INTRODUCCIÓN A LA MEDITACIÓN (Lucis Trust)
Informe elemental, pero completo sobre la meditación ocultista
Guía de Introducción a la Meditación
A. Observaciones Preliminares
C. Mecanismos del Proceso de Meditación
D. Algunas Sugerencias Preliminares
E. La Práctica de la Meditación
F. Esquema de Meditación
G. El Método de Meditación Raja Yoga
H. Necesidad de Precaución en la Práctica de la Meditación
A. Observaciones Preliminares
El creciente interés actual hacia la Meditación es una evidencia
misma de la necesidad mundial que requiere una clara comprensión. Allí donde
encontramos una tendencia general en cualquier dirección, focalizada y estable,
es posible suponer que surgirá algo que la raza humana necesita en su marcha
hacia adelante.
Que la meditación sea considerada, por aquellos que dan una
definición aproximada, como un "modo de plegaria", desgraciadamente
es cierto. Pero es posible demostrar que con una correcta comprensión del
proceso de meditación, y su correcta adaptación a la necesidad de la
civilización moderna, puede encontrarse la solución al actual impase en la
educación, así como el método gracias al cual se descubrirá la realidad del
alma como una certeza para todos – algo vivo que llamamos "Alma" a falta
de un término mejor.
A lo largo de los siglos, ha habido una continua progresión en
la evolución de la conciencia humana, y un constante crecimiento en el
conocimiento de la naturaleza, del mundo en el que vivimos, así como una mayor
comprensión del alcance de la noción de Globalidad, puesto que ahora, el mundo
entero está conectado por la radio, el teléfono y la televisión. El Hombre es
omnipresente y la mente es el principal factor que ha producido este aparente
milagro.
"Hemos llegado a un entendimiento de las leyes que rigen al
mundo natural y alguna de las que gobiernan el mundo síquico. Las leyes del
llamado reino espiritual quedan por ser descubiertas y empleadas
científicamente. Pocos las han conocido y hablaron de ellas a la humanidad,
pero son utilizadas únicamente por los espíritus precursores de nuestra raza.
Entre los pocos que aparecen como conocedores eminentes tenemos a Buda, Cristo,
Platón, Aristóteles, Pitágoras, MeisterEckhart, Jacob Boehme, Spinoza - los
nombres son muchos".
"¿No es acaso posible que muchos cientos de personas estén
en condiciones de coordinar el cerebro, la mente y el alma, para trasponer el
portal de la percepción mental hacia el reino de la luz, de la percepción
intuitiva y el mundo de las causas?... Los Conocedores dicen que sí, e indican
el camino".
(Del Intelecto a la Intuición, p. 111)
B. Algunas Preguntas Pertinentes
¿Cuáles son los objetivos de la meditación?
El objeto de la meditación es permitir al hombre ser en la
manifestación externa lo que es en la realidad interna, e identificarse con su
aspecto alma y no simplemente con sus características inferiores de la
personalidad.
... los poderes del alma se desarrollan por medio de la
meditación. Cada vehículo, por el cual se expresa el alma (en los planos
físico, emocional y mental), contiene latente en sí cierta potencia inherente;
pero el alma, fuente de todos ellos, la posee en su forma más pura y sublime...
Los poderes del alma se desenvuelven en forma normal y natural,
no porque se deseen o desarrollen conscientemente, sino porque, a medida que el
Dios interno ejerce control y domina Sus cuerpos, Sus poderes se manifiestan en
el plano físico como potencialidades y son realidades conocidas.
La meditación necesita una preparación muy severa - el testimonio
de los místicos e iniciados de todas las edades, pueden corroborarlo. El hecho
de que otros se hayan realizado, puede alentarnos e interesarnos, pero
únicamente eso, a no ser que emprendamos una acción definida.
Esto implica el desarrollo de la mente como un sentido que se ha
sintetizado. el sentido común, rigiendo su empleo en relación con el mundo de
la vida terrena, de las emociones y del pensamiento. Involucra también su
orientación a voluntad hacia el mundo del alma, y su capacidad de actuar como
intermediaria entre el alma y el cerebro físico.
La primera relación se desarrolla y fomenta por medio de los
sensatos métodos educativos exotéricos y de entrenamiento. La segunda es
posible por la meditación, una forma más elevada del proceso educativo.
(Idem, pp. 54-57)
¿Puede, cualquiera que lo desee, beneficiarse y dominar la
técnica de meditación?
... Debe recordarse desde el comienzo, que el solo anhelo de
meditar puede considerarse que indica el llamado del alma hacia el Sendero del
Conocimiento. No debemos amedrentarnos si en ciertas cosas esenciales
descubrimos que carecemos de las cualidades necesarias. La mayoría estamos más
avanzados, mejor equipados y somos más inteligentes de lo que creemos. Todos
podemos empezar a practicar la concentración desde ahora, si queremos.
Poseemos una gran masa de conocimientos, de poder mental, de
actitudes, que nunca hemos extraído de los reinos del subconsciente, ni hemos
llevado a la utilidad objetiva. Quien quiera haya observado los efectos de la
meditación, producidos en el principiante, corroborará esta afirmación.
Los resultados del primer paso en la disciplina de la
meditación, es decir, la concentración, son a menudo sorprendentes. Las
personas se descubren a sí mismas; descubren facultades ocultas y una
comprensión que nunca habían aplicado; desarrollan una percepción, incluso del
mundo fenoménico, que para ellas es milagrosa; repentinamente registran la
existencia de la mente y de que pueden utilizarla, y la diferencia entre el
Conocedor y el instrumento del conocimiento se hace cada vez más evidente y
reveladora.
Al mismo tiempo se produce una sensación de pérdida. Los
antiguos estados de ensoñación, de beatitud y paz, otorgados por la oración y
meditación mística, desaparecen, y se experimenta temporalmente un sentido de
aridez, nulidad y vacuidad, siendo a menudo desesperante. Esto se debe a que el
foco de la atención se ha alejado de las cosas de los sentidos, no importa lo
bellas que sean.
Las cosas que la mente conoce y puede registrar, aún no se han
plasmado; tampoco el mecanismo sensorio hace su impacto familiar sobre la
conciencia. Es un período de transición que debe mantenerse hasta el momento en
que el nuevo mundo empiece a impresionar al aspirante. Ésta es una de las
razones por las cuales la persistencia y la perseverancia deben desempeñar su
parte, particularmente en las primeras etapas del proceso de la meditación.
Uno de los primeros efectos de la práctica de la meditación es
comúnmente una creciente eficiencia en la vida diaria, sea en el hogar, en el
trabajo o en cualquier campo de la actividad humana. Emplear la mente en los
asuntos del vivir es en sí, un ejercicio de concentración y produce notables
resultados. Alcance o no el hombre la iluminación final, mediante la práctica de
la concentración y la meditación, habrá adquirido mucho y enriquecido
grandemente su vida, aumentado mayormente su utilidad y poder y ampliado su
esfera de influencia.
Todo aquél que no sea puramente emocional, que tenga una regular
educación y esté dispuesto a trabajar con perseverancia, puede emprender el
estudio de la meditación con ánimo, empezar a organizar su vida y dar los
primeros pasos en el sendero hacia la iluminación, y tal organización
constituye uno de los pasos más difíciles. Téngase presente que todo paso
inicial es difícil, porque deben neutralizarse hábitos y ritmos de muchos años;
pero una vez dados y dominados dichos pasos, el trabajo resulta más fácil.
Se evidencia por lo tanto que la respuesta a nuestra pregunta
es:
Primero: Aceptamos la hipótesis de que existe un alma y que esta
alma puede ser conocida por el hombre capaz de entrenar y controlar su mente.
Segundo: Con esta hipótesis como base empezamos a coordinar los
tres aspectos de la naturaleza inferior y a unificar la mente, las emociones y
el cuerpo físico, en un todo organizado y comprensivo. Esto se logra mediante
la práctica de la concentración.
Tercero: A medida que la concentración se fusiona con la
meditación (acto de concentración prolongada) se hace sentir la imposición de
la voluntad del alma sobre la mente. Poco a poco, el alma, la mente y el
cerebro, se ponen en armonía. En primer lugar la mente controla al cerebro y a
la naturaleza emocional, luego el alma controla a la mente. Lo primero es
consecuencia de la concentración; lo segundo, de la meditación.
De esta correlatividad de actividades, el investigador
interesado logrará comprender que hay un verdadero trabajo que realizar y que
la primera cualidad necesaria es perseverancia... la organización de la vida
mental en todo momento y en todas partes, y la práctica regular de la
concentración, diariamente a la misma hora si es posible, proporciona la
orientación necesaria y estos dos elementos unidos nos garantizan el éxito.
(Idem, pp. 121-25)
¿Es nececesario retirarse a la soledad a fin de evocar el alma?
Para la mayoría de nosotros no puede ser cuestión de paz y de
tranquilidad en medio de la multitud... la solución está en la comprensión
exacta de nuestro problema y en el privilegio que tenemos de demostrar un nuevo
aspecto de la antigua verdad.
En el milenario Oriente, unos pocos precursores aventureros
buscaron la soledad, aseguraron las oportunidades y conservaron las reglas.
Protegieron la técnica hasta el momento en que las masas estuvieran preparadas
para avanzar en gran número, y no de uno o dos a la vez.
Ese momento ha llegado. En medio de la tensión y agitación del
moderno vivir... los hombres y las mujeres pueden descubrir y descubren, el
centro de paz dentro de sí mismos y pueden entrar y entran, en ese estado de
positiva concentración silenciosa que les permite llegar a la misma meta y
obtener el conocimiento de ellos mismos; el lugar de silencio, donde
establecemos contacto con la vida del alma, es ese punto dentro de la cabeza
donde el alma y el cuerpo se unen...
El hombre que puede entrenarse para estar suficientemente
centralizado puede retirar sus pensamientos en un centro dentro de sí mismo, en
cualquier momento y en cualquier lugar. Allí se realiza la gran obra de
unificación.
(Idem, pp. 127-28).
La verdadera concentración nace de una vida concentrada y regida
por el pensamiento. El primer paso para el aspirante es empezar por organizar
su vida diaria, regularizar sus actividades de manera que su vida esté centrada
y sea unilateral. Esto puede hacerlo quien tiene bastante interés en realizar
el esfuerzo necesario y es capaz de llevarlo a cabo con perseverancia.
Cuando reorganizamos y ajustamos nuestra vida, ponemos a prueba
nuestro temple y la fortaleza de nuestro deseo... Ningún aspirante puede
negligir un deber. Cumple mejor con sus deberes hacia su familia y sus amigos,
su trabajo y su profesión se desempeñan más completa y eficientemente.(Idem, p.
126)
C. Mecanismos del Proceso de Meditación
La hipótesis, en la que se apoyan las teorías recogidas en esta
publicación, podría exponerse en las siguientes proposiciones:
Una: El centro de energía por intermedio del cual actúa el alma
se halla en la parte superior del cerebro. Durante la meditación, si ésta es
efectiva, la energía del alma afluye al cerebro y produce un efecto preciso
sobre el sistema nervioso. Pero si la mente no está controlada y predomina la
naturaleza emocional (como ocurre en el caso del místico puro), el efecto se
hace sentir principalmente en el mecanismo sensorio, en los estados emocionales
del ser.
Cuando la mente es el factor dominante, entonces el mecanismo
mental de la parte superior del cerebro entra en actividad organizada. El
hombre adquiere una nueva capacidad para pensar clara, sintética y
poderosamente...
Dos: En la región del cuerpo pituitario tenemos el asiento de
las facultades inferiores, cuando están coordinadas en el ser humano de tipo
superior. Allí se coordinan y sintetizan y - de acuerdo a ciertas escuelas
acreditadas de sicología y endocrinología - residen las emociones y los
aspectos más concretos de la mente (derivados de hábitos raciales e instintos
heredados), y por lo tanto no exigen el ejercicio de la mente creadora o
superior.
Tres: Cuando la personalidad (los estados físicos, emocional y mental)
es de orden elevado, el cuerpo pituitario actúa con creciente eficacia, y la
vibración del centro más cercano de energía llega a ser muy potente. Debe
observarse que de acuerdo a esta teoría, cuando la personalidad es de orden
inferior, cuando las reacciones son principalmente instintivas y la mente
prácticamente está inactiva, entonces el centro de energía está cercano al
centro plexo solar y predomina en el hombre la naturaleza animal.
Cuarto: El centro, situado en la región de la glándula pineal, y
la parte superior del cerebro, entran en actividad cuando se aprende a enfocar
atentamente la conciencia en la cabeza...
Las diversas avenidas de percepción de los sentidos se aquietan,
y la conciencia del hombre real ya no afluye externamente a través de sus cinco
avenidas de contacto. Los cinco sentidos quedan dominados por el sexto, la
mente, y toda la conciencia y la facultad perceptiva del aspirante se
sintetizan en la cabeza y se dirige hacia dentro y hacia arriba. De esta manera
la naturaleza síquica queda subyugada y el plano mental se convierte en el
campo de la actividad del hombre. Este proceso de retiro o abstracción, se
verifica en etapas:
El retiro de la conciencia física o de percepción, por medio del
oído, el tacto, la vista, el gusto y el olfato. Estos medios de percepción
quedan momentáneamente dormidos. La percepción del hombre es puramente mental y
la conciencia del cerebro es lo único activo en el plano físico.
El retiro de la conciencia en la región de la glándula pineal,
de modo que el punto de comprensión del hombre se centralice en la región
situada entre el medio de la frente y la glándula pineal.
Quinto: Cuando se ha hecho esto y el aspirante adquiere
facilidad para enfocarse en la cabeza, el resultado de este proceso de abstracción
es el siguiente:Los cincos sentidos van siendo sintetizados constantemente por
el sexto, la mente. Éste es el factor coordinador. Más tarde, percibe que el
alma tiene análoga función. La triple personalidad se pone así en comunicación
directa con el alma y, por lo tanto, el hombre llega a ser con el tiempo
inconsciente de las limitaciones de la naturaleza corporal, y el cerebro puede
ser entonces impresionado directamente por el alma vía la mente. La conciencia
del cerebro se mantiene en una condición de espera positiva con todas las
reacciones del mundo fenoménico totalmente inhibidas, aunque temporalmente.
Sexto: La personalidad intelectual, de alto desarrollo, con su
foco de atención localizado en la región del cuerpo pituitario, empieza a
vibrar al unísono con el centro superior en la región de la glándula pineal.
Entonces se establece un campo magnético entre el aspecto positivo del alma y
la personalidad en expectativa, que se hace receptiva, debido al proceso de
atención enfocada. Se dice que entonces irrumpe la luz, el hombre logra la
iluminación y aparece la luz fenoménica en la cabeza.
Todo esto es el resultado de una vida disciplinada y del enfoque
de la conciencia en la cabeza, producido a su vez por el intento de
concentrarse en la vida diaria y mediante determinados ejercicios de
concentración. A esto le sigue el esfuerzo de la meditación y más tarde - mucho
después - se hace sentir el poder de la contemplación.
Éste es un breve resumen de la mecánica del proceso, siendo
necesariamente sucinto e incompleto. Sin embargo, estas ideas deben ser
aceptadas provisionalmente, antes de poder emprender con inteligencia la
práctica de la meditación.
Habiendo formulado nuestra hipótesis y aceptándola
momentáneamente, continuaremos con el trabajo hasta comprobar su falsedad, o
mientras nos interesa. Una hipótesis no será necesariamente falsa por no lograr
probarse a sí misma en el plazo que consideramos adecuado. La gente abandona
frecuentemente su búsqueda en este campo del conocimiento, porque carece de la
necesaria perseverancia o su interés se transfiere a otra parte.
Sin embargo, hemos determinado seguir adelante con nuestra
investigación y dar tiempo a que las técnicas y fórmulas antiguas se comprueben
a sí mismas. Cumpliremos los primeros requisitos y trataremos de que nuestra
vida sea influida por una actitud mental más concentrada, a fin de practicar la
meditación y concentración diariamente.
Si somos principiantes o poseemos una mente desordenada,
fluídica, versátil o inestable, empezaremos por practicar la concentración. Si
somos intelectuales disciplinados, lo único que debemos hacer es reorientar la
mente hacia un nuevo campo de conocimiento y empezar a meditar verdaderamente.
Es fácil enseñar a meditar al hombre cuyo interés se cifra en los negocios.
(Del Intelecto a la Intuición, pp. 128/31)
D. Algunas Sugerencias Preliminares
Encontrar Tiempo
Es bueno reservar cierto tiempo, cada día, al trabajo de
meditación. Al principio, quince minutos son suficientes, y no debería
intentarse practicarla durante más tiempo el primer año. En verdad podría
decirse que no está interesado quien dice no disponer de quince minutos de los
mil cuatrocientos cuarenta que constituye un día.
Ante todo, procuraremos hallar tiempo por la mañana temprano
para la práctica de la meditación. La razón estriba en que después de haber
participado de los acontecimientos del día y en el toma y daca general de la
vida, la mente está en un estado de violenta vibración, lo cual no sucede si la
meditación es la primera práctica de la mañana. Entonces la mente está
relativamente aquietada y puede sintonizarse más rápidamente con los estados
superiores de conciencia.
Si iniciamos el día enfocando nuestra atención en cosas
espirituales y cuestiones del alma, vivimos el día en forma muy distinta. Si
esta práctica se convierte en hábito, veremos muy pronto cambiar nuestras
reacciones a las incidencias de la vida y empezaremos a pensar lo que el alma
piensa. Entonces se realiza el proceso de la actuación de una ley, porque
"como el hombre piensa, así es él".
Encontrar un Lugar para Meditar
Luego trataremos de buscar un lugar realmente tranquilo y libre
de intromisiones. No quiero decir tranquilo en el sentido de que no haya ruido,
porque el mundo está lleno de sonidos, sino un lugar donde podamos aislarnos de
los demás.
Quisiera indicar una actitud que todo principiante debería
asumir. Es la actitud de silencio. Los aspirantes a la meditación hablan mucho
de la oposición que encuentran por parte de la familia y los amigos... En la
mayoría de los casos es culpa del aspirante mismo... La gente habla demasiado.
A nadie le importa qué hacemos durante quince minutos de nuestro tiempo cada
mañana y no es necesario hablar de ello a la familia, ni exigirles estar
quietos porque queremos meditar.
Si es imposible tener un momento pata meditar, antes que la
familia se disperse para los quehaceres del día, o antes de iniciar nuestra
tarea, busquemos el momento propicio durante el día. Siempre hay una salida
para cualquier dificultad si lo deseamos suficientemente, en forma que no
signifique eludir deberes u obligaciones. Siempre es posible encontrar quince
minutos temprano por la mañana.
(Del Intelecto a la Intuición, pp. 131/133)
E. La Práctica de la Meditación
Posición
Habiendo encontrado el momento y el lugar, sentémonos
cómodamente y empecemos a meditar. Entonces surge la pregunta ¿cómo debemos
sentarnos?, ¿Cuál es la mejor posición, las piernas cruzadas, arrodillados, sentados
o de pie? La posición más fácil y normal es siempre la mejor.
La posición con las piernas cruzadas ha sido, y aún es, la más
corriente en Oriente... Algunas de las posturas tienen relación con el sistema
nervioso y con esa estructura interna de nervios sutiles que los hindúes
denominan nadis, que subyacen en el sistema nervioso, como se lo conoce en
Occidente.
El inconveniente de tales posturas conduce a dos reacciones,
hasta cierto punto indeseables; nos llevan primero, a concentrar la mente en la
mecánica del proceso y no en su finalidad; segundo, con frecuencia producen un
agradable sentido de superioridad, basado en la intención de hacer algo que la
mayoría no hace y que permite destacarnos como conocedores en potencia. Nos
absorbe el aspecto forma de la meditación y no el Originador de la forma. Nos
preocupamos del no-yo en lugar del Yo.
Debemos elegir esa postura que nos haga olvidar más fácilmente
el cuerpo físico. Para el occidental probablemente la mejor postura es estar
sentado: lo importante es que nos sentemos erguidos, con la columna vertebral
en línea recta, relajados (sin dejarse caer) para que no haya tensión en
ninguna parte del cuerpo, bajando la barbilla parcialmente a fin de eliminar
toda tensión en la nuca... La meditación es un acto interno y se practica con
éxito sólo cuando el cuerpo está relajado, en posición adecuada y, luego,
olvidado.
Respiración
Obtenida la comodidad física y el relajamiento, y habiendo
retirado la conciencia del cuerpo, observamos a continuación nuestra
respiración. Veamos si es tranquila, regular y rítmica.
Considero útil hacer una advertencia acerca de los ejercicios
respiratorios, que no son recomendables sino para quienes primeramente han
practicado durante años en debida forma la meditación y la purificación de la
naturaleza corpórea... En las antiguas enseñanzas de Oriente no se permitía el
control de la respiración, sino después de haberse perfeccionado en los tres
primeros "medios de unión", y a condición de ajustarse a las
instrucciones apropiadas.
La práctica de ejercicios respiratorios nada tiene que ver con
el desarrollo espiritual. Interesa sólo y profundamente al desarrollo psíquico
y pueden resultar numerosas dificultades así como peligros. Los instructores
elegían antiguamente a algunos individuos para este tipo de enseñanza, que,
sumado al entrenamiento, había producido ya cierta medida de contacto con el
alma, pudiendo ésta guiar las energías evocadas por la respiración, impulsar
sus objetivos y servir mundialmente.
Por lo tanto, lo único que debemos procurar es que nuestra
respiración sea tranquila y regular; entonces retiraremos totalmente nuestro
pensamiento del cuerpo y empezaremos la tarea de concentración.
La Visualización y la Utilización Creativa de la Imaginación
El siguiente paso en la práctica de la meditación es el empleo
de la imaginación. Nos imaginamos al triple hombre inferior alineado, o en
comunicación directa con el alma. Hay varias maneras de hacerlo. A esto lo
llamamos práctica de la visualización. La visualización, la imaginación y la
voluntad, parecen ser tres factores muy potentes en todo proceso creador. Son
las causas subjetivas de muchos de nuestros efectos objetivos.
Al principio la visualización es en gran parte cuestión de fe
experimental. Sabemos que mediante el proceso de razonamiento, llegamos a la
comprensión de que dentro y más allá de los objetos manifestados, existe un
objeto o canon ideal, que está tratando de manifestarse en el plano físico. La
práctica de la visualización, la imaginación y el empleo de la voluntad, son
actividades calculadas para acelerar la manifestación de este Ideal.
Al visualizar, utilizamos nuestra concepción más elevada de lo
que ese ideal puede ser, revestido de cierto tipo de materia, generalmente
mental, pues aún somos incapaces de concebir formas y tipos más elevados de
sustancia con la cual envolver nuestras imágenes.
Al imaginar una representación mental, la sustancia mental de
nuestra mente establece cierto ritmo de vibración que atrae hacia sí el
correspondiente grado de sustancia mental, en que la mente está sumergida. La
voluntad mantiene esta imagen fija y le da vida. Este proceso continúa, seamos
o no capaces de verlo con el ojo mental. No tiene importancia que podamos o no
verlo, porque el trabajo creador se realiza igualmente. Quizás podamos alguna
vez seguir y ejecutar conscientemente todo el proceso.
En conexión con este trabajo, en la etapa del principiante,
algunas personas se imaginan a los tres cuerpos (los tres aspectos de la
naturaleza forma) vinculados por un cuerpo radiante de luz, o visualizan tres
centros de energía vibrante que recibe el estímulo de un centro más elevado y
poderoso; otros imaginan al alma como un triángulo de fuerza, unido al
triángulo de la naturaleza inferior - vinculado por el "cordón
plateado", mencionado en la Biblia cristiana, el sutratma o hilo del alma
de las escrituras orientales, la "línea de la vida" de otras escuelas
de pensamiento. En cambio otros mantienen la idea de una personalidad vinculada
con la Divinidad que mora internamente, ocultando en sí misma a esa Divinidad,
"Cristo en nosotros, esperanza es de gloria".
Tiene poca importancia la imagen elegida, siempre que se inicie
con la idea fundamental de que el Yo trata de establecer contacto con el no-yo,
utilizar su instrumento en los mundos de la expresión humana y viceversa,
impulsar al pensamiento de ese no-yo para que se dirija hacia la fuente de su
ser. Una vez realizado, puede continuarse con la práctica de la meditación. El
cuerpo físico y la naturaleza de deseos se sumergen a su vez bajo el nivel de
la conciencia, entonces nos centramos en la mente y tratamos de someterla a
nuestra voluntad.
La Concentración
Precisamente aquí enfrentamos el problema. La mente se niega a
amoldarse a los pensamientos que decidimos pensar, y recorre todo el mundo en
su acostumbrada búsqueda de temas. Pensamos en lo que vamos a hacer durante el
día, en lugar de reflexionar sobre nuestro "pensamiento simiente";
recordamos a alguien a quien debemos ver o alguna actividad que demanda nuestra
atención; empezamos a pensar en algún ser querido, e inmediatamente descendemos
al mundo de las emociones, debiendo empezar el trabajo de nuevo.
De manera que reunimos nuevamente nuestros pensamientos y los
retomamos con mucho éxito durante medio minuto, pero de pronto recordamos una
cita o una diligencia que alguien está gestionando y volvemos otra vez al mundo
de las reacciones mentales, quedando olvidada la línea de pensamientos.
Nuevamente reunimos nuestras ideas diseminadas y retomamos la tarea de someter
a la mente obstinada. Pero, con la práctica, seremos capaces de mantener en
mayor o menor medida cierto grado de uniformidad.
¿Cómo es posible? Siguiendo una fórmula o delineamiento, al
practicar la meditación y automáticamente, se establece un círculo
infranqueable alrededor de la mente, que dice "llegarás hasta aquí y nada
más". Deliberadamente y con intento inteligente, establecemos los límites
de nuestra actividad mental, en tal forma, que forzosamente tenemos que darnos
cuenta cuando salimos de esos límites. Entonces sabemos que tenemos que
retirarnos dentro del muro que hemos elevado para nuestra perfección.
(Del Intelecto a la Intuición, pp. 133/138)
F. Esquema de Meditación
Para desarrollar la concentración
Etapas
Lograr control y comodidad física.
Procurar que la respiración sea rítmica y regular.
Visualizar el triple yo inferior (físico, emocional y mental):
En contacto con el alma.
Como canal para la energía del alma, que por la mente llega
directamente al cerebro, desde donde puede controlarse el mecanismo físico.
Concentrarse definidamente, aplicando la voluntad. Esto implica
el esfuerzo por mantener la mente fija en cierta fórmula de palabras, de modo
que se aclare en la conciencia su significado, no las palabras, ni el hecho de
que estamos tratando de meditar.
Pronunciar con atención enfocada, lo siguiente:
"Más radiante que el sol, más puro que la nieve, más sutil
que el éter, es el Yo, el espíritu que reside en mi; Yo soy Ése Yo. Ése Yo soy
Yo".
Concentrarse sobre las palabras:
"Dios, tú me ves".
No debe permitirse a la mente vacilar cuando se concentra en su
significación, significado e implicaciones.
Deliberadamente debe finalizarse la tarea de concentración
diciendo, con la mente reenfocada en las ideas subyacentes, la afirmación
final:
"Hay una paz que a toda comprensión trasciende; reside en
los corazones de quienes viven en lo Eterno. Hay un poder que todas las cosas
renueva; es el que vive y se mueve en quienes saben que el Yo es
uno".(Idem, p.138/139)
Es necesario seguir alguna fórmula de meditación durante varios
años, si no la hemos practicado previamente y, generalmente, hasta los que
llegaron a la etapa de la contemplación se someten frecuentemente a prueba,
utilizando una fórmula para asegurarse de que no han caído en una pasividad
negativa emocional.
(Idem, p. 138)
Hay muchos otros delineamientos de meditación que traen los
mismos resultados, y también muchos otros para estudiantes avanzados. Hay
delineamientos de meditación preparados para producir ciertos resultados
específicos en determinadas personas, pero evidentemente no pueden incluirse
aquí, siendo sólo posible dar una fórmula general de meditación que no ofrezca
peligros. En todas ellas, sin embargo, lo primero que debe tenerse en cuenta es
mantener la mente activa y ocupada con las ideas y no con el esfuerzo por
concentrarse. Tras todas las palabras pronunciadas y las etapas a seguirse,
debe haber la voluntad de comprender y una actividad mental intensa y
concentrada.
En la sexta etapa, en que se hace un esfuerzo para meditar sobre
cierta forma de palabras que velan una verdad, no debe haber nada automático en
el proceso. Es muy fácil provocar en uno mismo una condición hipnótica,
mediante la repetición rítmica de ciertas palabras. Se dice que Tennyson
provocó en sí mismo un elevado estado de conciencia, repitiendo su propio
nombre. Ésta no es la finalidad. El trance o la condición automática es
peligrosa. El medio seguro es una actividad mental intensa, confinada en el
campo de las ideas, abierto por un determinado "pensamiento
simiente", o tema de meditación. Esta actividad excluye todos los
pensamientos extraños, excepto los que despiertan las palabras en
consideración.
Para ayudar al principiante confundido y desalentado porque era
incapaz de pensar cuando y como él queria, Alice Bailey da el consejo
siguiente:
"Imagínese que debe dar una conferencia sobre un tema.
Véase formulando las notas sobre lo que va a hablar. Guíe a su mente de una
etapa a otra y hallará que transcurrieron cinco minutos sin que su atención se
desviara, debido al gran interés puesto".
El método correlativo sugerido es un medio seguro para el
neófito. Se le ocurrirán otros al estudiante inteligente. Mundos enteros de
pensamientos que puede recorrer a voluntad (observen estas palabras), se abren
a la mente, siempre que tengan que ver con el pensamiento–simiente y se
relacionen definidamente con la idea elegida sobre la que tratamos de
concentrarnos. Evidentemente cada persona seguirá la inclinación de su propia
mente (artística, científica o filosófica), y para ella será la línea de menor
resistencia.
(Idem, pp. 139/141)
G. El Método de Meditación Raja Yoga
(Sugerencias preliminares para los que desean ir más allá de la
etapa de principiante).
Patanjali recopiló las enseñanzas que, hasta él, habían sido
trasmitidas oralmente durante muchos siglos. Fue el primero en transcribir la
enseñanza para los estudiantes, por eso se lo considera fundador de la Escuela
Raja Yoga.
La fecha del nacimiento de Patanjali es desconocida; existe
mucha controversia sobre ello. La mayoría de los autores occidentales la fijan
entre los años 820 y 300 a.C., aunque uno o dos la fijan después de J.C.; los
indúes, que se supone saben algo al respecto, fijan una fecha muy anterior,
algunos hasta 10.000 años a.de J.C.
Los Aforismos de la Yoga son la enseñanza básica de la Escuela
Trashimaláyica, a la cual pertenecen la mayoría de los Maestros de Sabiduría.
Muchos estudiosos sostienen que los Esenios y otras Escuelas místicas de entrenamiento
y pensamiento, íntimamente relacionadas con el fundador del cristianismo v con
los cristianos primitivos, están basadas en el mismo sistema y que sus
Instructores fueron preparados en la gran Escuela Trashimaláyica.
(La Luz del Alma, p. 11)
El primer paso para este desenvolvimiento es la concentración, o
la capacidad de mantener la mente firme y sin desviarse sobre aquello que el
aspirante ha elegido. Este primer paso es la etapa más difícil del proceso de
la meditación, e implica la capacidad constante e incansable de hacer volver la
mente al "objeto" elegido por el aspirante para concentrarse. Las
etapas para la concentración están bien definidas y pueden ser enumeradas como
sigue:
Elección del objeto en el cual se va a concentrar.
Retiro de la conciencia mental de la periferia del cuerpo, a fin
de aquietar las avenidas de percepción y contacto externo (los cinco sentidos),
entonces la conciencia ya no se exterioriza.
Centralización de la conciencia, fijándola en la cabeza. En el
punto medio entre las cejas.
Aplicación de la mente, o poner la mayor atención posible al
objeto elegido para la concentración.
Visualización del objeto, percepción imaginativa y razonamiento
lógico del mismo.
Extensión de los conceptos mentales formados, de lo específico y
particular a lo general y lo universal o cósmico.
Proponerse alcanzar lo que se halla detrás de la forma
considerada, o llegar hasta la idea responsable de la forma.
Este proceso eleva gradualmente la conciencia y permite al
aspirante llegar al aspecto vida de la manifestación, en vez del aspecto forma.
Sin embargo, se empieza por la forma u "objeto". Los objetos, en los
cuales se puede uno concentrar son de cuatro tipos:
Objetos externos, como imágenes de la deidad, cuadros o formas
de la naturaleza.
Objetos internos, como los centros del cuerpo etérico.
Cualidades, como las diversas virtudes, a fin de despertar el
deseo de poseerlas, y hacer que lleguen a formar parte del contenido de la vida
personal.
Conceptos mentales, o esas ideas incorporadas en los ideales,
subyacentes en todas las formas animadas, y que pueden asumir la forma de
símbolos o de palabras.
La convicción de que son necesarios los "objetos" para
concentrarse, originó la demanda de imágenes, esculturas sagradas y cuadros.
Todos estos objetos implican el empleo de la mente concreta inferior, etapa
preliminar necesaria. El empleo de tales objetos permite el control de la
mente, de manera que el aspirante pueda hacer de ella lo que quiera.
Los cuatro tipos de objetos ya mencionados llevan gradualmente
al aspirante hacia adentro y le permiten transferir su conciencia desde el
plano físico al reino etérico, de allí al mundo del deseo o de las emociones, y
progresivamente al mundo de las ideas y conceptos mentales.
Este proceso se desarrolla en el cerebro, y todo el hombre
inferior es llevado a un estado de coherente atención en una sola dirección,
donde todos los aspectos de su naturaleza están dirigidos a lograr una atención
fija, o una concentración de todas las facultades mentales... Esta percepción
clara, unilateral y tranquila de un objeto, sin que otro objeto o pensamiento
penetre en la conciencia, es muy difícil de obtener. Cuando puede mantenerse
durante doce segundos, entonces se está logrando la verdadera concentración.
La meditación es sólo la prolongación de la concentración;
proviene de la facilidad con que el aspirante consigue "fijar la
mente" a voluntad en un objeto determinado. Está sujeta a las mismas
reglas y condiciones de la concentración, la única diferencia es el factor
tiempo.
(Idem, pp. 158/160)
H. Necesidad de Precaución en la Práctica de la Meditación
La Energía Sigue al Pensamiento
La ley fundamental que rige toda la práctica de la meditación,
es la que antiguamente formularon los videntes de la India hace siglos, según
la cual "la energía sigue al pensamiento". Desde la región de las
ideas (o del conocimiento del alma) fluye energía... se filtra poco a poco en
las densas mentes de los hombres, y a ello pueden atribuirse todos los
movimientos progresistas de la época actual, todas las organizaciones de bien
común y mejoramiento grupal, todos los conceptos religiosos y todo conocimiento
externo de las Causas que producen la objetividad.
Puede afirmarse que toda forma, ya sea la de una máquina, un
orden social o un sistema solar, es la materialización del pensamiento de algún
pensador o grupo de pensadores. Es un tipo de trabajo creador... y el trabajo
ha sido concentrado con una energía de determinado tipo. El estudiante de
meditación debe, por lo tanto, recordar que trabaja siempre con energías, las
cuales varían y tienen un efecto definido sobre las energías de que él mismo
está compuesto.
Es evidente, en consecuencia, que el hombre que aprende a
meditar debe procurar realizar dos cosas:
Primero: traer a la mente y luego interpretar correctamente
aquello que ha visto y con lo cual se ha puesto en contacto, y luego
trasmitirlo con exactitud y precisión al atento e impresionable cerebro.
Segundo: conocer la naturaleza de las energías con las que hace
contacto y entrenarse para utilizarlas correctamente. Podría darse un ejemplo
práctico universalmente reconocido. Cuando nos sentimos arrastrados por la ira
o la irritabilidad, instintivamente empezamos a gritar. ¿Por qué? Porque la
energía emocional nos domina. Aprendiendo a controlar la energía de la palabra
hablada, empezamos a dominar este tipo particular de energía emocional.
Ambas ideas, correctas interpretación y trasmisión y correcto
empleo de la energía, resumen toda la práctica de la meditación. Evidencian
también el problema que enfrenta el estudiante y por qué todos los instructores
inteligentes de la técnica de la meditación recomiendan a sus discípulos la
necesidad de que procedan despacio y con cuidado.
(Del Intelecto a la Intuición, pp. 145/146)
La Necesidad de Discernimiento
El estudiante debe aprender a diferenciar los campos de
percepción que se le abrirán, a medida que se hace más sensible y conoce el
carácter de lo que ve y oye. Consideraremos brevemente algunos fenómenos de la
mente inferior, que los estudiantes constantemente interpretan mal.
Algunos, por ejemplo, registran un arrobador encuentro con el
Cristo o alguna gran alma que se les aparece cuando meditan, les sonríe y les
dice: "Alégrate, estás haciendo un gran progreso. Eres uno de los
trabajadores elegidos y te será revelada la verdad", o algo igualmente
fatuo... ¿Qué ha ocurrido realmente? ¿Ha visto el estudiante al Cristo?
Aquí debe recordarse la verdad de que "los pensamientos son
cosas" y que todos los pensamientos toman forma... El poder de la
imaginación creadora recién ahora empieza a presentirse y es posible ver lo que
queremos ver, aunque no esté allí. El deseo del aspirante por progresar y su
arduo esfuerzo, lo han obligado a despertarse o a ser consciente en el plano
síquico, el plano de las imaginaciones vanas, de los deseos y de las
realizaciones ilusorias...
El mundo de la ilusión está lleno de estas formas mentales,
construidas en el trascurso de las edades por los amorosos pensamientos los
hombres, y el individuo, actuando por medio de su propia naturaleza síquica (la
línea de menor resistencia para la mayoría), llega a hacer contacto con tal
forma mental, la confunde con la realidad, y se la imagina diciendo todo lo que
quisiera que diga... Todos corremos el peligro de engañarnos de la misma manera
cuando empezamos a meditar, si la mente discernidora no está alerta, o si
tenemos secretas aspiraciones de sobresalir espiritualmente y sufrimos un
complejo de inferioridad, el cual debe ser neutralizado.
El punto que el estudiante debe recordar es que todo
conocimiento e instrucción es transmitido a la mente y al cerebro por la propia
alma del hombre, la cual ilumina su camino. Los Instructores y Maestros de la
raza trabajan por mediación de las almas. Nunca se reiterará esto
suficientemente. El primer deber de cada aspirante debería ser la práctica
perfecta de la meditación, el servicio y la disciplina, y no establecer
contacto con una gran Alma. Quizá sea menos interesante, pero lo protege de la
ilusión. Si lo hace, los resultados elevados se manifestarán por sí mismos.
Por lo tanto, si se le presenta alguna aparición, y tal entidad
hace comentarios trillados, debe utilizar el mismo criterio que emplearía en
los negocios o en la vida común, si alguien se le presentara y dijera:
"tienes un gran trabajo en tus manos, vas bien, observamos y sabemos,
etc., etc.,". Probablemente soltaría una carcajada y continuaría con la
actividad o deber del momento.
(Idem, pp. 147/150)
Podrían mencionarse otras formas de ilusión, porque el primer
mundo que el aspirante alcanza generalmente es el psíquico, el de la ilusión.
Esto tiene su utilidad, y penetrar en él es una de las experiencias más
valiosas, siempre que las reglas del amor y la impersonalidad guíen al
aspirante y todos los contactos sean sometidos a la mente discriminadora y al
prevaleciente sentido común... Es útil registrar y luego olvidar lo que se ve y
oye, hasta empezar a actuar en el reino del alma, pues entonces no les
interesará recordarlo.
(Idem, pp. 153)
Los Escritos Inspirados
Otro efecto de la meditación muy prevaleciente en esta época, es
el diluvio de los denominados escritos inspirados, a los que en todas partes se
les da mucha importancia... Proceden de muy diferentes fuentes internas;
...indican un espíritu de amorosa aspiración; no dicen nada nuevo, sino que
repiten lo ya dicho tantas veces; contienen muchas afirmaciones y frases
relacionadas con los escritos de los místicos o con las enseñanzas cristianas;
quizá encierren algunas profecías sobre acontecimientos futuros (generalmente
deplorables y terribles y muy raras veces auspiciosas).
¿Cómo es posible diferenciar los escritos inspirados de un
verdadero conocedor, de este cúmulo de literatura que inunda la mente del
público en la actualidad?
... El escrito realmente inspirado carecerá totalmente de
referencias personales; emitirá una nota de amor y no contendrá nada que
despierte odios y erija barreras raciales; trasmitirá conocimiento definido y
su autoridad residirá en la respuesta de la intuición; responderá a la ley de
analogía, y se adaptará al cuadro mundial. Sobre todo contendrá la impronta de
la sabiduría divina y llevará a la raza un poco más adelante.
Los verdaderos servidores de la raza y quienes hacen contacto
con el mundo del alma, por la meditación, no tienen tiempo para exponer
generalidades... no les interesa la buena opinión de cualquier persona,
encarnada o desencarnada, sino únicamente la aprobación de su propia alma,
interesados vitalmente en el trabajo precursor del mundo. Tampoco harán nada
para nutrir el odio y la separatividad ni fomentar el temor; ... avivarán la
llama del amor dondequiera vayan; enseñarán la verdadera inclusividad de la
hermandad y no un sistema que enseñe la hermandad a unos pocos, excluyendo al
resto.
Reconocerán a todos los hombres como Hijos de Dios...tampoco
consideran una raza mejor que otra, aunque reconozcan el plan evolutivo y la
labor que corresponde a cada raza. En resumen, tratarán de educar el carácter
de los hombres, no malgastarán el tiempo destruyendo personalidades, ni se
ocuparán de efectos o resultados. Trabajarán en el mundo de las causas y
enunciaran principios.
(Idem, pp. 150/153)
Problemas de Sobreestimulación
Los estudiantes con frecuencia se quejan de un sobreestímulo y
una acrecentada energía que son incapaces de manejar, y dicen que al tratar de
meditar se sienten indebidamente inquietos o con deseos de llorar; experimentan
períodos de intensa actividad, donde corren de un lado a otro, sirven, hablan,
escriben y trabajan...Otros se quejan de cierto dolor en la cabeza, de una
molesta vibración en la frente o en la garganta después de meditar. Sufren,
además, de insomnio.
En realidad, están sobre estimulados. Los principiantes en la
ciencia de la meditación atraviesan por dificultades que deben superar
cuidadosamente. Si se manejan en forma correcta desaparecerán pronto, pero si
se descuidan pueden conducir a serios trastornos. Todo aspirante ansioso e
interesado, constituye él mismo una dificultad en esta etapa, porque su ansia
por dominar la técnica de la meditación, le hace olvidar las reglas... a pesar
de todo lo que le diga el instructor o las advertencias hechas.
En vez de sujetarse a la fórmula señalada de quince minutos,
trata de forzarse y dedicar treinta minutos; en vez de seguir el delineamiento
establecido, trata de sostener la concentración el mayor tiempo posible, y en
el máximo esfuerzo olvida que está aprendiendo a concentrarse y no a meditar.
Por lo tanto sufre de insomnio, sobreviniéndole el colapso nervioso, culpando al
instructor y considerando peligrosa esta ciencia; sin embargo, el verdadero
culpable es él mismo. Al presentarse alguna de estas dificultades primordiales,
debería suspenderse momentáneamente la práctica de la meditación o hacerla con
más lentitud.
En los tipos mentales o en el caso de quienes ya tienen cierta
facilidad en "centrar su conciencia" en la cabeza, se sobreestimulan
las células del cerebro, dando lugar a dolores de cabeza, insomnio, sensación
de plenitud o vibración perturbadora, entre los ojos o en la parte superior de
la cabeza. Otras veces, se tiene la sensación de una luz enceguecedora, similar
a un repentino relámpago o destello de electricidad, que se ve con los ojos
cerrados, lo mismo en la oscuridad que en la luz.
Cuando esto ocurre, el período de la meditación debe reducirse
de quince a cinco minutos, o practicar la meditación día por medio [altenando
un día si, un día no], hasta que las células del cerebro se hayan ajustado al
nuevo ritmo y al creciente estímulo. No hay motivo de ansiedad si se es
prudente y se utiliza el sentido común.
En los temperamentos emocionales, la dificultad se siente
primeramente en la región del plexo solar. El estudiante es propenso a la
irritabilidad, ansiedad y preocupación; las mujeres, especialmente, tienen
disposición a llorar con facilidad y a veces a sentir náuseas, pues hay una
íntima relación entre la naturaleza emocional y el estómago, como lo prueban
los vómitos que se producen en casos de sobresalto, temor o intensa emoción. Se
aplica, como en los primeros casos, la misma regla, el sentido común y la
práctica más cuidadosa y más lenta del proceso de meditación.
Sensibilidad Excesiva
Podría mencionar otro efecto del sobreestímulo. Hay personas que
se hacen excesivamente sensibles. Los sentidos trabajan en exceso y sus
reacciones son más agudas. Se apropian de las condiciones físicas y psíquicas
de quienes los rodean, están totalmente abiertas, por así decirlo, a los
pensamientos y temperamentos de otras.
Su terapéutica no consiste en acortar los períodos de meditación
-que deben continuar de acuerdo al programa- sino en interesarse en forma más
mental sobre la vida, el mundo de las ideas, algún tema que tienda a
desarrollar la capacidad mental... La cura se obtendrá enfocando la atención en
la vida y sus problemas, y efectuando un intenso trabajo mental... El
desarrollo cabal es siempre necesario, y la mente entrenada debe ir a la par
del crecimiento en la vida espiritual.
(Idem, pp. 153/155)
El Estímulo Sexual
Muchas personas, particularmente hombres, encuentran que la
naturaleza animal requiere atención cuando comienzan a meditar. Descubren en si
mismos deseos incontrolados, además de efectos fisiológicos que causan agudo
malestar y desaliento. Una persona puede poseer altas aspiraciones y sentir un
fuerte anhelo hacia la vida espiritual y al mismo tiempo tener aspectos en su
naturaleza aún incontrolados.
La energía que afluye durante la meditación, desciende a través
del mecanismo y estimula todo el sistema sexual. Siempre se descubre y estimula
el punto débil. La cura de esta condición puede resumirse en estas palabras:
control de la actividad mental y trasmutación.
La enseñanza oriental dice que la energía generalmente dirigida
a la actividad sexual debe ser elevada y conducida a la cabeza y a la garganta,
particularmente a esta última, que según se expone, es el centro del trabajo
creador. Expresándolo en términos occidentales significa que aprendemos a
transmutar la energía utilizada en el proceso procreador o en pensamientos
sexuales, y a utilizarla creadoramente en escritos, en esfuerzos artísticos o
en alguna actividad grupal.
La transmutación no es por cierto la muerte de una actividad o
el cese de una función en cualquier nivel de conciencia, en bien de otro
superior. Constituye la correcta utilización de los distintos aspectos de la
energía, donde el Yo cree que debe emplearse para impulsar los fines de la
evolución y ayudar en el Plan.
El aspirante a la vida del espíritu se somete no sólo a las
leyes del reino espiritual, sino también a las costumbres legalizadas de su
época y tiempo. Por consiguiente, regulariza su vida física cotidiana de tal
manera, que el hombre de la calle reconoce en él la moralidad, la rectitud y la
corrección, con que se presenta ante el mundo. Un hogar que esté fundamentado
en una verdadera y feliz relación entre el hombre y la mujer, en la mutua
confianza, colaboración y comprensión, y donde resalten los principios de la
vida espiritual, es una de las mejores ayudas que se puede proporcionar al
mundo en la actualidad.
(Idem, pp. 155/157)
Meditación sobre los Centros
Es conveniente, además referirnos a los peligros a que se
exponen quienes responden al llamado de instructores que buscan alumnos
"para desarrollar la mediumnidad". Se les enseña a meditar sobre
algún centro de energía, generalmente el plexo solar, a veces el cardíaco y, lo
curioso, nunca el coronario. La meditación sobre un centro está basada en la
ley según la cual la energía sigue al pensamiento y conduce a estimular
directamente a dicho centro, con la resultante demostración de las
características particulares, de las cuales estos puntos focales -diseminados
por todo el cuerpo humano- son responsables. Debido a que la mayoría de las
personas actúan principalmente por medio de las energías acumuladas abajo del
diafragma (la energía sexual y la emocional), su estímulo es muy peligroso.
Teniendo esto en cuenta ¿por qué arriesgarse? ¿Por qué no
aprender a actuar como el hombre espiritual, desde ese punto descrito en forma
tan amena por los escritores orientales, "el trono entre las cejas",
y desde este elevado lugar controlar los aspectos de la naturaleza inferior y
guiar la vida cotidiana por los caminos de Dios?
(Idem, pp. 157/158)
La Necesidad de Sentido Común
Casi todos los peligros de la meditación derivan de nuestras
virtudes, y en ello reside gran parte de las dificultades, consistiendo,
principalmente, en un sutil concepto mental que va más allá de la Capacidad de
los vehículos inferiores, especialmente del físico denso... Sólo trato de hacer
resaltar la absoluta necesidad de que el estudiante ocultista posea, como una
de sus cualidades básicas, un fuerte sentido común, además de un feliz sentido
de la proporción, que lo impulse a tomar las debidas precauciones y a adoptar
métodos adecuados a las necesidades inmediatas. En consecuencia, se recomienda
al hombre que emprende de todo corazón el proceso de la meditación ocultista:
Conócete a ti mismo.
Avanza despacio y con precaución.
Estudia los efectos.
Cultiva la idea de que la eternidad es larga, y lo que se
construye despacio es perdurable.
Busca la regularidad.
Convéncete de que los verdaderos efectos espirituales deben
observarse en la vida exotérica de servicio.
Recuerda también que los fenómenos síquicos, no indican que se
practica la meditación con éxito.
El mundo verá los efectos y los podrá juzgar mejor que el
estudiante. Ante todo, el Maestro lo sabrá, porque verá los resultados en los
niveles causales, mucho antes de que el hombre mismo sea consciente de
cualquier progreso.
(Cartas sobre Meditación Ocultista, pp. 77/78)
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