SIMBOLOGÍA (ACV)
El que inquiere la
verdad ha de dudar, una vez en su vida, acerca de todas las cosas, cuanto sea
posible. Puesto que hemos nacido sin uso de la palabra y hemos hecho juicios
diversos de las cosas sensibles antes que tuviésemos uso íntegro de nuestra
razón, estamos apartados del conocimiento de la verdad por numerosos prejuicios
de los que creemos no podernos librar de otro modo que empeñándonos, una vez en
la vida, en dudar de todas aquellas cosas en las que hallemos una sospecha, aún
mínima, de incertidumbre.” (R. Descartes, “Principia Philosophiae” –
“Principios de la filosofía”, 1ra.parte, Art.I.)
Simbología
Vamos a intentar
introducirnos en el significado simbológico de todo lo que somos y de todo lo
que nos rodea, y para ello, y siempre buscando LA VERDAD, preguntémonos ¿qué es
un símbolo?. Yo diría que símbolo es lo
aparente o la forma de todo cuanto existe, cuyo significado más profundo no se
capta a simple vista. Símbolo es todo aquello que vemos, oímos, expresamos y que
hasta que no adquirimos un conocimiento más o menos profundo, no llegamos a
comprender su significado.
Hay símbolos en todos
los planos, físico, emocional y mental. Las propias palabras y mejor aún las
frases completas son símbolos que iremos descifrando en la medida que tengamos
la intención y la búsqueda de encontrar su significado. Esto podemos aplicarlo
a todo, pero con mucho más motivo al esoterismo que se ocupa del estudio del
alma de todas las cosas.
El que no ha oído
palabras como mesa, silla, cama, etc., etc., no entenderá de lo que hablamos si
no le definimos cada una de esas palabras, y una vez llegados al conocimiento
de las mismas podremos explicar la forma y el uso que se les puede dar a cada
uno de esos elementos, luego la palabra en sí es un símbolo. Quien es capaz de
llegar a conocer el significado de un símbolo quiere decir que ya ha adquirido
como mínimo conocimiento. Sin embargo, podemos llegar mucho más lejos a través
de la intuición y de la sabiduría, de manera que de inmediato y sin más
esfuerzo captemos el significado, causa y fin de todo lo creado, pero claro,
hablar de intuición y sabiduría es mucho más que hablar de conocimiento, hemos
tenido que adquirir éste, haberlo llevado a nuestro vivir diario en su más
auténtica realidad, y como consecuencia de ese trabajo, de ese vivir y
compartir amorosamente, llegará la intuición y la sabiduría.
El hecho de que estemos
hablando en estos términos ya quiere decir que vislumbramos cierta realidad y
que lo que nos falta, a unos más y a otros menos es hollar el Sendero, coger
nuestra mochila, quitarle todo el peso de piedras, malas hierbas, resentimientos,
etc., etc., y cargarla de AMOR que es infinitamente más que lo que normalmente
y humanamente damos. Dar sin pedir, sin juzgar, sin exigir, sin distinción de
razas ni colores; eso de lo que
afortunadamente ya venimos hablando: “pensar con el corazón y amar con la
mente”.
A partir de esta pequeña
introducción, esbozaremos algo de la simbología propiamente dicha y sería bueno
decir que los seres de la creación son la manifestación simbólica de una
energía invisible que ellos mismos contienen en su interior. Si observamos
atentamente podemos ver que la creación entera es un código simbólico y armónico, con una
realidad oculta y misteriosa, a la cual solamente podemos llegar si traspasamos la apariencia
formal y penetramos su profundo contenido. Se dice que "el hombre es lo
que conoce", y que todo el conocimiento llega a él a través de símbolos.
Las variadas formas de los minerales, las plantas y los animales; los colores,
tamaños, sabores y sonidos de las cosas, así como el clima y las mareas,
obedecen a leyes naturales dictadas por el Creador a la creación entera, a
través de cuya armonía Él mismo se expresa a sus criaturas.
La Simbólica es la
ciencia que enseña al hombre a investigar en los misterios del cosmos y la
naturaleza, expresados también en las
creaciones de la cultura, donde se emplea el símbolo como vehículo de
autoconocimiento. Para ello se emplea el arte de conocerse a sí mismo. Las
tradiciones antiguas, que aún permanecen vivas gracias a las escuelas de
iniciación que han transmitido y preservado sus enseñanzas ininterrumpidamente,
consideran al símbolo como el vehículo más adecuado de expresión de las
verdades de orden metafísico, y la Simbólica es la ciencia sagrada que conserva
el significado profundo e interno (esotérico) de esos signos misteriosos del
universo, de la naturaleza y del ser humano y su cultura. No se llegará a un
conocimiento profundo con el único método analítico de la razón, sino apelando
a la intuición superior y al intelecto puro.
El símbolo no constituye
una finalidad en sí mismo, es solo un vehículo de expresión y de
conocimiento, y ver en él un fin sería
caer en las tentaciones de la superstición y de la idolatría.
La Palabra simboliza un triple sentido: exotérico, esotérico y
trascendente, lo que es igual a decir su significado vulgar o externo, el más
profundo que contiene su razón de ser, y el más trascendente que constituye
toda expresión simbólica de LA VERDAD.
Por consiguiente, en cualquier campo de la vida, tenemos que progresar desde un primer conocimiento de
lo concreto al reconocimiento de lo más hondo y subjetivo.
En el conocimiento de lo
más hondo, de lo subjetivo, llegamos al reconocimiento individual de la
Divinidad, bajo el aspecto de Padre o de Madre, que parece haber sido
instintivo en cualquier religión que haya sido verdaderamente vivida.
La dualidad es otro
símbolo que podemos apreciar en cualquier aspecto de la vida y representada
comúnmente por los polos positivo y negativo y que nos hacen respectivamente
activos y pasivos. El Bien y el Mal, la Belleza y la Fealdad, la Vida y la
Muerte, la Verdad y el Error, el Vicio y la Virtud, la Fortuna y la Desgracia,
y tantos pares de opuestos que dominan el mundo y que no existe uno sin el
otro, y aquí es donde se nos plantea el eterno conflicto que al mismo tiempo es
la esencia de la vida y nuestra manera de evolucionar. Todo par de elementos o
principios opuestos y complementarios encuentran un tercer elemento, el
intermediario equilibrador o Principio de Armonía, así cesa el conflicto entre
los opuestos y la dualidad se hace fecunda y se resuelve en impulso evolutivo,
constructivo y progresista. El Padre y la Madre engendran al Hijo, el Hombre, o
sea la Criatura Perfecta, nace de la unión del Cielo con la Tierra, realizando
la mística unión y la expresión de lo Superior con lo Inferior.
En el campo de las
ideas, la Verdad se encuentra una vez examinada la tesis y la antítesis, el pro
y el contra sobre un asunto determinado, que nos conduce a la solución del
problema que nos ocupa, con la síntesis de los argumentos favorables y los
contrarios. Todo Ternario resulta de una
Dualidad, a la cual se le agrega una nueva Unidad del mismo género, que puede
considerarse como la resultante de la unión de los elementos constitutivos del
Binario o Dualidad. Así, por ejemplo, toda vez que nos esforzamos en unir los
dos lados o líneas divergentes del ángulo por medio de una nueva línea
horizontal, obtenemos como resultado un triángulo, es decir, la primera y más
sencilla de las figuras geométricas.
El triángulo, la figura
geométrica resultante de la unión de tres puntos por medio de tres líneas
rectas iguales, el triángulo equilátero o regular, cuyos tres ángulos también
son iguales, ha sido siempre considerado como un símbolo de Perfección, Armonía
y Sabiduría, y, por ende, de lo celestial. El TRIÁNGULO, representa la
divinidad.
El estudio del número
tres no sería completo sin tener en cuenta las diferentes trinidades y
trilogías, de orden filosófico, religioso y moral, que se le relacionan.
Encontramos trinidades y trilogías en todas las religiones y en todas las
filosofías de todos los pueblos, y bajo
diferentes nombres se halla una misma realidad, un mismo reconocimiento
diferentemente expresado.
Desde el triángulo,
irradian en sus tres lados otros tantos grupos de rayos que simbolizan la
fuerza expansiva del Ser, que desde un punto central infinitesimal se extiende
y llena el espacio infinito. Cuando hablamos del CÍRCULO, estamos tratando del
UNO, del Gran Hacedor que todo lo contiene.
El círculo es la idea
sintética de la perfección.
El Número uno o mónada
representa el principio activo, es la
verdadera esencia de todas las cosas, el principio y fundamento de cuanto
existe. Es el símbolo del Dios único.
El CUADRADO, es la principal forma geométrica que debe
manipular todo, ya que está relacionado con las formas físicas de los
elementos. El cuadrado representa la materia en su aspecto más denso. También
el cuadrado o el cuaternario, representa
a la personalidad, expresando el cuerpo
etérico, el físico, el emocional y el
mental.
Realicemos un breve
resumen con los principales elementos
simbólicos que pueden develarse en torno a la Escalera de Jacob.
La escalera de Jacob, es
el emblema de las virtudes y de las cualidades espirituales del alma. Los
estados de la conciencia en el ser humano, se elevan hacia el cielo como
aspiraciones y se manifiestan en nosotros como inspiraciones. Estos son los
"ángeles y arcángeles de Dios", que bajan por la escalera.
La Escalera, ofrece un
simbolismo que se identifica con un “puente” vertical que se eleva a través de
todos los mundos hacia la divinidad. Tiene relación con los estados superiores
de evolución y, además, a diferentes grados de iniciación, todo ello entendido
en su sentido más profundo y más propiamente esotérico.
La escalera nos sugiere
algunas observaciones, sus dos
travesaños verticales corresponden a la dualidad del “Árbol de la Ciencia”, o,
en la Cábala hebrea, a las dos “columnas”, la de derecha y la de izquierda, del
“árbol sefirótico.
Se ve que la escala
ofrece así un simbolismo muy completo: es, podría decirse, como un “puente”
vertical que se eleva a través de todos los mundos y permite recorrer toda su
jerarquía, pasando de peldaño en peldaño; y, a la vez, los peldaños son los
mundos mismos, es decir, los diferentes niveles o grados de la Existencia
universal. La escala debe considerarse como apoyada en tierra por su parte
inferior, lo cual significa que, para nosotros, nuestro mundo es el “soporte” a partir del cual debe
efectuarse el ascenso.
En otro orden de
cosas, los números son sinónimos de
Ideas, y esas Ideas se refieren por ejemplo a la unidad, al binario, a la
tríada, completamente distintos entre sí, pero que al mismo tiempo pueden
designar la misma energía pero en diversos grados de expresión.
El simbolismo del Santo
Grial va más allá de las apreciaciones de los diferentes dogmas y
creencias. Se trata de un icono que
proyecta una conexión entre el ser humano y su olvidado origen divino. En
concreto y refiriéndonos al ser humano el cáliz al completo estaría
representando la personalidad que hay que purificarla, habilitarla, para ser el
receptáculo del Verbo. “El Santo Grial
es la copa que contiene la preciosa Sangre de Cristo”, de ahí que el hombre
debe hacer crecer a su Cristo interno para llegar a la realización.
El símbolo de la Cruz
representa la manera como se llega a esta realización por la comunión perfecta
de la totalidad de los estados del Ser en expansión integral en dos sentidos,
vertical y horizontal que se cruzan en el centro, donde tiene lugar la comunión
perfecta de todos los estados del Ser.
Hay infinidad de
símbolos que cada cual irá descubriendo y voy a hacer una breve referencia
al FUEGO
que es un símbolo esotérico y místico muy antiguo y según se nos dice en
todas las tradiciones, es el vehículo de la unión con la divinidad. El fuego es el símbolo del alma en perpetua
sed de reintegración, es la síntesis de las transformaciones de los otros tres
elementos –tierra, agua y aire-. El
fuego se relaciona con el corazón, y también se identifica con el sol, el
vehículo de la luz que es propiamente el símbolo del alma.
Finalmente vamos a hacer
mención a la simbología de la PALABRA y nos vamos apoyar en las palabras de la
Biblia. Cristo, como todos los grandes Maestros se expresaba con analogías, y
sus grandes relatos son parábolas, o lo que es lo mismo, son símbolos que cada
quién va a descubrir su auténtico
significado en la medida que su evolución se lo permita. Siempre digo en este
sentido que la justicia de Dios es absoluta, cada uno va a entender según lo
que se haya capacitado, según lo que haya trabajado y servido, y entonces es
cuando se nos dará el ciento por uno, se irá despertando la Intuición y poco a
poco la Sabiduría, fuentes directas que nos permiten ver LA VERDAD, sin dudas y
sin velos.
Cristo utilizaba mucho
la simbología y podemos recordar frases como:
“No se puede servir a dos señores”. “No juzgad”,
“Perdonad”, “No te he dado los talentos para que los entierres”, “Mi Reino no
es de este mundo”, … . Sin embargo parece que frases tan sencillas y tan claras
no las entendemos y en nuestra vida brillan por su ausencia. Sí que rebuscamos
frases del más elevado nivel que quizás ni
entendamos, pero que nos hacen quedar como muy espirituales. ¿Cuánto
practicamos de la verdad?.
Confundimos cultura con
conocimientos espirituales, y este tipo de conocimientos con sabiduría, y no es
lo mismo. Podemos tener cultura y ningún o poco conocimiento espiritual;
igualmente podemos aprendernos de memoria
conocimientos espirituales y no haber alcanzado la sabiduría. Por eso es
que no sería bueno que practicáramos el engaño, ni hacia los demás ni hacia a
nosotros mismos.
El auténtico significado
de los símbolos llegará a nosotros cuando estemos en posesión de la sabiduría y
esta no se consigue con una varita mágica.
Vamos a seguir con
frases o expresiones simbólicas de la Biblia:
-
“Jesús echa a los mercaderes del Templo”. Difícilmente vemos
pasajes del Maestro con formas violentas. Seguramente que en esta ocasión
tampoco las utilizó, pero ¿qué se nos querrá dar a entender?. Muy posiblemente que de vez en cuando tenemos
que ser firmes en nuestros criterios y actitudes.
-
“lo que hagáis a uno de éstos a mí me lo hacéis”. Puede estar
hablándonos de la fraternidad, del UNO que somos.
-
“¿Quiénes son mi padre, mi madre y mis hermanos?, estos son mis
hermanos, señalando a la multitud”. Creo que todavía no lo hemos entendido
porque seguimos pensando que solamente son hermanos los de sangre.
-
“Perdonad setenta veces siete”. Es igual a decir no juzgues y
perdona siempre porque cada cual va por su punto evolutivo y nada sabemos del
otro, “conócete a ti mismo”.
- “No se puede servir a dos señores”. Es incompatible el materialismo, el egoísmo,
la separación de razas, clases, y
todo lo que son apegos a la materia, con la vida espiritual.
- “No todo el que dice Señor, Señor, entrará en
el Reino de los Cielos”. El Reino de
Dios no lo va a conseguir el que ore mucho y se de golpes de pecho, sino el que
cumpla la voluntad del Padre.
- “Por sus obras los conoceréis” Posiblemente nos está incitando a
que nos desarrollemos espiritualmente y solamente nos dejemos guiar por el
Maestro interior, aprendiendo a distinguir lo real de lo irreal.
- “Vende lo que tienes y repártelo a los pobres”. ¿Nos estará
diciendo que no podemos tener dinero? Pienso que muy posiblemente todas las
riquezas que tengamos en cada etapa de nuestras vidas son para emplearlas bien
y nunca manejarlas como el usurero.
- “Es más difícil que un rico entre en el Reino de los Cielos que
un camello por el ojo de una aguja”. Se enlaza esta frase con la anterior y a mí me dice que verdaderamente es
difícil administrar correctamente el dinero porque en el mundo es una gran arma
de poder y podemos caer en el error de dejarnos engañar pensando que es nuestro
y que podemos hacer lo que queramos con él.
Naturalmente que todas
las respuestas que he dado a cada una de estas frases, pueden ser infinitamente
mejores y quizás más acertadas, pero no se trata de saber más que el otro, más
bien se trata de que profundicemos en la vida para ir descubriendo LA VERDAD.
Ana Castro Valle.