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jueves, 30 de junio de 2016

DIÁLOGOS SOBRE EL DESPERTAR: VEDANTA Y AGNI YOGA

DIÁLOGOS SOBRE EL DESPERTAR:  VEDANTA Y AGNI YOGA

Publicado el 30 jun. 2016
Este diálogo sobre El Despertar se llevó a cabo el 26 de junio de 2016 en la ciudad de La Paz, Bolivia. El tema que se trató fue respondiendo a la pregunta ¿Cómo asiste al despertar espiritual el Vedanta y el Agni Yoga?. Participaron como ponentes: Ivan Maldonado, Carlos Valdivia y Luis Taja. Así mismo, participó todo el público a través de dinámicas de grupo. En la última parte del video dos personas pasaron al frente para dar a conocer las conclusiones que fueron trabajadas en los grupos.

Más videos pueden ser vistos en el canal de Bolivia Arcana.
Más información en el sitio web: www.boliviarcana.org

miércoles, 29 de junio de 2016

EL PUNTO MEDIO Textos del Maestro D.K. “El Tibetano”

EL PUNTO MEDIO
Textos del Maestro D.K. “El Tibetano”



Quisiera llamarles la atención sobre el hecho de que es en un "punto medio" donde tiene lugar el gran sometimiento de lo infe­rior a lo superior. Esto no ocurre cuando el discípulo vacila incierto en la periferia de la tierra ardiente o cuando se encuentra ante el portal, después de haber pasado por la experiencia de la tierra ardiente. El punto esencial de crisis que produce el punto de tensión necesario es el resultado de la "decisión invocadora" de la personalidad que, a su debido tiempo, produce una "respuesta evocadora" del Ángel. Los dos factores implicados (y no olviden que todo esto tiene lugar dentro del campo de la conciencia del discípulo) van juntos y uno hacia el otro. En el centro de la tierra ardiente se encuentran y, entonces, la luz menor (una verdadera luz por propio derecho) de la personalidad es absorbida en la luz mayor del Ángel o Alma. El Ángel "extingue esotéricamente" al Morador que se pierde de vista en la radiante aura del Ángel. Esto ha sido simbólica y pictóricamente representado en las imá­genes de los cielos, cuando, de acuerdo a los Festivales Católicos, tiene lugar la Asunción de la Virgen y la constelación de Virgo se pierde de vista en la radiación del sol. Allí se hallan los tres factores:

1.  La Virgen ..... forma material ..............personalidad ...... Morador

2.  El Sol ............naturaleza espiritual ..... alma ................... Ángel

3.  La Tierra ...... el hombre que aspira .... el discípulo

La personalidad permanece; sigue existiendo, pero ya no es la de antes. La luz del Ángel la envuelve; la tierra ardiente ha hecho su trabajo, y la personalidad no es ni más ni menos que el cascarón o forma purificada, por medio de la cual puede brillar la luz y la irradiación, la cualidad y las características del Ángel. Es una fusión de luces, la más fuerte y poderosa extingue a la menor.

¿Cómo se ha realizado esto? No me refiero aquí a la prepara­ción del Morador en el Umbral para este gran acontecimiento ni a los eones de disciplina, preparación, experimento y experiencia, vida tras vida, que han hecho que esta consumación sea posible y exitosa. Los dos aspectos del hombre sólo pueden enfrentarse con pleno poder, intención y finalidad, cuando la ilusión ya no con­trola a la mente, el espejismo ha perdido todo poder de confundir y las fuerzas de maya no pueden obstaculizar. La discriminación, el desapasionamiento y la indiferencia, han producido la dispersión por medio de la luz enfocada, la potencia disipadora de la luz dis­tribuida y el poder rector de la energía de la luz. Sólo cinco reco­nocimientos controlan ahora al discípulo:

1.  La realidad de su discipulado.

2.  La percepción del Ángel, expectante y dinámico.

3. El llamado invocador del Morador en el Umbral.

3.  La necesidad de emplear la voluntad en forma nueva y di­ferente.

5. La necesidad de cruzar la tierra ardiente.

Los resultados son completamente claros. Es cuestión del momento propicio y la decisión. Quisiera recordarles que en todos estos procesos, el que actúa es el discípulo en plena conciencia, iniciando él mismo todos los procesos. No es el Ángel o el Morador, sino el mismo hombre espiritual que ha de emplear la voluntad e iniciar la acción definida y progresiva. Cuando el discípulo ha dado los pasos necesarios y ha avanzado irrevocablemente, la respuesta del Ángel es segura, automática y omniabarcante. La total extin­ción del yo personal, en tres etapas sucesivas, constituye el resul­tado inmediato y normal. A esto se refería Juan el Bautista cuando dijo, "Él debe acrecentarse pero yo debo disminuir". Pronunció estas palabras como discípulo, antes de recibir la segunda inicia­ción en el umbral. Estos aspectos esotéricos, creciente y menguan­te, los tenemos en las fases de la luna, y el planeta lo tiene repre­sentado en el signo de Géminis, donde la luz de uno de los mellizos disminuye lentamente y la luz del otro adquiere intensidad.

Cuando ha tenido lugar esta "extinción esotérica", ¿cuál es el destino del discípulo? Ser controlado totalmente por el alma y ello, en la práctica, implica realización, trabajo y servicio grupales y, oportunamente, iniciación grupal. No tengo la intención de ocu­parme de tales desarrollos, pues me he referido a ellos en otros libros. En esta breve elucidación he considerado los efectos que las sustancias y las fuerzas sustanciales, que se encuentran en los tres mundos, producen en el discípulo a medida que afectan al aspirante. No he considerado el problema del espejismo, de la ilu­sión y de maya desde el punto de vista del hombre común. Éste, lógicamente, está sumergido en ellos y vive bajo su constante impacto. Por su intermedio, aprende. No ha llegado todavía a ese punto en que trata de liberarse de ellos como lo hace el hombre que se halla en el Sendero. Por lo tanto, he tratado el problema desde el prisma de los discípulos y aspirantes.

Para ellos se abre el CAMINO, y para ellos llega el reconoci­miento consciente de la luz. La necesidad de que presten servicio hombres y mujeres que se han liberado de la ilusión y del espe­jismo, nunca ha sido tan dramática como hoy, y escribo esto para los servidores en potencia, que pueden llenar una necesidad impe­riosa.

Que el Ángel de la PRESENCIA pueda hacer sentir su proxi­midad y los inspire para que atraviesen valientemente los fuegos de la tierra ardiente, es mi más ferviente plegaria; que la realidad de la PRESENCIA pueda ser sentida por ustedes y los conduzca a una mayor actividad ‑una vez que hayan cruzado la tierra ar­diente‑, es mi más profundo deseo; y que la luz ilumine su cami­no y traiga una segura y verdadera consumación de todos los afanes y luchas que han caracterizado la manera de vivir, es mi cordial deseo. Los insto a una empresa más activa y constante.
                                                                                                                                                                             EL TIBETANO

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