ALICE A. BAILEY (BREVE RESUMEN DE
SU OBRA)
Extraído de Revista de Biosofía
Nacida en la
Inglaterra Victoriana de finales del siglo XIX, y fallecida en Nueva York en
1949, esta servidora de la Humanidad dejó sentadas, entre otras muchas cosas,
las bases de lo que muchos años después vendría a llamarse el Movimiento
de la «Nueva Era», además de acercar la figura y trabajo de los Maestros de
Sabiduría de una manera ordenada y creíble, y de fundar la «Escuela Arcana»,
autentica Escuela Esotérica de formación y entrenamiento de discípulos para el
Servicio al Mundo.
Describir la vida de Alice Bailey es
narrar una existencia llena de trabajo, esfuerzo y abnegación. Nacida en 1.880
en Manchester, en el seno de una familia acaudalada, pronto quedó
huérfana de padre y madre, permaneciendo junto a su hermana al cuidado de una
tía.
Aunque nunca le faltó de nada, no
supo adaptarse al convencionalismo social de su época, y ya con 20 años, cuando
se independizó, se empezaron a manifestar rasgos de carácter emprendedor e
idealista.
Trabajó en diferentes obras
cristianas para jóvenes, y por entonces toda experiencia de Dios la veía a
través del estrecho prisma del dogma fanático de esta religión.
Un hito en la vida de Alice Bailey
lo constituyó su ingreso como trabajadora voluntaria en los Hogares para
Soldados que había creado la filántropa Sra. Elise Sandes. Allí, además de
atender a la rutinaria labor domestica, dirigía sesiones y sermones
evangélicos, pues tal era la seguridad religiosa que creía en ese momento
profesar.
El trabajo en esta obra permitió a
Alice Bailey viajar a la India a hacerse cargo de varias de sus delegaciones, y
ello fue un elemento esencial en su forma de encarar el hecho trascendente de
la Divinidad.
Después de un desgraciado primer
matrimonio, del que tuvo tres hijas, y que le llevó a Estados Unidos, conoció a
Foster Bailey en 1919, quien sería su marido, compañero inseparable y principal
ayudante en la monumental obra que a partir de ese momento asumirían juntos.
Durante 30 años escribió libros, dio
cientos de conferencias, atendió a multitud de personas y, y sobre todo, se
sobrepuso a su constante mala salud, al menos hasta que la totalidad de la obra
que vino a cumplir fue realizada. Murió el 15 de diciembre de 1.949 en Nueva
York, rodeada del cariño de las miles de personas que se beneficiaron de su
trabajo. La misma tarde de su fallecimiento dijo:
«Tengo mucho que agradecer. He
vivido una vida rica y plena. Innumerables personas en todo el mundo han sido
muy buenas conmigo».
SU OBRA
Los libros
Ella siempre dijo que, desde una
aparición de un señor de porte oriental en su domicilio británico a los 15 años
de edad, que se identificó como el Guía Espiritual Koot Hoomi, siempre tuvo
plena conciencia de pertenecer a su Grupo de Discípulos. Como llega a decir en
su «Autobiografía Inconclusa»:
«Quiero que los Discípulos de
Cristo, los Maestros de Sabiduría, sean reales para las personas, como lo son
para mí y para muchos miles de personas en el mundo…»
No obstante a esta referida
adscripción al grupo del Guía Koot Hoomi, el trabajo que durante 27 años
realizó vino determinado por su relación con otro Instructor Espiritual,
llamado Dwjal Khul o, más comúnmente «El Tibetano», dada su procedencia de esa
zona del mundo, quien propuso a A. A. B. (Siglas con las que a partir de ahora
designaremos a Alice Ann Bailey) trabajar en común, transcribiendo ella la
información que Él le dictara telepáticamente. Nos referimos por supuesto al
tipo de telepatía superior que excluye la mediumnidad, el trance o la escritura
automática, y en la cual el receptor recibe la información en su mente sin
perder ninguna facultad superior.
Esta magna obra, por su volumen e
información proporcionada, comenzó por el libro titulado «Iniciación Humana y
Solar», (donde se da a conocer la realidad de la existencia de la Jerarquía de
Maestros, que Helena Petrovna Blavatsky ya había revelado), y se extendió a lo
largo de la práctica totalidad de la vida de A. A. B.
De esta colaboración surgieron
títulos como «Tratado sobre Magia Blanca», dirigido a los estudiantes de la
Escuela Arcana con el objetivo de impartir instrucciones sobre el control del
cuerpo astral o emocional. En «Tratado sobre los Siete Rayos», se analizan
temas tan variados como la psicología y la astrología esotérica, la curación
oculta, dándose además las Catorce Reglas que deben dominar quienes se preparan
para la Iniciación.
También se editaron libros como «La
Reaparición de Cristo», «El Discipulado en la Nueva Era» o «La Exteriorización
de la Jerarquía»,
Mención aparte merece «Tratado sobre
Fuego Cósmico», que constituye la ampliación esperada de las enseñanzas
difundidas en la «Doctrina Secreta» de H. P. B. (a quien el mundo nunca podrá
pagar el bien que hizo a la Humanidad) sobre los tres Fuegos, Eléctrico, Solar
y por Fricción, y que representa la clave psicológica de dicha Doctrina
Secreta.
En general puede decirse que la obra
escrita por A. A. B. en colaboración con el Tibetano representa un hito en el
esoterismo del siglo XX, por la ingente cantidad de información aportada, la
claridad en su exposición y la novedad en su conocimiento, constituyendo un
inagotable caudal de «semillas» para acercarse al conocimiento de las Verdades
Eternas.
LA ESCUELA ARCANA
En 1923 el Tibetano sugirió a A. A.
B. la conveniencia de crear una escuela de «entrenamiento para el discipulado».
Ella, junto con su marido Foster Bailey y algunos estudiantes, accedió a la
solicitud, pero poniendo como condición que ningún Instructor Espiritual interviniese
en la Escuela para controlar sus planes o programas de estudio. El Tibetano
consideró muy inteligente esa actitud y lo aprobó.
El concepto de Escuela Arcana era la
de un Centro donde los miembros tuvieran la libertad, no se vieran obligados a
hacer juramentos ni a contraer compromisos; se les proporcionara meditación,
estudios y enseñanza esotérica, dándoles total flexibilidad para hacer sus
propios ajustes e interpretar la Verdad de acuerdo a su capacidad.
En la Escuela Arcana (que aún hoy
sigue impartiendo enseñanza a quien lo desee) no se exige obediencia a nadie,
ni tampoco a Maestro alguno. En cambio se recalca la existencia del Maestro en
el Corazón, el Alma, que es el verdadero Hombre Espiritual dentro de cada ser
humano.
Tampoco se impide que los
estudiantes trabajen en cualquier grupo religioso, ocultista, metafísico o
iglesia. Sólo se les pide que consideren esa actividad como un campo de
servicio a favor de la Humanidad.
Después de décadas de funcionamiento
la Escuela Arcana ha dado y sigue dando entrenamiento espiritual a miles de
estudiantes con afán de desarrollar más profundamente la chispa espiritual que
arde dentro de todo ser humano.
BUENA VOLUNTAD MUNDIAL
Una de las iniciativas más conocidas
de A. A. B. y Foster Bailey fue el lanzamiento del movimiento de Buena Voluntad
Mundial.
Se produjo entre las dos guerras
mundiales, cuando en Europa y en Estados Unidos se genero un fuerte ideal
pacifista. Buena voluntad Mundial, movimiento que aún existe y ejerce su
benéfica influencia, se creó con el objetivo de aunar las voluntades,
sentimientos y pensamientos de todas aquellas personas que creían y creen que
los problemas a los que se enfrenta la Humanidad pueden solucionarse a través
del dialogo, la negociación y la aplicación de la Buena Voluntad no pasiva,
ingenua o débil, sino enérgica y fuerte, con toda la carga que lleva actuar con
el ideal de unión y no destrucción, fusión y no escisión, amor y no odio.
Curiosamente se produjo un
desentendimiento entre el Trabajo de Buena Voluntad Mundial y el del movimiento
pacifista, ya que este último no entendió que B. V. M. tomara partido por las
Potencias Aliadas en la II Guerra Mundial, cuando ya todo intento negociador
había fracasado. Y es que el movimiento pacifista propugnaba la neutralidad
total en el conflicto (mientras Alemania y Japón masacraban países y minorías
étnicas), pero B. V. M. asumió el axioma del Cristo de «quien no está Conmigo
esta contra Mi», tomando partido por los Aliados que, al menos parcialmente,
representaban los valores de democracia, libertad e igualdad.
También hay que reseñan que B. V. M.
ejerció una fundamental labor en la difusión de la «Gran Invocación», oración o
plegaria mundial de Invocación que hoy utilizan miles de grupos en todo el
mundo a favor de la paz y de la armonía mundiales.
Buena Voluntad Mundial sigue hoy día
congregando a miles de personas en todo el mundo que consideran que la
Humanidad puede resolver sus problemas conforme a los principios de Amor y
Fraternidad, denunciando que el odio, el separatismo y el egoísmo representan
la mayor amenaza para el desarrollo del mundo.
CONCLUSIÓN
Alice Bailey fue una intermediaria
(como otros muchos) entre las Verdades espirituales que nos llegan de Planos
Superiores y la Humanidad. A costa de su reputación, clase social e incluso desprestigio
llevó adelante un enorme trabajo de divulgación de los principios Espirituales
que rigen el mundo, a saber:
·
Que existe un Dios Trascendente pero que también es
Inmanente en todo el Universo, pudiendo los seres humanos expresar por nuestro
intermedio los tres aspectos de la Divinidad (Conocimiento, Amor y Voluntad).
·
Que el Universo se rige por la Ley de la Causa-Efecto
(conocida en Occidente como la ley del Karma), que tiene como fin equilibrar
las fuerzas en todo lo manifestado.
·
Que el Universo se perfecciona constantemente, a través de
las miriadas de elementos que lo componemos, y esa es una Ley de Evolución a la
que ningún Plano de Manifestación se sustrae.
·
Que la manera de llevar a cabo esa evolución es por la Ley
del Renacimiento, por la cual las conciencias cada vez más desarrolladas de
todos los elementos que componen el Universo se van perfeccionando por el
acúmulo de experiencias en sucesivas manifestaciones.
Alice Bailey fue un eslabón más en
esa interminable cadena de Grandes Vidas que aportaron Conocimiento a la
Humanidad sin pedir nada a cambio.
Extraído de Revista de Biosofía:
www.revistabiosofia.com