante la revelación de cualidades deseables o indeseables. Si se sienten
deprimidos, irritados o heridos por tal revelación, indica falta básica de
desapasionamiento y demuestra apego a la personalidad y a la opinión de los
demás.
Segundo, es esencial que los discípulos de un ashrama sean
contemplativos, pero en sentido ocultista, no místico. En el trabajo de
meditación, que están realizando o realizarán en el futuro, el objetivo debería
ser alcanzar lo más rápidamente posible el punto más elevado del proceso de la
meditación, pasando con rapidez por las etapas de concentración, alineamiento y
meditación, hasta lle¬gar a la contemplación. Una vez alcanzado este elevado
punto, procuren mantenerlo, y de esa manera aprenderán a actuar como almas en
su propio mundo, contemplando el mundo de las ener¬gías, en el que todos los
iniciados trabajan y donde algún día, en esta o en otra vida, cada uno de
ustedes tendrá cabida. Este estado (si así puedo llamarlo) deben alcanzarlo con
cuidado, observarlo con exactitud, cuando se logra de alguna manera mantener un
re-gistro preciso de las impresiones. Por lo tanto, deberán constituir un grupo
de contemplativos activos. Los resultados serán mas fáciles si reflexionan y
luchan por alcanzar la primera condición de su existencia grupal, la unidad
grupal.
Tercero, esta unidad grupal, que tendrá sus raíces en la
meditación grupal unida o en la vida contemplativa (donde el alma sabe que es
una con todas las almas), debe demostrarse en alguna actividad grupal que
deberá manifestarse inmediatamente en el grupo, y más tarde -cuando la
unificación sea más completa- en todo el mundo. Así se exteriorizarán en la
Tierra los ashra¬mas de los Maestros, y la Jerarquía actuará abiertamente en el
plano físico, y no tras de la escena como hasta ahora. Entonces se restaurarán
los Misterios.
miércoles, 29 de enero de 2014
martes, 28 de enero de 2014
EXPANSIÓN DE CONCIENCIA - LEY DE VIBRACIÓN - TENSIÓN Y EQUILIBRIO (Por Ana Castro Valle)
EXPANSIÓN DE CONCIENCIA - LEY
DE VIBRACIÓN - TENSIÓN Y EQUILIBRIO
Por Ana Castro Valle
La
conciencia no es estática y su objetivo es la expansión. Fundamental para poder
conseguir la expansión de la conciencia es “La Enseñanza” que podemos decir que
comienza por el conocimiento, el cual llevado a la vida práctica diaria, al
vivir cotidiano, nos va presentando una serie de dificultades que tenemos que
salvar, y en la medida que las vamos salvando, lo que empezó por un simple
conocimiento se convierte en Enseñanza, hemos aprendido algo que ha calado en
nuestro ser, tanto en sus aspectos negativos como positivos.
Importante
para adquirir Enseñanza es la observación, observar la vida en todas sus
facetas y analizar causas y efectos. Cuál es la causa de un efecto y con qué
fin se produce el proceso. La Enseñanza nos amplía la comprensión porque cada
acontecimiento nos acostumbramos a verlo desde su mayor amplitud con todos sus
pros y contras y todas sus posibles causas. Igualmente y al mirar y ver con una
perspectiva más amplia y más completa, también llega la aceptación.
La
vida cotidiana es una fuente de gran Enseñanza, todos los pequeños
acontecimientos que vivimos diariamente, si los observamos con atención, nos
van a ayudar a agudizar la mente, a saber pensar con lógica y a poder
desarrollar los distintos acontecimientos que nos seguirán aportando
Enseñanza.
En
la Enseñanza interviene la Ley de Vibración y las Enseñanzas tienen sus propias
vibraciones. Nosotros como seres humanos tenemos nuestras propias vibraciones,
condicionadas por nuestro nivel de conciencia. Para penetrar en las Enseñanzas
del mundo sutil, tenemos la necesidad de elevar nuestras vibraciones por medio
de la disciplina y la purificación de los pensamientos del corazón. Hay
vibraciones que no podremos soportar por incompatibilidad, pues hay grandes
diferencias en las vibraciones de la fuente de donde proceden y las del
receptor. Al corazón tenemos que educarlo para poder penetrar en el mundo
sutil. Saber discriminar la procedencia de las vibraciones también es una
Enseñanza.
Hay
infinidad de manifestaciones que no están encuadradas dentro de la física
elemental. Los experimentos irán aumentando. Hay una serie de sensaciones en el
Mundo Sutil, a las que el cuerpo grosero se tiene que ir adaptando y con ello,
penetraremos en la esencia de las Leyes del Mundo Sutil, y daremos pasos
específicos en el mismo.
Relacionar
la sutilidad de las distintas vibraciones a través del Sutratma o Hilo de la
Vida de la Mónada, Alma, y Personalidad, representa un trabajo de purificación
de la personalidad que le hará elevar sus vibraciones y así poder percibir las
superiores. Esto nos sigue conduciendo a la Enseñanza que significa percibir
los conocimientos con convencimiento de su realidad, entendiéndolos,
comprendiéndolos y viviéndolos. Esta Enseñanza llegará a transformarse en
Sabiduría.
El
proceso sabemos que es mucho más extenso, aunque aquí nos hemos referido
puntualmente al Sutratma. Todo ha comenzado con el despertar de la conciencia,
la adquisición del conocimiento, la meditación, las crisis que todo esto nos
atrae, ya que estamos concibiendo ideas nuevas que tenemos que asimilar con
seguridad y confianza de que estamos en la verdad y que es lo que queremos. En
la vida práctica también vivimos estos cambios, pues nos vemos obligados a
cambiar nuestras actitudes, porque casi sin darnos cuenta percibimos las
exigencias del alma y no comprendemos determinadas situaciones que vivimos con
su inestabilidad. Dicho de otra manera estamos purificando nuestra
personalidad, elevando sus vibraciones que la cualifican para llegar a las
Enseñanzas, lo cual, y puntualmente nos representa una gran satisfacción a la
que no podemos ni dar nombre.
No
se pueden dar determinados pasos sin focalizarnos en el plano mental, y
utilizando al mismo tiempo el corazón al que tenemos que disciplinar y de esta
manera tendremos la ayuda necesaria para diferenciar las distintas vibraciones
y el cuerpo grosero podrá ir percibiendo las vibraciones del Mundo Sutil que se
irá familiarizando con las cualidades de la etapa siguiente, y penetraremos en
la esencia de las leyes del Mundo Sutil.
Ante
las dificultades tendremos que estar
serenamente expectantes y esforzarnos en el trabajo para llegar al Instructor.
En
este desenvolvimiento cuenta el estado de la personalidad del estudiante, su
Rayo, su ambiente inmediato, su herencia y condiciones kármicas.
El
corazón sutil sugiere como discriminar
en esta compleja trama de condiciones, y es absolutamente necesario ese
equilibrio que nos permita la adquisición de la Enseñanza.
La
presión del corazón puede estar representada por esa necesidad de actividad que
el ser espiritual necesita para desarrollarse, y en la medida que desarrollamos
una actividad amorosa e inteligente
también se van desarrollando las manifestaciones sutiles.
La
calma equilibra la tensión porque emprendemos la actividad necesaria que hace
fluir los conflictos y su solución, dándole a la energía la dirección correcta.
El
trabajo constante e incansable, es irremplazable y útil para el Mundo Sutil,
porque el sentido que le damos al trabajo es obtener la ilimitada perfección.
El
sendero del Amor constituye la tensión de la energía cósmica. Así encontraremos
nuestro lugar en el Cosmos.
El
flujo surgido de la impetuosa tensión es el mejor escudo que nos preserva y nos mantiene inmunes.
Todos
nos tenemos que mantener unidos y absorbidos en la tensión de cada momento,
estando atentos a cada necesidad.
El
estado de Nirvana no es descanso, sino una tensión más elevada de la energía.
La
precaución es absolutamente necesaria cuando existe una tensión sin precedente.
Tenemos
que disciplinar al corazón para que trabaje al ritmo adecuado.
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