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sábado, 22 de marzo de 2014

LA NATURALEZA DEL ESOTERISMO, de Alice A. Bailey



La Naturaleza del Esoterismo,  de Alice A. Bailey


Los educadores de la nueva era deben poner cada vez más el énfasis en el acercamiento esotérico y sería de valor que definieran el esoterismo en términos que estén al alcance de la inteligencia media del estudiante esotérico y de acuerdo a su grado de evolución. Les recordaré que el verdadero esoterismo es algo más profundo (desde el punto de vista de la Jerarquía) de lo que se cree.

Una de las más inadecuadas definiciones dadas sobre el esoterismo es la que concierne a lo que está oculto y velado, pero aunque se lo presiente, se desconoce. Con ello se quiere insinuar que ser esotérico es estar entre quienes tratan de penetrar en cierto reino secreto, en el cual no se le permite entrar al estudiante común. Si esto fuera todo, entonces el desarrollo de cada científico y místico representaría el acercamiento de tipo mental y de tipo emocional al mundo del esoterismo y de las realidades ocultas, lo cual no sería exacto. El místico jamás es un verdadero esotérico, porque no se ocupa conscientemente de fuerzas ni de energías, sino de algo indefinido (llamado Dios, Cristo, Bienamado) y que es, por lo tanto, aquello que satisface el ansia de su alma. El científico que actualmente estudia y penetra con tanta rapidez en el mundo de las fuerzas y las energías es, en realidad, un verdadero esotérico — aunque en su esfuerzo por controlar las energías que busca, niega su fuente de origen. Esto no tiene importancia, porque más adelante reconocerá la fuente de donde emanan.

El acercamiento fundamental de quienes tratan de captar el esoterismo o enseñarlo a los estudiantes, consiste en hacer hincapié en el mundo de las energías y reconocer que detrás de todo lo que acontece en el mundo de los fenómenos (quiero significar los tres mundos de la evolución humana), existe el mundo de las energías, las cuales son de la mayor diversidad y complejidad, pero todas se mueven y actúan bajo la ley de Causa y Efecto. Es innecesario señalar la naturaleza práctica de esta definición, como también indicar cómo puede ser aplicada a la vida del aspirante, a la de la comunidad y a la de los asuntos mundiales, o su aplicación en los condicionantes niveles inmediatos de las energías espirituales experimentales que constantemente tratan de hacer impacto o contacto, con el mundo de los fenómenos. Esto lo hacen bajo la dirección espiritual, a fin de complementar el Plan. Lo afirmado anteriormente es de vital importancia; las demás afirmaciones están implícitas en ellas, y es la primera verdad importante que sobre el esoterismo debe conocer y aplicar cada aspirante a los misterios y a la universalidad de lo que mueve los mundos y fundamenta el proceso evolutivo.

La primera tarea del esotérico consiste en captar la naturaleza de las energías que tratan de condicionarlo y que se expresan en el plano físico a través de su equipo o vehículo de manifestación. Por consiguiente, el estudiante esotérico debe comprender que:

1. Es un conjunto de fuerzas heredadas y condicionadas por lo que ha sido, además de una gran fuerza opositora que no es un principio y que llamamos cuerpo físico.

2. Es sensible a, y debería ser cada vez más consciente de ciertas energías que aunque hoy las desconoce y no las puede utilizar; debe llegar a ser consciente eventualmente si quiere penetrar con más profundidad en el mundo de las fuerzas ocultas. Tales energías podrían ser malignas para él si trabaja con ellas y, por lo tanto, debe saber diferenciarlas y descartarlas; hay otras energías que deberá aprender a emplear porque son benéficas aumentarán su conocimiento, por lo tanto, deberán considerárselas como buenas. Tengan en cuenta que las energías en sí no son buenas ni malas. La Gran Logia Blanca, nuestra Jerarquía espiritual, y la Logia Negra emplean las mismas energías universales, pero con diferentes móviles y objetivos; ambas están formadas por esoteristas entrenados.

Por lo tanto el esotérico en entrenamiento debe:

1. Llegar a ser consciente de la naturaleza de las fuerzas que constituyen el equipo de su personalidad y que él mismo ha manifestado magnéticamente en los tres mundos, las cuales forman una combinación de fuerzas activas. Aprender a diferenciar entre la energía estrictamente física, que responde automáticamente a energías internas y a otras, y las que vienen de los niveles emocionales y mentales de la conciencia, las cuales se enfocan a través del cuerpo etérico; esto moviliza y energetiza a su vez a su vehículo físico para ciertas actividades.

2. Llegar a ser sensible a las energías impulsoras del alma que emanan de los niveles mentales superiores, las cuales tratan de controlar las fuerzas del triple hombre cuando ha alcanzado cierto grado definido de evolución.

3. Reconocer las energías que condicionan su medio ambiente, viéndolas no como hechos o circunstancias, sino como energías en acción; por ese medio aprende a abrirse camino detrás de la escena de los acontecimientos externos y llega al mundo de las energías, tratando de hacer contacto y capacitarse para llevar a cabo ciertas actividades. Así penetra en el mundo de significados. Los hechos y circunstancias, los acontecimientos y fenómenos físicos de todo tipo, son simplemente símbolos de lo que ocurre en los mundos internos, mundos que debe penetrar el esotérico, hasta donde se lo permita su percepción; por lo tanto descubrirá secuencialmente mundos que le exigirán su penetración científica.

4. Para la mayoría de los aspirantes la Jerarquía es un reino esotérico que demanda ser descubierto y acepta ser penetrado. Elijo mis palabras cuidadosamente a fin de evocar una respuesta esotérica.

No trato de ir más allá del objetivo destinado a la humanidad; para los iniciados y discípulos que aún no han pasado por la iniciación de la Transfiguración, los reinos superiores de la conciencia y el "Lugar Secreto del Altísimo" (la cámara del concilio de Sanat Kumara) siguen siendo profundamente esotéricos, porque constituyen un reino superior de energías planetarias, extraplanetarias e interplanetarias, que no concierne a los educadores; por lo tanto, el cuerpo docente de una escuela esotérica no está llamado a tratarlas. La tarea de tales educadores consiste en entrenar a los estudiantes para poder reconocer entre la energía y la fuerza, saber discriminar entre los diversos tipos de energía, tanto respecto a ellos mismos como a los asuntos mundiales, y comenzar a relacionar lo que se ve y experimenta, con lo invisible, lo que condiciona y lo que determina. Esta es la tarea del esotérico.

Existe la tendencia entre los estudiantes esotéricos, especialmente entre los que pertenecen a antiguos grupos piscianos, a considerar el interés puesto en las energías, que producen los acontecimientos universales o que conciernen al gobierno y a la política, como antagónico al esfuerzo esotérico y espiritual. Pero el nuevo esoterismo, patrocinado por los grupos modernos y los tipos más mentales, considera todos los acontecimientos, los movimientos mundiales y los gobiernos nacionales, y también todos los hechos políticos, como expresiones de las energías que se encuentran en el mundo interno de la investigación esotérica en consecuencia no ven una razón valedera para excluir de; razonamiento y pensamiento un aspecto tan importante de los asuntos humanos, ni el descubrimiento de las nuevas verdad técnicas que pueden establecer la nueva era de correctas relaciones humanas. Ellos se preguntan: ¿por qué excluir la investigación política del plan de estudios espirituales? Lo consideran de la misma o de mayor importancia, que las actividades de las iglesias; los gobiernos condicionan a los pueblos y contribuyen a la formación de cualquier civilización actual, obligando a las masas a seguir ciertas y necesarias líneas de pensamiento. Las iglesias y los hombres deben aprender que nada existe en el mundo de los fenómenos, de las fuerzas y de las energías, que no pueda ser controlado por lo espiritual. Todo lo que existe es, en realidad espíritu en manifestación. Los pueblos están adquiriendo mentalidad política y esto los Maestros lo ven como un gran paso hacia adelante. Un gran progreso se habrá obtenido cuando las personas espiritualmente orientadas incluyan esta zona relativamente nueva del pensamiento humano y su actividad internacional, dentro del campo de su investigación esotérica.

Permítanme darles una simple ilustración: La guerra es, de hecho, una gran explosión de energías y fuerzas -generadas los planos internos, en los cuales debería estar trabajando el esotérico (y donde raras veces se lo encuentra)- que hallan horrenda y espantosa expresión en el plano físico. La pauta de esto la tenemos hoy en el hecho del empleo constante de las expresiones "Fuerzas de la Luz" y "Fuerzas del Mal". Cuando las causas internas y esotéricas, que inducen a la guerra, se descubran mediante la investigación esotérica, habrá Ilegado el momento en que la guerra y las guerras terminarán para siempre. Éste es el verdadero trabajo esotérico, pero los esotéricos hoy lo desprecian porque se consideran espiritualmente superiores a esos acontecimientos y (en su torre de marfil) se concentran en su propio desarrollo, al que agregan un poco de filosofía.

Aquí debe dejarse sentado un punto: el esoterismo no es, ningún modo, de naturaleza mística e indefinida. Es una ciencia -esencialmente la ciencia del alma de todas las cosas- y tiene su terminología, experimentos, deducciones y leyes propias. Cuando digo alma me refiero a la conciencia animadora que se halla en la naturaleza toda y en los niveles que están fuera de la zona que generalmente llamamos naturaleza. Los estudiantes suelen olvidar que todo nivel de conciencia, desde el superior al inferior, es un aspecto del plano físico cósmico y, en consecuencia — desde el punto de vista del proceso evolutivo —, es de naturaleza material y — desde el punto de vista de determinados Observadores divinos — es absolutamente tangible y está formado de sustancia creadora. El esotérico trabaja todo el tiempo con sustancia; tiene que ver con esa sustancia viviente y vibrante de que están hechos los mundos y que — heredada de un sistema solar anterior — está matizada por los hechos pasados y, como ya se ha dicho, "teñida por el karma". También debe observarse que así como el plano físico, tan familiar para nosotros, no es considerado por el estudiante esotérico como un principio, tampoco el plano físico cósmico (desde el punto de vista de las vidas cósmicas) no es análogamente un principio. He aquí mucho material para reflexionar.

Podría afirmarse que el esotérico se ocupa de descubrir y trabajar con esos principios que energetizan cada nivel del plano físico cósmico, pero que en realidad son aspectos de la energía vital calificada que actúa dentro de la sustancia sin principio y a través de ella. La tarea del estudiante consiste en no prestar atención a la sustancia forma de la existencia y llegar a ser consciente de lo que fue la fuente de producción de la forma, en cualquier nivel específico. Su tarea radica en desarrollar en sí misma la necesaria sensibilidad y respuesta a la cualidad de la vida que predomina en cada forma, hasta que llega, con el tiempo, a obtener la cualidad de la VIDA UNA que anima al planeta, dentro de Cuya actividad vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser.

Para lograr esto debe, antes que nada, descubrirse la naturaleza de sus propias energías cualificadas (aquí tiene cabida la naturaleza de los rayos regentes), las cuales se expresan por medio de sus vehículos inferiores de manifestación, y después por medio de su personalidad integrada. Después de lograda una parte de este conocimiento y orientarse hacia el aspecto de la vida cualificada, el estudiante empieza a desarrollar el mecanismo interno y sutil, mediante el cual puede establecer contacto con aspectos más generales y universales. Aprende así a diferenciar entre la cualidad o las predisposiciones kármicas de la sustancias sin principio de la que está hecha su forma, y todas las forma y los principios cualificados que tratan de expresarse por medio de esas formas e, incidentalmente, redimirlas, salvarlas y purificarlas, a fin de que la sustancia del próximo sistema solar sea de un orden superior a la del actual, y pueda, en consecuencia responder mejor al aspecto voluntad del Logos.

Visto desde este ángulo, el esoterismo es la ciencia de la redención, y los Salvadores del Mundo constituyen Sus exponentes y el símbolo perdurable. Para redimir la sustancia y sus formas se manifestó el Logos planetario, y toda la Jerarquía con su gran Conductor, el Cristo (Símbolo del mundo actual), podría ser considerada como una Jerarquía de Redentores expertos en la ciencia de la redención. Una vez que Ellos hayan dominado esta ciencia considerarán la Ciencia de la Vida y se ocuparán las energías, las cuales eventualmente retendrán y utilizarán sustancia y las formas redimidas y cualificadas, imbuidas de principio. Esto tiene como objetivo redimir la sustancia sin principio restaurar su creatividad y lograr su integración espiritual. Los frutos de Su labor se verán en el tercero y último sistema solar. Debido a su actividad se producirá una gran fusión espiritual planetaria, cuyo símbolo es la fusión de la personalidad con el alma (en cierta etapa del sendero de evolución), en sentido microcósmico. Podrá verse así la estrecha relación que existe en el trabajo del aspirante o discípulo individual, cuando redimir salva y purifica su triple cuerpo de manifestación, y el trabajo del Logos planetario cuando realiza una tarea similar en conexión con los "tres vehículos periódicos", a través de los cuales trabaja: el vehículo de Su personalidad, la expresión de Su alma y Su aspecto monádico.

Por lo expuesto se darán cuenta que trato de aclarar el significado de la palabra, "esoterismo" e indicar la naturaleza extremadamente práctica y científica de la empresa en que han embarcado todos los esotéricos.

El estudio esotérico, unido a una forma, de vivir esotérica, revela a su debido tiempo el mundo de los significados y conduce oportunamente al mundo de las significaciones. El esotérico procura descubrir la razón de los por qué; lucha con el problema de los hechos, acontecimientos, crisis y circunstancias, a fin de lograr el significado que éstos puedan tener para él; cuando descubre el significado de cualquier problema específico lo utiliza como estímulo para, penetrar más profundamente en el mundo de significados que le fue recientemente revelado; entonces aprende a incorporar sus pequeños problemas personales al Todo mayor, perdiendo así de vista el yo inferior y descubriendo al yo superior. El verdadero punto de vista esotérico es siempre el del Todo mayor. El estudiante ve el mundo de significados como una red intrincada y extendida sobre todas las actividades y los aspectos del mundo fenoménico. La trama etérica es el símbolo y el diseño de esta red, que se encuentra entre los centros situados a lo largo de la columna vertebral del individuo, su analogía microcósmica, como si fuera una serie de puertas de entrada al mundo más amplio de significados. Esto en realidad concierne a la verdadera Ciencia de los Centros, a la cual me he referido con frecuencia. Son modos de entrar conscientemente (cuando se desarrollan y funcionan) en un mundo de realidades subjetivas y en ciertas fases hasta ahora desconocidas de la conciencia Divina.

Sin embargo, el esoterismo no se preocupa de los centros como tales, puesto que no es un esfuerzo para despertar científicamente los centros, como creen muchos estudiantes. El esoterismo, en realidad, es el entrenamiento para obtener la capacidad de actuar libremente en el mundo de significados; no se ocupa de ningún aspecto de la forma mecánica, sino totalmente del aspecto alma el aspecto del Salvador, del Redentor y del Intérprete- y del principio mediador entre la vida y la sustancia. Este principio mediador es el alma del aspirante o discípulo individual (si se pueden emplear términos que inducen a engaño), y es también el "ánima mundi" de la totalidad del mundo.

El esoterismo implica, por lo tanto, vivir una vida a tono con las realidades subjetivas internas, posible únicamente cuando eI estudiante está inteligentemente polarizado y mentalmente enfocado, siendo de utilidad sólo cuando él puede moverse entre estas realidades internas con destreza y comprensión. El esoterismo implica además comprender la relación que existe entre fuerzas y energías y el poder de utilizar la energía para reforzar y luego emplear en forma creadora las fuerzas con las cuales ha entrado en contacto, de allí su redención. El esoterismo usa las fuerzas del tercer aspecto (el de la sustancia inteligente) como receptoras de las energías de los dos aspectos superiores, y al hacerlo salva así a la sustancia. Es también el arte de hacer "descender a la tierra" esas energías que emanan de fuentes superiores, para "arraigarlas" o introducirlas. Un ejemplo ilustrativo lo tenemos en la actividad esotérica de un grupo mundial de estudiantes que dio por resultado la divulgación de la enseñanza sobre el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo [Tratado sobre Magia Blanca, págs. 291-316. Tratado sobre los Siete Rayos, T. II (Psicología Esotérica), págs. 473-556], introduciendo y fijando en la conciencia de la humanidad la realidad de la existencia del trabajo de este grupo fundamentalmente subjetivo; así centralizó el trabajo de este grupo y su actividad redentora se intensificó.

Toda verdadera actividad esotérica produce luz e iluminación; trae como resultado la intensificación y cualificación de la luz heredada de la sustancia mediante la luz superior del alma — en el caso de que la humanidad obrara conscientemente. Por consiguiente, podemos definir el esoterismo y su actividad en términos de luz, pero me abstengo de hacerlo debido a la vaguedad y aplicación mística realizada hasta ahora por los esotéricos de décadas pasadas. Si los esotéricos aceptaran en su forma simple el pronunciamiento de la ciencia moderna, que sustancia y luz son términos sinónimos, y reconocieran que la luz que pueden arrojar sobre la sustancia (o sea la aplicación de la energía a la fuerza) es también de naturaleza sustancial, podría ser encarado el tema en forma mucho más inteligente. El esotérico se ocupa de la luz en sus tres aspectos, pero actualmente es preferible que se ocupe de un acercamiento diferente hasta que — mediante desarrollos, ensayos y experimentos — conozca esas triples diferenciaciones en un sentido práctico y no sólo teórico y místico. Debemos pagar algunos de los errores del pasado.

He dado diferentes definiciones en otros libros, muchas de ellas sumamente sencillas, las cuales podrán tener hoy un significado, pero más adelante llegarán a tener significaciones más abstrusas.

Quisiera lanzar un desafío a todos los esotéricos para que intenten hacer el práctico acercamiento que he delineado. Les pediría que vivan una vida redentora, desarrollen la sensibilidad mental innata y actúen continuamente de acuerdo al significado que hay detrás de los asuntos mundiales, nacionales, comunales e individuales. Si lo realizan, entonces la luz brillará repentina y acrecentadamente sobre el camino. Por lo tanto, podrán ser portadores de luz y saber que "en esa luz verán la Luz", y también la verán sus semejantes.

jueves, 20 de marzo de 2014

VIDA GRUPAL (D.K. “EL TIBETANO”)




VIDA GRUPAL (D.K. “EL TIBETANO”)


ENTRENAMIENTO GRUPAL
La técnica de entrenar discípulos para la iniciación y de absorberlos en los distintos ashramas que forman el Gran Ashrama del Señor del Mundo, ha sido alterada. Los Maestros ya no se ocupan del individuo que se esfuerza aquí o allá por avanzar en el sendero, manifiesta tener capacidad y aparentemente está preparado para lo que se ha denominado “la evocación de la conciencia iniciática”. A la Jerarquía le resulta evidente que, con la llegada de la era acuariana, la preparación, iniciación y aceptación grupales, deben reemplazar y reemplazarán  los  antiguos  métodos,  los  cuales,  erigidos  alrededor  de  la relación directa entre el Maestro y el discípulo, tuvieron una mayor utilidad a principios de la era pisceana.  
INTEGRIDAD GRUPAL
1. El pensamiento espiritual, resultado del trabajo mágico de un hermano de intención pura, tiene más y mayor poder que el de muchos hermanos que siguen la tendencia de la personalidad. Todo verdadero aspirante, cuando comprende la magnitud del Plan y contempla las fuerzas alineadas en su contra, quizás se sienta abatido por la aparente futilidad de su esfuerzo y la ínfima parte que él desempeña, entonces debe recordar que existe un creciente grupo  de  personas  similares  a  él  y  que  esto  constituye  un esfuerzo grupal. De acuerdo a la Ley, los Grandes Seres actúan a través de Sus discípulos de todos los países, y nunca hubo tantas personas que se esfuercen por capacitarse en el desempeño de la fusión de “Transmisores del Propósito”, y tampoco ha existido una integridad interna y relación subjetiva tan fuertes entre los trabajadores de todos los campos en las distintas actividades del mundo. Por primera vez en la historia, existe un grupo coherente a disposición de los Maestros. Sólo tuvieron hasta ahora trabajadores solitarios y aislados o pequeños grupos separados, lo cual ha entorpecido grandemente el trabajo. Hoy esto ha cambiado. 
Quisiera  exhortarlos  a  todos  a  comprender  esto  y  trabajar  para sustanciar tal integridad grupal, desarrollando el poder de reconocer a dichos trabajadores en cualquier parte, bajo cualquier nombre u organización, y cooperar con ellos cuando sean reconocidos. No resulta fácil hacerlo y presupone lo siguiente: 
I.          Sensibilidad interna al Plan. 
II.         Capacidad para reconocer principios que rigen la conducta y la administración. 
III.        Capacidad  para  despreocuparse  de  lo  no  esencial  y acentuar lo esencial. 
IV.       Subordinación  de  la  ambición  e  interés  personales  al desarrollo de los ideales grupales. 
V.       Mantenimiento constante del contacto interno por medio de la meditación, sin preocuparse ni acentuar las reacciones de la personalidad. 
Estos son los requisitos fundamentales y deberían recibir la atención de los trabajadores y estudiantes de todos los grupos. 
Sería de valor que todos los días a las cinco de la tarde, por medio de un acto volitivo, cada estudiante se una con este grupo de servidores, místicos y hermanos, que va integrándose rápidamente. Podría ser benéfico memorizar la breve dedicación siguiente, recitándola mentalmente a dicha hora, con la atención enfocada en la cabeza: 
“Que el Poder de la Vida Una afluya a través de todos los grupos de verdaderos servidores. 
“Que el Amor del Alma Una caracterice la vida de todos los que tratan de ayudar a los Grandes Seres.   
“Que cumpla mi parte en el Trabajo Uno, mediante el olvido de mí mismo, la inofensividad y la correcta palabra”. 
 Lleve entonces dicho pensamiento desde el grupo de servidores del mundo, que se están integrando rápidamente, hasta los Grandes Seres que respaldan nuestra evolución mundial. 
Esto puede efectuarse en pocos segundos, dondequiera uno se encuentre y no importa con quien se halle; ello no sólo ayudará en el trabajo mágico de las fuerzas de la luz, sino que servirá para estabilizar al individuo, acrecentar su conciencia grupal y enseñarle el proceso de llevar adelante las actividades subjetivas internas, aunque actúe exotéricamente.   
2. Existían en la Tierra y en cada nación, hombres y mujeres que (de alguna manera) reconocían a la Jerarquía espiritual del planeta, poseían o estaban desarrollando rápidamente la cualidad de no separatividad, y no se hallaban limitados por una organización, sino principalmente por la misma tendencia de sus ideas y por sus actividades comunes. Constituían un grupo que creaban subjetiva, espiritual, práctica y abiertamente, una nueva forma de relación humana. Esta nueva relación dio por resultado mutua comprensión y colaboración mental, que no reconocen barrera ni limitaciones nacionales. En el  aspecto  interno  del  incentivo  y  del  esfuerzo  espirituales,  actualmente trabajan como un solo grupo; en el aspecto externo de los asuntos mundiales, quizá no se conozcan entre sí físicamente, ni lleguen abiertamente a hacer contacto, sin embargo están animados por los mismos principios y llevan adelante - en todas las naciones y en cada gran sector del pensamiento y del planeamiento humano - un trabajo similar.   
3. El nuevo grupo de servidores del mundo, el cual es la expresión práctica de una existente unidad, basada en la unicidad del móvil, del reconocimiento, de la orientación (hacia el mundo espiritual y el servicio a la humanidad), de los métodos y de las ideas, y todo ello, a pesar de que, generalmente,  no  existen  las  relaciones  en  el  plano  físico  y  carece  de organización y reconocimiento externos. La unidad es subjetiva, y por esa razón no la afecta ninguna sombra de separatividad.

LAZOS DE SERVICIO
1. Conviértase más definidamente en un centro radiante de vida magnética, uniendo a las personas con quienes trabaje, por medio del amor y la comprensión. Esta tarea es dura y difícil, significa unir muchos elementos por lazos de servicio, que de otra manera no se mezclarían ni fusionarían. Implica comprender y analizar a los seres humanos, y también un trabajo paciente y lento. A medida que se amplía su trabajo y se extienden sus límites, enfrentará cada vez más perplejidades y dificultades incidentales  en las relaciones  humanas,  las  que  debe  manejar  con  impersonalidad,  amor  y silencio.
Procure integrar a otros en el servicio a la humanidad, permaneciendo usted en el ser espiritual e irradiando amor y sabiduría...
Viva  en  la  cima  de  la  montaña  y  camine  allí  con  sus  hermanos. Conserve la visión clara por sobre las brumas de la Tierra”.  

2. Ningún grupo esotérico estará debidamente manejado ni correctamente motivado, si las energías espirituales de que disponen y el conocimiento y la sabiduría que imparte, no se expresan como servicio definido.

martes, 18 de marzo de 2014

LA DOCTRINA DEL CORAZÓN.- El Maestro y el Discípulo (ACV.)



LA DOCTRINA DEL CORAZÓN
El Maestro y el Discípulo
ACV. 




“La Jerarquía de nuestro planeta es un grupo que trabaja…..   en el plan de la evolución, como magos blancos y discípulos consagrados.”
(Tratado sobre Magia Blanca, pág. 45

La importancia de la Jerarquía para la humanidad, seguramente que pocos llegarán a comprenderla, pues es difícil llegar a captar que realmente contamos con su guía y ayuda, y sin embargo así es. Todos los conocedores y colaboradores de Dios, encarnados y desencarnados que trabajan en cualquier campo de manifestación divina, forman parte de la Jerarquía planetaria. Ellos poseen el poder de la visión y percepción espirituales y estas cualidades son aprovechadas en el servicio a la humanidad.

También se puede decir que la Jerarquía está formada por los hijos de los hombres que ya no están centrados en la autoconciencia individualizada, habiendo llegado a una comprensión más amplia de la vida planetaria.

Lo mejor que produce cualquier raza está representado por los Maestros, Iniciados y discípulos que alcanzan la meta impuesta por sus almas.

Entiendo que en la etapa actual son ya muchos los hombres y mujeres que están colaborando con la Jerarquía y por lo tanto contribuyendo en la realización del Plan de Dios en la Tierra. Es una gran tarea y una gran responsabilidad  para todos los servidores.  

La Jerarquía es un grupo de Maestros dedicada al servicio de la humanidad, a través de los Maestros, Iniciados y Discípulos. Hay distintos grupos en la tierra que se ocupan de conducir e iniciar a la humanidad para que muchos puedan ser elegidos como discípulos aceptados y puedan servir eficazmente.  

 “La clave del trabajo de la Jerarquía y el esfuerzo de todos los Conocedores consiste en atraer a su zona de conocimiento…  y sabiduría…  a otros entes que están preparados para obtener una expansión similar de conciencia.
(Tratado sobre Fuego Cósmico, pág. 254)

Cito esta nota clave porque considero que contiene una gran sabiduría y como consecuencia una gran verdad o viceversa. Por supuesto es lógico que la Jerarquía, formada por seres elevados, quiera atraer a su nivel de conocimiento y sabiduría a los que ya están preparados para obtener una expansión de conciencia.

Pensando como seres  humanos y espirituales que a través de la evolución algún día también podremos formar parte de la Jerarquía, nos concierne totalmente esta nota clave. De hecho y desde hace tiempo, podemos ver con satisfacción a  personas y grupos dentro del sendero evolutivo con gran afán de colaboración y que inconsciente o conscientemente nos vamos encontrando y reconociéndonos. Podríamos intuir que muchas de esas personas y grupos están preparados  para captar ciertos conocimientos más firmes y avanzados en relación con el Plan de Dios en la Tierra.

Creo que ese reconocimiento entre los compañeros del Camino es mutuo. En determinadas ocasiones y sobre todo con motivo de determinados eventos con encuentros de convivencia espiritual, se ha podido  comprobar que ha existido una gran atracción  ante determinadas exposiciones, sobre todo me refiero a exposiciones hechas desde el alma. Puede haber presentaciones de temas muy elevados y muy bien documentados, pero quizás más bien a nivel intelectual, y sin lugar a dudas y aun pudiendo representar una gran enseñanza, no ha existido esa atracción, ese magnetismo, porque hay exposiciones a las que le falta “alma”, “esencia”, que es lo que mueve la vida.  Esta es una apreciación que posteriormente y en privado hemos podido constatar, produciéndose diálogos de preguntas y respuestas de gran interés sobre cómo llegar a determinadas ideas y la dificultad para seguir en este camino. Cuando las exposiciones  se hacen con conocimiento de causa y no solamente desde la lectura de un buen libro que nos hemos aprendido de memoria, los corazones terminan captando y expresando. Para que estos efectos se manifiesten es de necesidad que tengamos la intención de captar y hacer llegar LA VERDAD que lo mueve todo, y todas aquellas personas que están preparadas para captarla, la captan. La comunicación tiene su efecto cuando hay una fuente emisora y otra receptora y ambas deben ser de calidad. Las distintas ampliaciones de conciencia se producen y todos y cada uno de nosotros  tenemos nuestra responsabilidad. Por supuesto que es de vital importancia el ejercicio de la voluntad para poder dar el paso exitosamente, y eso no siempre se da si no hemos eliminado previamente los espejismos y una gran parte del karma que pueden impedir que se obtengan los efectos adecuados.   

En este reconocimiento de unos y otros podemos ir viendo como personas que en la presente vida no nos conocíamos de nada, nos ponemos en contacto, aparentemente de casualidad, y colaboramos en el mismo servicio o en servicios complementarios. Sabemos que el servicio es absolutamente necesario para la construcción del Antakarana, no se termina de construir el Antakarana sin servicio, y este puente tiene una relación directa con la Doctrina del Corazón o Agni Yoga.

Ese servicio absolutamente necesario, se nos pondrá por delante si llevamos una vida correcta en conocimiento, discernimiento, discriminación y meditación. Si somos constantes y de verdad estamos disponibles para el servicio, el servicio hará acto de presencia para que nos pongamos en acción.

Quiero decir con estos enunciados,  que cuando intentamos trasladar nuestros conocimientos (mayores o menores) lo más honestamente posible y contamos con una causa y una intención elevada y correcta,  el efecto se va a producir, aunque no siempre lo veamos. Es una forma de contribuir en las posibles ampliaciones de conciencia, de ahí que debemos ser conscientes de nuestra tarea.

Implícitamente estamos hablando del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo, y la relación que existe entre la Jerarquía y el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo es muy similar a la del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo  y la Humanidad.  

Puede decirse que todos trabajamos con energía y por supuestos también los Maestros que forman parte de todo el proceso evolutivo.

Los Hermanos Mayores están preparando a la humanidad para que pueda dar el siguiente paso, unificando los distintos planos, así como las almas y los cuerpos. El principal trabajo de la Jerarquía va dirigido al Nuevo Grupo de Servidores del Mundo, al igual que el trabajo del Nuevo Grupo de Servidores del mundo está dirigido a que la humanidad encuentre su Ser.

La preparación individual es absolutamente necesaria para poder colaborar con la Jerarquía y para que los Maestros no tengan dificultad para elegir discípulos. De igual manera, los hombres y mujeres de buena voluntad y de Voluntad al Bien, son agrupados por los Maestros para ejercer el servicio adecuado. Es el servicio que realiza el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo con respecto a la Humanidad, sin adular ni nutrir ambiciones de poder, sino induciendo al correcto empleo del conocimiento que motivará la experiencia y realización de la meta.

Nada de esto es posible sin el testimonio de vida que debe expresarse. Ningún conocimiento cumple su fin si no es llevado a la práctica.

El Nuevo Grupo de Servidores del Mundo lo forman hombres y mujeres de Buena Voluntad y de Voluntad al Bien, comprometidos con la realización del Plan de Dios en la Tierra. No tienen sede social ni organización específica que sepamos. Sin embargo, la Voluntad al Bien que es la Voluntad Divina, actúa a través de todas estas almas que así lo han decidido.

La Jerarquía trata de exteriorizarse y para ello utiliza el servicio del NGSM, que al mismo tiempo realiza igual proceso con respecto a la Humanidad. Podemos decir que es una demostración más de la UNIDAD de la que formamos parte y de la que tenemos que ser conscientes y que podemos apreciar simplemente observando la vida que es una cadena en la que todos los eslabones tienen que estar bien engrasados y cumplir su función. Cuando esto llegue a ser una realidad y constituyamos esa gran alma grupal, la tierra será un planeta sagrado y será consecuencia del servicio directo de la Jerarquía al NGSM y de éste a la Humanidad.

Ana Castro Valle



lunes, 17 de marzo de 2014

LA PALABRA (D.K. "EL TIBETANO")



LA PALABRA (D.K.)



Uno de los más grandes instrumentos para el desarrollo práctico, y que está al alcance de todos, es la PALABRA. Quien cuida sus palabras y sólo habla con fines altruistas, con el objeto de difundir la energía del amor por medio del lenguaje, domina rápidamente los pasos iniciales y se prepara para la iniciación. La palabra es la manifestación más esotérica que existe, el medio de la creación y el vehículo para la fuerza. En la parquedad de las palabras, entendiéndolo esotéricamente, está la conservación de la fuerza. En la utilización de las palabras, bien elegidas y habladas, radica la distribución de la fuerza del amor del sistema solar, esa fuerza que conserva, fortalece y estimula. Sólo a quien conozca parcialmente estos dos aspectos de la palabra, se le podrá confiar su permanencia ante el Iniciador, y extraerá de esa presencia ciertos sonidos y secretos, que le son impartidos bajo la promesa de guardar silencio.

El discípulo debe aprender a permanecer silencioso ante el mal, a callar ante los sufrimientos del mundo, sin perder tiempo en quejas inútiles y en demostraciones de dolor, sino tratar de aligerar la carga del mundo, y trabajar sin perder energías en palabras. Sin embargo, debe hablar cuando es necesario el estímulo; emplear la palabra con fines constructivos; expresar la fuerza del amor del mundo, a medida que fluye a través de él, a fin de aliviar o aligerar la carga, recordando que, a medida que la raza progresa, el elemento amor y su expresión entre los sexos, se trasladarán a un plano superior. Entonces, por medio de la palabra hablada, no por la expresión en el plano físico, como sucede hoy, se llegará a comprender el verdadero amor que une a quienes son uno solo en el servicio y en la aspiración. Entonces el amor entre los individuos de la familia humana utilizará la palabra para la creación en todos los planos, y la energía que ahora se manifiesta en la mayoría, a través de los centros inferiores o genitales, se trasladará al centro laríngeo. Este es todavía un lejano ideal, pero algunos ya pueden vislumbrarlo y procuran, mediante el servicio mancomunado, la colaboración amorosa, la unicidad en aspiración, pensamiento y esfuerzo, dar forma y configuración a este ideal, aunque inadecuadamente. 

El discípulo que desea pasar los Portales de la Iniciación, no lo conse¬guirá hasta conocer el poder del lenguaje y del silencio.

Cuando el hombre comprenda la significación de la palabra hablada y utilice el silencio de los altos lugares, para producir determinados efectos en algún plano, podrá ser admitido en los reinos donde cada sonido y cada palabra pronunciada generan potentes resultados en algún tipo de materia. 

El significado oculto del habla. Cuanto más progrese en el sendero de acercamiento a los misterios, mayor cuidado ha de tener el aspirante. Esto es necesario por tres razones:
Primero, debido a su etapa de evolución puede impartir tal fuerza a sus palabras que le sorprendería si pudiera verlas en el plano mental. Construye con más exactitud que el hombre común, en consecuencia su forma mental tiene mayor vitalidad y desempeña con mayor precisión la función para la cual ha sido enviada, mediante el "Sonido" o el habla.

Segundo, cualquier palabra hablada y en consecuencia cualquier forma mental construída (excepto en el sendero superior, y que no esté fundada en impulsos personales) puede erigir una barrera de materia mental entre el hombre y su objetivo. Esta materia o muralla de separación debe ser eliminada antes de poder efectuarse un nuevo avance; dicho proceso es kármico e inevitable.

Tercero, la palabra constituye en gran parte un sistema de comunicación en los niveles físicos; en los niveles más sutiles donde se encuentra el trabajador y en las comunicaciones con sus compañeros de trabajo y colaboradores elegidos desempeñará una parte cada vez menor. La percepción intuitiva y la interacción telepática caracterizarán el intercambio entre aspirantes y discípulos.

Cuando un hombre comprende el significado del lenguaje, aprende cómo hablar, cuándo hablar, qué logra con hablar y qué sucede cuando habla, entonces está muy cerca de su objetivo. 

Todo buen orador realiza un trabajo muy esotérico. Un buen conferenciante (por ejemplo) es el que hace un trabajo análogo, en pequeña escala, al realizado por el Logos solar. ¿Qué hizo el Logos? Pensó, construyó, vitalizó. Un orador, por lo tanto, selecciona el material con el que va a estructurar su oratoria y lo vitalizará. Reúne de toda la materia mental del mundo la sustancia que trata de emplear individualmente. Luego hace lo mismo que el segundo Logos, le da forma inteligentemente. Construye la forma y, cuando ya lo ha hecho, termina desempeñando la parte de la primera Persona de la Trinidad, introduciendo su Espíritu, vitalidad y fuerza en ella, para que sea una vibrante y viviente manifestación. 

En el plano físico se nos conoce por lo que hablamos, por nuestra parquedad, por las cosas que decimos y por las que no decimos, y se nos juzga por la calidad de nuestra conversación. Juzgamos a las personas por lo que dicen, porque sus palabras revelan el tipo de material mental con que operan y la cualidad de energía o vida que hay detrás de sus palabras. 

Un pensamiento es evocado y concretado por medio de la palabra, extraído de lo abstracto y de un estado nebuloso, y materializado en el plano físico, produciéndose así (si pudieran verlo) algo muy definido en los niveles etéricos.

Las palabras constituyen una de las llaves que abren las puertas de comunicación entre los hombres y los seres más sutiles.

Pero sólo quien ha aprendido a guardar silencio y conoce el momento propicio en que debe hablar, puede atravesar el velo y establecer ciertos contactos esotéricos. En La Doctrina Secreta se dice: la magia consiste en dirigirse a los Dioses en Su propio lenguaje, por lo tanto, el lenguaje del hombre común no puede llegar hasta ellos.

Por consiguiente, quienes tratan de aprender el lenguaje oculto, quienes anhelan conocer las palabras que penetrarán los oídos de aquellos que se hallan en el más allá, y quienes tratan de aplicar las fórmulas y frases que les dará poder sobre los Constructores, deben olvidar el modo con que empleaban las palabras y abstenerse de hablar por el método ordinario. Entonces el nuevo lenguaje será suyo y las nuevas expresiones, palabras, mántram y fórmulas serán puestas bajo su custodia. 

El propósito del lenguaje es revestir el pensamiento y ponerlo a disposición de los demás. Cuando hablamos, evocamos un pensamiento y le damos vida, haciendo audible lo que está oculto dentro de nosotros. El lenguaje revela, y el correcto lenguaje puede crear una forma que encierre un propósito benéfico, así como el lenguaje incorrecto puede crear una forma que tenga un objetivo maligno. 

El principal problema mundial de gobierno constituye en último análisis la aplicación inteligente de las ideas. Aquí es donde se hace sentir el poder de la palabra, así como en la religión o la educación, se hace sentir el poder de la palabra escrita o impresa. En el campo de la política los oradores influyen a las masas, y nunca lo han hecho en tal medida como ahora, por medio de la radio. Se repiten incesantemente al público teorías respecto a las dictaduras, comunismo, nazismo, fascismo, marxismo, nacionalismo e ideales democráticos. Se presentan sistemas de gobierno de algún grupo de pensadores, sin darles tiempo a reflexionar o pensar con claridad. Se difunden las antipatías raciales y se expresan las preferencias e ilusiones personales, engañando a los irreflexivos. Siempre tendrán seguidores, el hombre que posee el don de la palabra y una oratoria elocuente y puede expresar con vehemencia las quejas del pueblo, el malabarista de las estadísticas, el fanático que ofrece infalible cura a los males sociales y el hombre que siente placer en avivar los odios raciales. Tales personas pueden fácilmente romper el equilibrio de la comunidad y conducir, al éxito y al poder transitorio, o a la deshonra y al olvido, a un grupo de adherentes irreflexivos. 

Que cada uno obtenga el control de la palabra, que ha sido a menudo su meta, pero raras veces lo lograron, y recuerden que el factor más poderoso para controlar la palabra es un corazón amoroso. La charla desordenada y desbocada, una conversación plena de odio, una insinuación cruel, una sospecha, la atribución de móviles erróneos y malintencionados a personas y pueblos y la diversidad de actitudes que separaron a las numerosas naciones del mundo, abundan en la actualidad y llevaron a la actual situación angustiosa. Es muy fácil adoptar las mismas costumbres de hablar y pensar que prevalecen a nuestro alrededor y participar de las habladurías y demostraciones de odio. Cuídense esforzadamente de esto y no digan nada que pueda encender el odio y la suspicacia respecto a cualquier raza, persona, grupo o líder de grupos y naciones. Deberán precaverse cuidadosamente para, aun en defensa de lo que personal o nacionalmente puedan aprobar, no dejarse llevar por el odio y quebrantar la ley del amor, única ley que puede salvar verdaderamente al mundo. Quizás la clave para el éxito en esta línea sea el silencio de un corazón amoroso. 

Otro factor decisivo en lo que a mí respecta, es poner a prueba la capacidad de ustedes para guardar silencio, hasta que sea necesario. El silencio es uno de los principales requisitos para la iniciación, algo que todo discípulo tiene forzosamente que aprender. 

Procure saber cuándo hablar y cuándo guardar silencio, recordando que al eliminar la posesividad y toda referencia de sí mismo reducirá la conversación a sus esenciales puntos espirituales. 

LIMITACIÓN DE LAS PALABRAS

En el próximo siglo, cuando el equipo del hombre esté mejor desarro¬llado y se conozca un significado más verdadero de la actividad grupal, será posible impartir mayor información, pero aún no ha llegado el momento. Todo lo que me queda por hacer es revestir la idea, de alguna manera, con palabras apropiadas. Si éstas revisten la idea y la limitan, entonces seré culpable de crear nuevos prisioneros que finalmente tendrán que ser libera¬dos. Todos los libros son prisiones de ideas, y sólo cuando el lenguaje y la escritura sean reemplazados por la comunicación telepática, el intercambio intuitivo, el plan y su técnica de expresión podrán ser captados con mayor claridad. Ahora hablo simbólicamente; manipulo palabras a fin de crear ciertas impresiones; construyo una forma mental que, cuando sea suficiente¬mente dinámica, impresionará el cerebro del agente trasmisor, como lo es el lector. Pero a medida que lo hago, sé perfectamente lo que no debo decir y que pocas veces es posible puntualizar una cosmología, macrocósmica o microcósmica, que sólo imparte un idea imperfecta de la realidad divina. 

Pero ¿cómo podrá ser comprendido el todo por la parte? ¿Cómo puede un alma observar todo el plan cuando ella sólo ve una minúscula fracción de la estructura? Tengan esto constantemente en cuenta cuando estudian y reflexionan sobre estas instrucciones, y recuerden que a la luz del futuro conocimiento humano, todo lo trasmitido aquí es análogo a un libro de lectura de quinto grado, comparado con los libros de texto utilizados por un profesor ¬universitario. Sin embargo, servirá al aspirante para pasar del Aula de Apren¬dizaje al Aula de Sabiduría, siempre que utilice la información dada. 

Aprendan a ser telepáticos e intuitivos. Entonces estas frases e ideas revestidas por las formas, no serán necesarias. Así podrán enfrentarse con la verdad desnuda, y vivir y trabajar en el terreno de las ideas y no en el mundo de las formas. 

¿Cómo puede ser totalmente veraz, (una información) conociendo el limitado poder que poseen ustedes para comprenderlo? Me es imposible impartirles la verdad, porque no existe terminología apropiada ni ustedes poseen una base adecuada de conocimiento, lo cual dificulta mi tarea. 

Mientras leen mis palabras, quisiera que se retraigan internamente y traten de pensar, sentir y percibir, en el nivel de conciencia más elevado posible. El esfuerzo que dediquen para realizarlo dará mucho fruto y una rica recompensa. No captarán la plena intención de estas palabras, pero el sentido de percepción comenzará a reaccionar ante la impresión triádica. No encuen¬tro otra forma para explicarlo, limitado como estoy por la necesidad de emplear el lenguaje. Quizás nada lleguen a registrar conscientemente, porque el cerebro del discípulo común es todavía insensible a la vibración monádica. Aunque el discípulo fuera capaz de responder en cierta medida, no existen las imprescindibles palabras para expresar la ideas presentidas o revestir el concepto. Por lo tanto, es imposible dar a las ideas divinas una forma ideal y luego hacerlas descender al mundo de significados y de allí al mundo de los símbolos. Lo que diré tendrá, sin embargo, mayor significación al finalizar este siglo, cuando los hombres se hayan recuperado del caos y la crueldad de la guerra, y cuando las nuevas y más elevadas influencias espirituales se viertan externa y constantemente. Escribo, hermanos míos, para el futuro. 

La base de todos los fenómenos manifestados es el sonido enunciado, o palabra pronunciada con poder, es decir, con el pleno propósito de la voluntad tras de ella. Aquí radica, como se sabe, el valor de la meditación, que produce eventualmente ese propósito interno y recogimiento dinámico, o esa interna ideación, que debe preceder infaliblemente a la pronunciación de cualquier sonido creador. 

El iniciado aprende a emitir sonidos conscientemente; logra los resulta¬dos deseados y premeditados, pronuncia palabras, tiene plena conciencia de las consecuencias en todos los planos, crea formas y dirige la energía por medio de sonidos sagrados, impulsando así los fines de la evolución. 

El aspirante tiene que... controlar la palabra en todos los instantes del día. Algo fácil de decir, pero muy difícil de practicar, y quien lo logra se aproxima rápidamente a la emancipación. Esto no se refiere a la reticencia, a la melancolía, al silencio o mutismo, que caracterizan a las naturalezas poco evolucionadas y que en realidad se hallan en un estado de inarticulación. Se refiere al empleo controlado de las palabras para obtener ciertos fines y la retención de la energía vocal cuando no es necesaria, algo muy diferente. Involucra el reconocimiento de los ciclos, de las temporadas y de las estaciones; supone el conocimiento del poder del sonido y de los efectos producidos por la palabra hablada; entraña la comprensión de las fuerzas constructivas de la naturaleza y su debido manejo y se basa en la capacidad de manejar sustancia mental y ponerla en movimiento para obtener resultados en la materia física, de acuerdo con el propósito claramente definido del Dios interno. El fulgor del segundo aspecto del yo, Vishnu, o aspecto constructor de la forma, es la principal característica del ego en su propio plano. Debería reflexionarse sobre esto. 

Cada Palabra diferenciada o sintetizada afecta a los reinos dévicos y desde allí al aspecto constructor de la forma de la manifestación. Todo sonido produce su correspondiente respuesta en la sustancia dévica e impulsa a multitudes de diminutas vidas a adoptar formas específicas... La mayoría de los seres humanos construyen todavía inconscientemente, y la forma construi¬da es un agente benéfico o maléfico, según sea el móvil o propósito del hombre. 

Palabras de Poder, antiguos mántram (tales como el Padre Nuestro) y la Gran Invocación, son efectivos sólo si se utilizan en el plano mental y con el poder de una mente controlada - enfocada en su intención y significado - detrás del esfuerzo hablado. Entonces se hacen poderosas. Cuando son pronunciadas con el poder del alma, así como con la atención dirigida de la mente, llegan a ser en forma automática dinámicamente efectivas .

Las Palabras de Poder (esto también atañe al OM) tienen su origen en el segundo rayo... y están destinadas a ser empleadas por el alma, porque es la expresión del segundo aspecto de la divinidad, y sólo ella puede emplear realmente estas Palabras y sonidos y producir los resultados deseados, que están siempre de acuerdo al Plan divino. A menudo olvidan que deben ser empleadas por el alma en forma dinámica, involucrando el sensato recono¬cimiento del aspecto voluntad. 

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