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viernes, 7 de agosto de 2015

DESCENSO Y SACRIFICIO (ÁNGELES CAÍDOS) II.- Artículo reimpreso de TheBeacon, Septiembre-Octubre de 1989 Por Sarah McKechnie

DESCENSO Y SACRIFICIO   (ÁNGELES CAÍDOS) II

Siempre hay una elección entre dos senderos que es una elección, que para el ser humano, debe ser regida por el libre albedrío.
Artículo reimpreso de TheBeacon, Septiembre-Octubre de 1989
Por Sarah McKechnie



El descenso o la “caída” a la Tierra de los ángeles rebeldes, los ángeles solares o agnishvattas, es considerado como el misterio insinuado en la Escrituras y como el “secreto de las edades”     ((Psicología Esotérica T II, p. 83), No es de sorprender, entonces, que haya mucha confusión y malentendidos en lo relacionado a la “ángeles caídos” de los cuales Lucifer es el representante más conocido.

El secreto de los “ángeles caídos” es en esencia el misterio que subyace al mismo Plan de la evolución ya que la voluntad de los ángeles solares de “caer”, de sacrificarse a sí mismos con el objetivo de traer la luz del principio mental a lo que en aquel entonces fuera el hombre animal, ha marcado el punto en el cual ha entrado en acción la Ley de Dualidad, por medio de la cual la materia, la forma – negativa y pasiva – puede ser estimulada por el espíritu. Este acto de sacrificio en los albores de la historia humana es un hilo que se encuentra entretejido en todas las grandes escrituras y mitologías del mundo, incluyendo el mito de Prometeo que robó el fuego (la mente) para los hombres y la historia bíblica del Hijo Pródigo, quien abandonó el hogar del Padre para embarcarse en el sendero de la experiencia de la vida en la forma y los sentidos – el viaje “al país lejano”.

El rol de los ángeles solares y el de su sacrificio en beneficio de la humanidad está tratado extensamente en La Doctrina Secreta de H.P, Blavatsky. De hecho, en 1887 a la revista de la Sociedad Teosófica se le ha dado el nombre de “Lucifer” en un esfuerzo por arrojar claridad sobre aquello que es considerado, injustamente, como un ángel sacrificado maligno.

El nombre de “Lucifer” viene de las palabras latinas: Lux orLucis (luz) y ferre (portar, traer). De este modo, Lucifer literalmente significa “portador de luz”; está relacionado con el planeta Venus en Revelaciones XXII: 16 cuando Cristo dice “yo soy la brillante estrella matutina”, la cual es Venus, anunciando la emergencia plena de la luz del Sol – el Hijo, el Cristo. De una manera interesante el papel del “portador de luz” está relacionado a Mercurio, o Hermes – el mensajero divino de las mitologías griega y romana. En el cristianismo la función de Mercurio es realizada por Miguel, el “Ángel Guardián” del Cristo, según Santo Tomás. La relación esotérica de este Ángel Guardián y el Cristo es aun más clarificada por una declaración del Tibetano, con Quien Alice Bailey ha colaborado escribiendo una serie de libros sobre la Sabiduría Eterna, que dice que “Mercurio y el Sol son uno”.

Esotéricamente hablando, la función del Ángel Guardián se ha hecho posible gracias al sacrificio de los ángeles solares al preservar el principio de la mente, ocultamente el fuego, por medio de repetidas y persistentes encarnaciones en la forma hasta que el hombre animal llegara a ser un hombre pensador y, finalmente, comenzar el despertar a su herencia espiritual verdadera: el hombre humano/divino. De este modo los ángeles solares crean la forma para la manifestación del principio encarnante del alma – el cuerpo causal – y también retiran este cuerpo, en la cuarta iniciación, cuando el vínculo entre el la forma y el espíritu se ha establecido de forma permanente, fusionándolos. Entonces el cuerpo causal es destruido.

El concepto del “ángel rebelde” parece remontarse al poeta John Milton que en su Paraíso perdido aparentemente ha anclado en la conciencia humana la idea del descenso de los ángeles solares como un acto de rebelión y consecuentemente una caída desde la gracia. (“Reinar es ambición digna, aun cuando sea sobre el infierno, porque más vale reinar aquí, que servir en el cielo.”). Este espíritu de rebelión y su consecuente dolor no se encuentran en Venus, nos dice el Tibetano. El espíritu de rebelión solo es contundente en la Tierra y el Tibetano sugiere que este espíritu de rebelión ha cualificado la actitud de nuestro Logos planetario mismo, el “Rebelde Divino”. El Tibetano cita el Antiguo Comentario:   

“Entró en la vida y supo lo que era la muerte.”
“Tomó una forma y se entristeció porque era oscura.”
“Se obligó a salir del lugar secreto y buscó el lugar de la luz, y la luz le reveló lo que menos buscaba.”
“Esperaba obtener permiso para regresar.”
“Buscó el Trono en lo alto y a Aquel sentado en él. Exclamó: ‘No buscaba esto. Buscaba la paz, la luz, la libertad de servir, de demostrar mi amor y revelar mi poder. Aquí no hay luz. Aquí no hay paz. Dejadme regresar.’
“Pero Aquel que estaba sentado en el Trono no volvió la cabeza. Parecía no escuchar ni oír.”
“Entonces desde la esfera inferior de las tinieblas y del dolor, surgió una voz que exclamó: ‘Aquí sufrimos. Buscamos la luz. Necesitamos la gloria de un Dios entrante.’[Sólo he hallado estas dos últimas palabras para poder expresar el antiguo símbolo que estoy traduciendo.]
‘Elévanos a los Cielos. Entra, Oh Señor, en la tumba. Resucítanos a la luz, haz el sacrificio.
Derriba los muros de la prisión y entra en el dolor.’
“El Señor de la Vida retornó; de allí el dolor.”
Psicología Esotérica T. II, p. 86 – 87.

El mal de la separatividad

El pecado y el mal no existen en la Tierra. Nos dice el Tibetano que el único mal es el pecado de la separatividad. En este sentido podemos obtener una comprensión del modo por el cual Lucifer ha llegado a ser identificado con el mal, como el despertar de la mente, que caracteriza al estado de la humanidad avanzada de hoy, y es, como todos lo sabemos muy bien, tanto nuestro modo de liberación como también crea más separatividad y aprisionamiento. 

La mente, activa y poderosa, pero desprovista de alma, puede ser el gran factor cristalizador que construye poderosas barreras de separación. “La mente es el matador de lo Real. Mata tú al matador”, se le instruye al discípulo. En este sentido, la mente, en su elemento analítico y concreto, se convierte en el refugio (y la prisión no reconocida) de la ideología y es verdaderamente capaz del pecado de la separatividad por medio del prejuicio, el odio y la aceptación de las distorsiones de semi-verdades.

Mayor clarificación sobre el papel que juegan los ángeles solares se encuentra en una consideración sobre el cuarto Rayo de Armonía a través del Conflicto y sobre el quinto Rayo de Conocimiento Concreto como también sobre Mercurio y Venus, por medio de los cuales, respectivamente, estos ángeles canalizan sus energías. Mercurio es el “Mensajero de los Dioses” y el cuarto rayo es el principio fluido que relaciona el Plan con el Propósito de la divinidad que se conoce en el nivel de budi o de la intuición, nivel regido por Mercurio, junto con la mente o manas, que es regida por Venus y el quinto rayo. “Venus ha sido el custodio de lo que llamamos el principio Mente y lo ha traído como un don puro a la humanidad en estado embrionario”, se nos dice en “ Los Rayos y las Iniciaciones”. Buda dijo que “El amor nace por medio de la mente”. El quinto rayo, canalizado por Venus y mental en expresión, “opera en conexión con la Ley de la Separatividad” y “es también responsable de la rápida formación de grandes y condicionantes ideologías” ( Ibid p.594). Con esto se nos recuerda que los ángeles solares que eligieron descender a la Tierra se sometieron a la Ley de la Dualidad de tal modo que la evolución del ser humano pudiera depender del desarrollo de la discriminación mental y del libre albedrío y de este modo de la capacidad de realizar elecciones y decidir por el camino superior. Siempre hay una elección entre dos senderos que es una elección, que para el ser humano, debe ser regida por el libre albedrío.

La sustancia del plano mental es el quinto rayo canalizado por Venus, y debido a que el reino de los ángeles trabaja con sustancia – con el aspecto forma – los ángeles solares han aportado la sustancia del mentalismo al hombre estableciendo así el vínculo, el cuerpo causal del alma, en el plano mental – un vínculo que se preserva hasta la cuarta iniciación que destruye la forma, ya no necesaria, del cuerpo causal. Algo sobre la magnitud de este acto de los ángeles solares se insinúa por medio de la comprensión de que el quinto rayo del Conocimiento “es la energía que admite a la humanidad (y particularmente al discípulo y al iniciado entrenados) en los misterios de la mente de Dios Mismo. Es la llave “sustancial” para acceder a la Mente Universal” ( Los Rayos y las Iniciaciones. p.485).

Más aún… se dice que la relación entre el quinto Rayo del Conocimiento y el Segundo Rayo de Amor-Sabiduría es muy estrecha porque el segundo rayo rige el presente sistema solar. En el sacrificio de los ángeles solares “Portadores de Luz”, en beneficio del hombre animal, el aspecto sabiduría del segundo rayo se ha despertado ya que “sabiduría es conocimiento adquirido por medio de la experiencia (el peregrinaje del Hijo Pródigo) e implementado por medio del amor”. De este modo el descenso de los ángeles solares a la sustancia ha dejado el legado de la experiencia en el desarrollo del Plan divino.

Retornando a la historia del Hijo Pródigo, y para entender con más profundidad lo que implica la experiencia del Hijo Pródigo, es importante notar que, en el retorno al hogar del Padre, el Padre es el que sale en gozosa recepción para abrazarlo, dejando al hijo mayor quien ha permanecido en el hogar celoso y no reconocido. Que tal peregrinaje a un “lejano país” es parte del Plan de Dios, parece ser corroborado por el siguiente pasaje del Tibetano:            

“El anhelo de sacrificarse, de abandonar esto por aquello, de elegir una forma o línea de conducta, de perder para eventualmente ganar, es la historia que subyace a la evolución y lo cual debe ser comprendido en forma psicológica. Es el principio que rige la vida misma y corre como canon dorado de belleza a través de los oscuros elementos con que se forja la historia humana. Cuando este impulso de sacrificio para conquistar, adquirir o salvar lo que se considera deseable sea comprendido, se revelará la clave del desarrollo del hombre. Esta tendencia o anhelo es algo distinto del deseo, tal como hoy se comprende y estudia académicamente, pues lo que en verdad significa es el surgimiento de lo más divino en el hombre. Constituye un aspecto del deseo; es la parte activa y dinámica, no la parte sentimental – sensual; es la característica predominante de la Deidad.”
Psicología Esotérica T II, p. 85 – 86.

Por medio de la energía del quinto rayo, que “esencialmente es un portador de luz”, la evolución de la humanidad es apresurada realizando el descenso del Reino de Dios a la Tierra como resultado del ascenso de los muchos que pasan por la iniciación en este tiempo. El hecho de que la Doctrina Secreta iguala a Venus con Gaia (la Tierra) y el hecho de que el despertar de la conciencia de la teoría de Gaia reconoce que la Tierra es un organismo vivo y unificado, sugiere que la humanidad puede ahora estar comenzando a despertar y cooperar de alguna manera con el objetivo para el cual los ángeles solares descendieron a la materia: para la salvación de la sustancia y para el despertar de la mente en la forma de tal modo que el Propósito de la Deidad pueda ser registrado y expresado en la sustancia. Estos ángeles solares “cayeron” como un acto de elección y de sacrificio supremo en beneficio de la humanidad. Esos “Señores del Conocimiento y de la Compasión y los de incesante y perseverante Devoción” somos nosotros mismos y, a nuestra vez, debemos elegir conscientemente y tomar el control de nuestra encarnación en la forma, buscando un Propósito y de este modo convertir la vida en la Tierra como un don de sacrificio a las vidas menores que dependen de nuestro cuidado.

Cristo ha dicho, “Yo soy la brillante estrella matutina”. Su promesa y el legado de la presencia en la Tierra de tales “portadores de luz” pueden ser sintetizados en las siguientes palabras de H.P.Blavatsky que ha escrito: “en todas las cosmogonías de la antigüedad la luz proviene de las tinieblas. Alice Bailey ha expresado un reconocimiento similar en las siguientes palabras: “El Maestro M…agrega oscuridad a la luz, a fin de que aparezcan las estrellas, pues en la luz no fulguran las estrellas, pero en la oscuridad no existe luz difusa sino puntos enfocados de radiación”. ( Los Rayos y las Iniciaciones, p. 148)
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miércoles, 5 de agosto de 2015

LOS SEÑORES DE LA LLAMA, POR VBA (11/02/1987)

LOS SEÑORES DE LA LLAMA, POR VBA (11/02/1987)





Vicente: En el tema que venimos considerando en nuestras disertaciones acerca  del  Centro  Místico  de  Shamballa,  hay  tres  grandes  e  importantes acontecimientos que deben ser tenidos muy cuidadosamente en cuenta por los investigadores esotéricos: la procedencia mística de los Señores de la Llama, la instauración de la Gran Fraternidad Blanca aquí en la Tierra, y la venida de los Ángeles Solares, que como Uds. sabrán implantaron  el germen de la mente en el  cerebro  del  hombre  primitivo.  Se  trata  de  tres  misterios  que  están sustancialmente relacionados porque en todos ellos existe una línea perenne de algo sobrenatural, algo que escapa al sentido común, al razonamiento más activo, al propio discernimiento, está más allá de todo esto y es por tal motivo que les aconsejo estar muy atentos, dejando la mente a ser posible en blanco para tratar de profundizar el significado oculto de estas ideas que tienen que ver con este Centro, el más trascendente de todos en el Esquema Planetario.

¿Qué  sabemos  realmente  de  los  Señores  de  la  Llama?  La  tradición esotérica nos dice que vinieron de Venus, pero, ¿Venus en qué sentido, como planeta o como Esquema? No es igual el Esquema Venusiano que el planeta Venus. Yendo al fondo de la cuestión vemos que se trata fundamentalmente de la venida de unos exaltados seres procedentes del Esquema Venusiano que a través del espacio vinieron a la Tierra; vinieron, tal como se dice ocultamente, envueltos en una nube de fuego, viajando a través de los éteres a la velocidad de  la  luz. ¿Qué  hay  que  entender  por  esto,  hablando  siempre  muy esotéricamente?, teniendo en cuenta que hablando esotéricamente es como se habla científicamente, pues el esoterismo no es sino la confirmación oculta de lo que vemos físicamente, entonces, se trata de una visión científica a un grado tremendo de exaltación mental.

¿Cómo vinieron a la Tierra los Señores de la Llama  procedentes  de  la  incalculable  distancia  que  separa  el  Esquema Venusiano —no el planeta Venus— del Esquema Terrestre? Si nos atenemos a la tradición esotérica condensada en las páginas del Libro de los Iniciados, o sea, el libro que condensa la sabiduría de las edades, veremos que hay algo muy científico en la descripción: “Envueltos en una nube de fuego, atravesando los éteres del espacio a la velocidad de la luz”. Ustedes saben que la velocidad de la luz es de 300.000 Km/s. y que el hombre de la Tierra, recién ahora, ha logrado imprimir una  velocidad  superior  a  la  velocidad  del  sonido,  que  son  de  331  m/s., entonces, ¿cómo se puede imaginar este raudo paso de los Señores de la Llama a través del espacio y viajando a esta enorme velocidad?... en todo caso se trata de un vehículo espacial.

Hoy día la ciencia ufológica nos está informando de la visita  de  platillos  voladores  que,  según  se  dice, -o  según  dice  (la  ciencia ufológica)-   proceden del espacio extraterrestre, pero ocultamente existen unas reglas muy distintas de apreciación para viajar por los éteres. Todo investigador esotérico sabe que para un Adepto planetario le es fácil fabricarse a voluntad un vehículo de luz, llamando ocultamente “mayavirupa”, mediante el cual se puede trasladar por el espacio terrestre  —no extrasolar— a la velocidad de la luz, dando la sensación de instantaneidad pese a las enormes distancias que puede atravesar  sirviéndose  de  este  vehículo.  Bien,  si  sabemos  esto  ocultamente, porque constituye uno de los grandes principios de la magia el que se pueda viajar por el espacio utilizando el cuerpo astral, y no hay ningún discípulo entrenado en un ashrama que no pueda a voluntad utilizar el vehículo astral para desplazarse por el espacio a grandes velocidades, pero, yendo al fondo de la cuestión, si un Adepto planetario puede construir un vehículo de luz, el mayavirupa,  mediante  el  cual  se  transporta  por  el  espacio  a  enormesvelocidades,  ¿cómo no imaginar, esotéricamente hablando que es una forma muy  científica  de  decirlo-  (que)  utilizando  el  poder  de  la  voluntad  de  los Señores de la Llama, SanatKumara, sus tres grandes discípulos y 101 entidades venusianas, vinieron junto con el Señor del Mundo a instaurar en la Tierra la Gran Fraternidad Blanca?

Bien, si tenemos en cuenta que la humanidad de Venus está a la altura del Adepto de la Tierra, cuando se nos habla de unos Adeptos venusianos,  ¿cuál será su evolución, su poder sobre los éteres para crear  un  mayavirupa  gigantesco,  quizá  parecido  a  una  nave  espacial, conteniendo 105 entidades venusianas, transportándose por el espacio tal como dice el Libro de los Iniciados a la velocidad de la luz?, ¿por qué no admitirlo?, al fin y al cabo la velocidad siempre es relativa.   Conociendo las leyes que rigen la luz, las leyes que rigen el éter mediante el cual nos comunicamos, es fácil poder deducir que la creación de este mayavirupa gigantesco fue una obra muy fácil de realizar por aquellos grandes Adeptos. Además, ¿qué es lo que nos dice el Libro de los Iniciados en otra frase?: “Aterrizaron en la Isla Blanca de Shamballa”, la Isla Blanca en el Mar de Gobi.

No conocemos hoy el mar de Gobi y tampoco la Isla Blanca, pero el anclaje de Shamballa sí está allí, en el fondo del desierto de Gobi, guardado por los asuras y por los grandes devas planetarios, lugares inaccesibles a menos que se posean unas ciertas iniciaciones planetarias. El caso es que llegaron a la Tierra procedentes del Esquema Venusiano 105 entidades, generalmente se les denomina los Señores de la Llama, aunque los verdaderos Señores de la Llama, del fuego mediante el cual se desplazaron por el espacio se atribuye fundamentalmente a SanatKumara —el Señor del Mundo— y a sus tres exaltados discípulos, los cuales tenían la misión de construir mediante su fuerza venusiana el anclaje de lo que sería la Gran Fraternidad, o la Jerarquía Espiritual  del  Planeta  que  no  existía.
 
En  aquel  momento  existía  un  reino mineral, un reino vegetal y un reino animal con aquellos gigantescos animales que todos conocemos y con los cuales tenía que luchar el hombre-animal de la Tierra.  Según  se  nos  dice,  cuando  vinieron  los  Señores  de  la  Llama  estaba desarrollándose en la Tierra la 5ª Subraza de la 3ª Raza Lemur, se trataba de unos hombres gigantescos de tres y cuatro metros de altura, y hasta de cinco metros se han encontrado cadáveres, singularmente en el Tíbet, que demuestran el aserto de que aquellos hombres debían ser potentemente fuertes en lo físico para poder luchar contra las inclemencias de lo que les rodeaba, el medio hostil de aquellos gigantescos animales, el plesiosauro, el ictiosauro, el mamut, todos esos  animales  que  conocemos  a  través  de  la  historia,  pero  que  en  aquellos momentos habían ejercitado hasta un punto muy elevado el sentido instintivo.

El instinto del hombre para resguardarse y para luchar había desarrollado en él una tremenda fuerza interna, la cual constituía una gran invocación al Cosmos, al Padre Eterno, que es el recipiente de todas las súplicas de los hombres de la Tierra y de todos los reinos que puedan existir; entonces, cuando llegaron los Señores de la Llama e instauraron lo que sería la Gran Fraternidad en la Isla Blanca, en el Mar de Gobi, se dividieron en tres grandes grupos: un grupo, SanatKumara,  uno  de  sus  grandes  discípulos,  y  otras 33   entidades constituyeron el grupo llamado ocultamente “el de la fuerza dinámica de la acción venusiana”; otro grupo constituido por otras 35 Entidades venusianas al mando, o llevando la guía de un Gran Kumara —discípulo de SanatKumara— ejerció aquí lo que se denomina la Fuerza de Vishnú, el 2º Rayo de Amor, además, de la misma manera que el primer Kumara, después que el Señor del Mundo había inaugurado aquella era revolucionaria, fuerza tremenda en el sentido de crear las naciones de la Tierra y de crear las razas que la poblarían, también enlazó su vida con el reino mineral, exaltando hasta extremos inverosímiles la fuerza de aquel reino, era la Fuerza de Shiva, o del Padre, la que se estaba manifestando a través del reino mineral; y por último, el tercer grupo de Señores de la Llama al mando  de  un  Gran  Kumara,  instauró  aquella  forma  de  vida  que  daría nacimiento a lo que hoy llamamos civilización, la cultura de los pueblos, era el Poder de Brahma ejercitando la acción a través de la mente incipiente del hombre primitivo, enlazó su vida también con el reino animal, de manera que el reino animal se sintió robustecido y el hombre-animal que participaba precisamente de  la  fuerza  instintiva  de  los  animales  y  que  había  desarrollado  una  gran conciencia social, lanzó a los éteres una gran invocación, y a esta invocación acudieron los Ángeles Solares. Los Ángeles Solares son aquella tremenda fuerza cósmica  que  produce  la  mente  de  los  hombres.  Tenemos  mente  como humanidad hace solamente 18.600.000 años, dice siempre la tradición esotérica, una cantidad fabulosa de tiempo que nosotros no podemos comprobar… es lo que dice la tradición esotérica.

Entonces tenemos tres reinos establecidos, SanatKumara en el centro, casi podíamos decir que constituía el Ojo en el Centro que hemos examinado en conversaciones anteriores   (lo dibuja en la pizarra),   esto lo hemos visto retratado en muchos sitios, podemos decir que los Señores de la Llama, el que constituye el aspecto Shiva, Vishnú y Brahma, son los que ahora constituyen lo que llamamos el Manú, el Bodhisattva y el Mahachohan, y esto todos Uds. lo saben si han leído algún libro teosófico. Son las tres formas de expresión de SanatKumara en nuestro planeta, en este  4º Planeta que está recorriendo su 4ª Ronda dentro de una 4ª Cadena de mundos y dentro de un 4º Esquema, de ahí la naturaleza siempre que veremos el 3 y el Ojo en el Centro que es el  4. El  4 es el símbolo de la Humanidad y él es el símbolo de nuestro Universo, porque según se nos dice -esotéricamente hablando siempre-   nuestro Universo es un Universo de 4º Orden, lo cual significa desde un punto de vista cósmico que está recorriendo su 4ª Ronda en una 4ª Cadena Cósmica y que, por lo tanto, esta figura del cuadrado que surge del triángulo más el Ojo en el Centro ha de resultar muy familiar. Además, la entrada en los éteres del espacio de los Señores de la Llama ofrece tres cuerpos de manifestación a SanatKumara, que es la expresión física, astral y mental del Logos Planetario, es decir, que todo cuanto sabemos acerca de este Excelso Ser planetario puede ser equiparado a cualquier manifestación del triángulo en cualquier fase de expresión, y esto lo hemos  visto  en  conversaciones  anteriores.

Dense  cuenta  también  que  SanatKumara -el Ojo en el Centro- merced a un tremendo sacrificio, ya que proviene de un Esquema tan sutil que su expresión física está una Cadena y una Ronda más evolucionado que el Esquema Terrestre, lo cual significa que introducirse en los éteres de la Tierra en aquellos momentos en que todavía estaba por formar  el  reino  mineral,  el  reino  vegetal,  y  el  reino  animal  era  totalmente desconocido tal como lo conocemos ahora, existía solamente un ser, el hombre-animal  con  cuerpo  rudimentario,  tosco,  aunque  potentísimo  y  de  gran envergadura. Y, sin embargo, así empezó la obra de la Gran Fraternidad aquí en la Tierra; primero, no solamente se crearon los tres departamentos del Manú, del Bodhisattva y del Mahachohan sino que se unificaron los tres reinos, porque las entidades venusianas a cargo de cada uno de los departamentos pudieron también hacer presión sobre el reino mineral, el reino vegetal y el reino animal, produciendo  un  tremendo  despertar  en  los  tres  reinos.  Se  nos  dice  que  la radioactividad procede de aquellos tiempos cuando Brahma —simbolizado por el Mahachohan— se introdujo dentro del Kundalini planetario, se produjo una irradiación,  y  esta  irradiación  constante  es  lo  que  ahora  conocemos  como radioactividad. Surgieron también las piedras preciosas en este reino, que es la exaltación de las piedras, de lo tosco, de los metales viles.

Además, el reino vegetal adquirió por primera vez el verde característico de Venus, produciendo por  primera  vez  que  las  montañas  se  poblaran  de  musgo  en  los  primeros tiempos, que surgiesen árboles con flores y que diesen fruto. Es decir, que cuando hablamos de los Señores de la Llama, remontándonos a la tradición más antigua,  tenemos  que  ver  con  las  leyendas  que  dicen  que  procedíamos  de extraterrestres.  En  realidad,  podemos  decir  que  son  extraterrestres  porque proceden de otro planeta, pero hay algo aquí muy importante, y es que Venus y la Tierra están kármicamente unidos, son dos planetas gemelos por decirlo de alguna manera, o al menos en una sintonía tan grande que no se puede mover nada en la Tierra que no   suceda en los cielos, se refiere aquí al cielo venusiano, porque el reino humano de Venus está en el  5º Reino en tanto que el reino humano está en el  4º Reino, es la evolución del tiempo.

Entonces,  ¿qué les debemos a los Señores de la Llama?, ¿qué les debemos a los grandes Señores de Venus?...  les  debemos  la  civilización,  la  cultura,  les  debemos  la  mente,  la capacidad de pensar, de recordar, de vivir los hechos históricos, de adquirir experiencia,  de  tener  memorias,  de  acumularlas  en  el  tiempo  y  crear  una conciencia  cada  vez  más  expandida.  Además,  surgiendo  del  propio  SanatKumara,  recogiendo  la  gran  herencia  cósmica  de  Venus,  se  implanta  en  la Tierra el proceso iniciático, y desde entonces tenemos la posibilidad los seres humanos de convertirnos en Hijos de Dios, de pasar del cuarto al quinto reino de la naturaleza, confirmando así la predicción de los sabios filósofos y profetas de todos los tiempos, que el hombre es un Dios, y hay que confirmarlo en la práctica,  hay  que  ser  en  el  tiempo  y  no  que  el  tiempo  sea  en  nosotros,  si podemos  comprender  el  significado  del  aforismo,  y  hacer  las  cosas  de  tal manera que podamos convertirnos nosotros en agentes de los Señores de la Llama.

En el transcurso del tiempo fueron los Iniciados de la Tierra los que ocuparon los cargos que antaño ocuparon los grandes Kumaras Venusianos, y el primero que alcanzó la liberación fue aquel Ser que históricamente llamamos Gautama el Buda, un príncipe del norte de la India. Fue el primer ser que se liberó, le siguió después Cristo y después el Maestro Júpiter, y otros grandes iniciados que ahora están ejerciendo las funciones que ocupaban anteriormente los Señores Venusianos.

De manera que ahora, por decirlo de alguna manera, estamos  entrando  en  una  mayoría  de  edad,  hablando  en  un  sentido  muy espiritual, tenemos abiertas ante nosotros las puertas de la Iniciación, y el hecho de que comprendamos hasta cierto punto, o que dudemos hasta cierto punto lo que estamos diciendo, lo interesante es que Uds. estén aquí y estén tratando de seguir atentamente cosas que aparentemente no tienen sentido porque jamás podemos  probarlo,  a  menos  que  hayamos  adquirido  alguna  gran  iniciación planetaria; entonces nos mueve la fe, esta fe que transporta las montañas, que nos hace dignos de ser Hombres con mayúscula, y que, por lo tanto, todo cuanto estamos haciendo ahora no es sino tratar constantemente de reproducir en nuestra vida aquello que está sucediendo en los cielos, y ésta es la obra del discípulo, ésta es la obra de los aspirantes espirituales del mundo, sin distinción de ideologías, credos o creencias religiosas, porque si bien los caminos son distintos, única es la finalidad para todos. Y, por lo tanto, ésta finalidad es la que nos unifica, y conforme nos vamos acercando al centro nos sentimos más unidos,  más  compactos,  más  fraternales. Para mí, la importancia de  lo que decimos acerca de los Señores de la Llama, acerca de si vinieron de Venus y cómo vinieron, cómo se desplazaron, es de importancia menor ante el hecho de que nosotros podemos vibrar a la manera de los Dioses, porque “igual es arriba que abajo, igual es abajo que arriba”.


Y es esto lo que debe motivar la acción constante de nuestra vida, convertirnos en argonautas del Espíritu, de penetrar hacia dentro hasta descubrir el Santo Grial de la conciencia, y convertirnos en ese Santo Grial. Si así lo hacemos no tenemos por qué preocuparnos, el karma es pasajero, la paz es eterna, como la vida. Por lo tanto, para mí, repito, el hecho de lo que estamos diciendo aquí, por importante que sea, es solamente un pequeño peldaño en comparación con lo que sentimos internamente de acuerdo con la ley. Se puede comprender o no comprender un razonamiento, pero si el corazón está abierto, lo cual significa que la mente está muy atenta, aunque aparentemente  no  exista  la  comprensión  intelectual  existe  una  comprensión interna que nos hace solidarios los unos con los otros y juntos con lo eterno, con lo cósmico.

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