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miércoles, 22 de marzo de 2017

LOS PROBLEMAS QUE SURGEN DEL DESPERTAR DE LOS CENTROS ETÉRICOS.(AAB. Y D.K.) Texto extraído de la Revista “Nivel II” dedicada al estudio de los Libros Azules

LOS PROBLEMAS QUE SURGEN DEL DESPERTAR DE LOS CENTROS ETÉRICOS.(AAB. Y D.K.)
Texto extraído de la Revista “Nivel II” dedicada al estudio de los Libros Azules





Quienes leyeron mis otros libros y tratados, sabrán cuán inmenso es el tema que nos ocupa y qué poco se conoce y enseña sobre los centros, sus emanaciones de fuerza y la actividad del cuerpo vital o etérico, que es el receptor y distribuidor  de energías, energías que determinan y condicionan las circunstancias y la siquis del ser humano y producen, en último análisis, la manifestación fenoménica del hombre en el plano físico, además de sus características inherentes. Esta información ya la he dado anteriormente y pueden leerla y estudiarla quienes tienen interés. Así podrán esclarecer su conocimiento sobre los distintos centros. Una cosa quisiera señalar aquí, que más adelante dilucidaré, y es la relación que existe entre los diversos centros y los rayos:

PRIMER RAYO.............PODER Y VOLUNTAD.................................CENTRO CORONARIO
SEGUNDO RAYO........AMOR-SABIDURÍA......................................CENTRO CARDÍACO
TERCER RAYO...........INTELIGENCIA ACTIVA...............................CENTRO LARÍNGEO
CUARTO RAYO..........ARMONÍA A TRAVÉS DEL CONFLICTO....CENTRO AJNA
QUINTO RAYO...........CONOCIMIENTO CONCRETO......................CENTRO SACRO
SEXTO RAYO.............DEVOCIÓN......................................................PLEXO SOLAR
SÉPTIMO RAYO.........ORDEN CEREMONIAL..................................BASE DE LA COLUMNA VERTEBRAL

Podría aprenderse mucho reuniendo en un solo libro toda la información dada sobre este tema, y relacionando así lo que se conoce sobre estos puntos específicos de energía que se hallan en la estructura humana. Sólo puedo dar una idea general sobre el tema, indicar ciertas líneas de desarrollo y relación, respecto a los siete centros mayores, las siete glándulas principales y los lugares y zonas del cuerpo humano donde están ubicadas estas glándulas o centros. También quisiera pedirles que traten de comprender cinco cosas:

1. Que las personas poco desarrolladas son energetizadas e impulsadas a la actividad externa mediante los tres centros que están debajo del diafragma. 

2. Que el hombre común comienza a funcionar principalmente por medio del centro plexo solar y a utilizarlo como centro de fuerza para transferir energías que deben ser llevadas de abajo a arriba del diafragma. 

3. Que los aspirantes del mundo son energetizados y controlados lentamente por las fuerzas que se están transfiriendo de los centros situados debajo del diafragma al centro laríngeo y desde el alma también al centro laríngeo, lo cual conduce a una actividad creadora determinada.

4. Que los discípulos del mundo comienzan a ser regidos y controlados por los centros laríngeo y cardíaco; también las fuerzas que han sido elevadas a dichos centros empiezan a ser transferidas al centro ajna, ubicado entre las cejas, en el medio de la frente. Realizado esto, el hombre se convierte en una personalidad integrada. El alma también estimula al centro ajna.

5. Que los discípulos más avanzados y los iniciados del mundo son energetizados desde dos fuentes: las energías que ascienden y se elevan hasta la cabeza desde los centros del cuerpo, y las que afluyen a la estructura humana desde el alma, por conducto del centro más elevado ubicado en la cima de la cabeza.

Todo procedimiento, como podrá verse, consiste en desarrollar, utilizar y transferir, como sucede en todo el desarrollo evolutivo. Existen dos centros principales de transferencia en el cuerpo etérico -el plexo solar y el laríngeo- y un centro mayor a través del cual la energía del alma debe afluir cuando llegue el momento apropiado y afluirá conscientemente y con plena percepción del discípulo. A ese centro se lo denomina coronario, o loto de mil pétalos, en la filosofía oriental. El problema del aspirante avanzado, del discípulo y del iniciado de grado inferior, está vinculado con el centro creador, el laríngeo. Recordaré a los estudiantes que en los tres puntos siguientes, relacionados con la transferencia de energía, debe tenerse en cuenta.

1. Que debe hacerse una transferencia de energías  desde los centros inferiores a los superiores; esto generalmente se efectúa en dos etapas, que se llevan a cabo dentro de la personalidad, y van paralelas a la transferencia de la energía espiritual desde el depósito de fuerza, denominado alma, al hombre en el plano físico. Esto es posible cuando el hombre realiza la transferencia necesaria dentro de sí mismo, y tiene lugar en el transcurso del proceso evolutivo o puede acelerarse por el entrenamiento forzado, impartido a los discípulos en todos los grados.

2. Que dentro de este campo principal de actividad se deberán realizar las siguientes transferencias:

a. El período en que los centros están activos sólo en forma indolente y semialetargada; las fuerzas que los componen y expresan se mueven lentamente con ritmo pesado e inanimado; la luz que se percibe donde hay un centro es tenue; el punto de potencia eléctrica en el centro ("el corazón del loto o chakra", el eje de la rueda, como se lo denomina esotéricamente en la enseñanza oriental) está relativamente pasivo. Afluye al centro la susficiente energía para la conservación de la vida, el buen funcionamiento de la naturaleza instintiva, juntamente con la tendencia a reaccionar en forma vacilante e ignorante, al estímulo proveniente del plano astral a través del cuerpo astral del individuo. 

b. El período en que tiene lugar la definida elevación e intensificación de la fuerza. La luz de los centros es más brillante y el centro del plexo solar, en especial, se hace muy activo. Pero, la verdadera vida del hombre todavía está enfocada debajo del diafragma. Los centros que se hallan arriba de éste están oscurecidos, apagados y relativamente inactivos; sin embargo el punto en el centro es más eléctrico y dinámico. En esta etapa el hombre es el ciudadano inteligente común, controlado predominantemente por su naturaleza inferior y sus reacciones emocionales, y emplea la mente que posee para satisfacer sus necesidades. Sus centros reciben principalmente fuerzas provenientes del astral y del físico, y sólo ocasionalmente respondonden a impactos mentales.

c. El período en que se realiza la primera transferencia. Podrá durar mucho tiempo y abarcar varias vidas. Los centros debajo del diafragma están totalmente despiertos; su actividad es enorme; su luz es vívida; su interrelación es real y de tal magnitud que se ha establecido un campo magnético completo, involucrando toda la zona debajo del diafragma, y llega a ser suficientemente poderosa como para extender su influencia arriba de éste. El plexo solar se convierte en el órgano dominante en lugar del centro sacro, que durante tanto tiempo ha determinado la vida de la naturaleza animal. Se transforma en el receptor de las corrientes de energía que vienen de abajo, absorbiéndolas e iniciando la tarea de desviarlas y transferirlas a los centros superiores. El hombre se convierte ahora en un aspirante y ciudadano altamente inteligente. Es consciente de la dualidad de su naturaleza, de lo que está abajo y de lo que se halla arriba, como se dice comúnmente y está ya preparado para hollar el Sendero de Probación.

d. El período en que continúa la transferencia. Las fuerzas del sacro son conducidas a la garganta y las fuerzas del plexo solar al corazón. Esta última transferencia se hace todavía en tan ínfima medida que su efecto es casi nulo. Este período es extenso y muy difícil. Hoy la mayoría de las personas atraviesan los períodos c y de, preparatorios para la manifestación de la vida mística. 

e. El período en que los centros cardíaco y laríngeo se ponen en actividad. El hombre es un creador inteligente en una u otra línea y va siendo lentamente consciente del grupo. Sin embargo, sus reacciones tienen aún un móvil egoísta, aunque al mismo tiempo está sujeto a los ciclos de visualización y períodos de esfuerzo espiritual. La vida mística lo atrae definidamente y se va convirtiendo en un místico. 

f. Se inicia el segundo período de transferencia y el centro ajna, que rige a la personalidad integrada, se hace activo y dominante. La vida de los sentimientos y del esfuerzo místico, en ese momento, puede disminuir momentáneamente su expresión y ser reemplazada por las fervorosas y vehementes disciplinas, la integración, las ambiciones, los objetivos y las expresiones personales. Este es un cambio correcto y bueno, pues tiende a completar el desarrollo. Es momentáneo, pues el místico todavía se halla latente detrás de las actividades externas y de los inteligentes esfuerzos mundanos, y volverá a surgir nuevamente para realizar un esfuerzo vital cuando controle y se haya despertado plenamente la naturaleza mental, haya saciado el deseo de la satisfacción mental y el "hijo de Dios esté preparado para resucitar y entrar en la casa del Padre". Durante este período, el hombre inteligentemente creador y poderoso llega al cenit de la vida personal. Los centros debajo de la cabeza están activos y funcionando, pero los centros debajo del diafragma se subordinarán y serán controlados por los que están arriba. Entonces estarán sujetos a la voluntad condicionadora del hombre, quien es regido a su vez por la ambición, la eficiencia intelectual y esa forma de trabajo grupal que tiende a expresar la potencia de su personalidad. El centro ajna está vívido y potente, el centro laríngeo intensamente activo y el centro cardíaco va despertando rápidamente.

g. El período en que el centro más elevado de la cabeza es puesto en radiante actividad. Esto ocurre como resultado de la elevación (en forma nueva y más potente) del instinto místico, y se produce cuando existe también un acercamiento inteligente a la realidad. El resultado es doble:

1. El alma comienza a derramar su energía dentro de todos los centros etéricos y vitales por medio del centro coronario. 

2. El punto en el corazón de cada centro entra en su primera y verdadera actividad; llega a ser radiante, brillante, magnético y poderoso, en tal forma, que "oscurecerá la luz de todo lo que lo circunda". 

Todos los centros del cuerpo son impelidos a una actividad ordenada por las fuerzas del amor y de la voluntad. Entonces tiene lugar la última transferencia de todas las energías corporales y psíquicas al centro coronario, efectuada por el despertar de los centros en la base de la columna vertebral. Luego, los dos grandes polos opuestos, tal como lo simbolizan y expresan el centro coronario (el órgano de energía espiritual) y el centro de la base de la columna vertebral (el órgano de las fuerzas materiales), se mezclan y fusionan y desde ese momento el hombre es controlado desde arriba por el alma.

En consecuencia, cuando estudiamos al místico y sus dificultades se deberán tener en cuenta dos puntos: primero, el período del despertar y la consiguiente utilización de los centros; segundo, el período en que se transfieren las energías del plexo solar al corazón y, después, desde los cuatro centros ubicados en la columna vertebral al centro laríngeo, antes de enfocar la energía de todos los centros en el centro ajna (entre las cejas). Este centro controla la vida de la personalidad hacia los cinco cengtros inferiores que éste sintetiza. Cada un a de estas etapas trae consigo sus dificultades y problemas. Sin embargo, nos ocuparemos de ello de acuerdo a lo que puedan afectar a la oportunidad actual u obstaculizar al hombre que se halla en el Sendero y, por lo tanto, toma en sus manos su propia evolución. Entonces permanece "en medio de los pares de opuestos" y esto significa (en lo que respecta a nuestro interés particular en este momento) que existen tres etapas en el trabajo místico, señalando cada una un período definido de crisis con sus consiguientes comprobaciones y pruebas:

1. La etapa preparatoria en que se transfieren todas las energías inferiores al plexo solar, antes de llevarlas a los centros laríngeo y cardíaco, arriba del diafragma. Esta etapa abarca no sólo el proceso de transferencia, sino el enfoque de las fuerzas en los centros superiores.

Período........Etapas posteriores del Sendero de Probación  y las primeras etapas del sendero del Discipulado.

Nota clave....Disciplina

Objetivo........Idealismo, juntamente con esfuerzo personal. Purificación y control.

2. La etapa en que se hace la transferencia al centro ajna, y la vida de la personalidad llega a integrarse y a ser poderosa.

Período.........Etapas posteriores del Sendero del Discipulado, hasta el momento en que recibe la tercera iniciación.

Nota clave.....Expresión del alma, a través de la personalidad.

Objetivo........Comprensión del Plan y la consiguiente colaboración con él.

La tercera y última parte, de la cual no nos ocuparemos, es donde se produce la fusión total de las fuerzas corpóreas (enfocadas a través del centro ajna) con las fuerzas del alma (enfocadas por medio del centro coronario). En este momento se produce la evocación final de la voluntad de la personalidad (purificada y consagrada) que ha estado, como "la serpiente de la sabiduría, durmiendo enroscada" en la base de la columna vertebral, la cual asciende por el impulso de la devoción, la aspiración y la voluntad iluminada, fusionándose en la cabeza con la voluntad espiritual. Ésta es la elevación final, por un acto de determinación discriminadora del fuego kundalini, elevación que tiene lugar en tres etapas o impulsos:

1. La etapa en que las energías inferiores son llevadas al centro plexo solar.

2. La etapa en que estas energías, que afluyen al corazón, se mezclan con éste y son llevadas al laríngeo.

3. Etapa en que las cinco formas inferiores de energías se enfocan en el centro de la cabeza, el ajna.

Los estudiantes se preguntarán ¿existen otras energías debajo del diafragma, además de las del centro sacro y las que están enfocadas en el centro de la base de la columna vertebral, que son elevadas al centro ajna por medio del centro plexo solar?

Hay un sinnúmero de centros menores y sus respectivas energías, pero no las especificaré detalladamente en bien de la claridad. Sólo me ocuparé de los centros principales y de sus efectos e interrelaciones. El tema ya es bastante abstruso y difícil en todos los casos para que nosotros lo compliquemos indebidamente. Tenemos, por ejemplo, energías que afluyen al bazo, provenientes de fuentes planetarias, y también a dos centros menores cerca de los riñones, uno a cada lado, además de otros; estas fuerzas deben ser comprendidas, transmutadas, transformadas y transferidas. Es interesante observar que los dos pequeños centros que están cerca de los riñones  se relacionan con los niveles inferiores del plano astral y engendran en el sistema corpóreo gran parte del temor, etc., factor característico de esos subplanos. Por lo tanto se hallan cerca del centro que puede controlarlos, porque hasta el endocrinólogo moderno sabe que cuando las glándulas adrenales son estimuladas, producen (como resultado psicológico de un acontecimiento físico) excesiva valentía y una especie de voluntad dirigida, que le permite hacer cosas que en otro momento sería imposible realizar. Quisiera indicarles que la afirmación que frecuentemente se hace en los libros ocultistas de que "el kundalini duerme" es parcialmente veraz. El centro en la base de la columna vertebral está sujeto a la misma  vida rítmica que los demás centros. Este período específico en que "el kundalini despierta" se refiere a ese tiempo en que "el punto en el centro" se hace vibrante, poderoso y activo, entonces su fuerza puede pasar por la columna vertebral hasta llegar al centro más elevado de la cabeza. Sin embargo, esto no sería posible si anteriormente no se hubieran efectuado las tres "elevaciones de la fuerza latente de la voluntad", elevaciones que sirven para limpiar el conducto ascendente de la columna, penetrando y destruyendo la trama etérica que separa cada centro y la zona que cada uno controla, del centro que está más arriba.

Estas transferencias y organizaciones internas producen, lógica y naturalmente, perturbaciones y conflictos en la vida del místico, dificultades de naturaleza definidamente psicológica y con frecuencia dificultades patológicas. Deberá observar, por lo tanto, la serie de transferencias, dificultades psicológicas y resultados patológicos. Estas ides pueden aclararse por sí mismas en sus mentes si les expongo, por ejemplo, ciertos hechos referentes al centro sacro, que rige durante tan largo tiempo al animal y a la vida física creadora del ser humano. En el  proceso de la evolución, el centro sacro pasa por esas etapas donde actúa automática e inconscientemente, como sucede con el hombre estrictamente animal; luego viene la etapa en que actúa impulsado por el deseo, el placer y la satisfacción física cuando la imaginación comienza a ejercer su influencia, y después el período en que hay una consciente subordinación de la vida al impulso sexual, de naturaleza distinta del que mencioné primero. El sexo llega a ser una idea predominante en la conciencia, y muchas personas en la actualidad están pasando por esta etapa. Todos, en algún momento o en alguna vida, pasarán por ella. A esto le sigue el período de transferencia donde la atracción física del sexo y el anhelo de crear físicamente ya no domina tanto, y las fuerzas comienzan a reunirse en el plexo solar. Allí serán controladas en su mayor parte por la vida astral imaginativa, mucho más que por la inconsciencia animal o la vida consciente de deseo. Se mezclarán con las fuerzas del plexo solar y serán gradualmente ascendidas al centro laríngeo, pero siempre a través del centro cardíaco

Tenemos aquí el punto principal de las dificultades que afectan al místico, quien rápidamente viene al ser y a la actividad funcional. Llega a hacerse dolorosamente conscicente de la dualidad, la atracción del mundo y la visión mística; de las posibilidades divinas y las potencias de la personalidad; del amor, en lugar del deseo y la atracción, y de la relación divina, en vez de las relaciones humanas. Sin embargo el tema todavía continúa interpretándose en términos de dualidad. El sexo aún persiste imaginativamente en su conciencia y no ha sido relegado a un lugar equilibrado como el que ocupan los otros instintos de la naturaleza humana, lo cual da por resultado un interés casi patológico en el simbolismo del sexo y lo que podría denominarse una vida sexual espiritualizada. De ello tenemos grandes ejemplos en los escritos y experiencias de muchos místicos de la edad media. En ellos hallamos expresiones tales como la "desposada de Cristo", el "matrimonio en los Cielos", la representación de Cristo como "esposo celestial" y muchos otros símbolos y frases. En el Canto de Salomón tenemos la rendición masculina del mismo acercamiento sexual básico al alma y a su omniabarcante vida.

Estos y muchos otros ejemplos desagradables de la psicología sexual están mezclados en la verdadera y pronunciada aspiración y ansiedad mística y el genuino anhelo de unirse a lo divino. La causa de todo reside en la etapa de transferencia. Las energías inferiores están sujetas, como podrá verse, a dos etapas de transferencias: Primero, al plexo solar y de allí al centro laríngeo, centro que durante este período no está suficientemente activo ni despierto para absorber y utilizar las energías del sacro, que en algunos casos son detenidas durante la ascensión y retenecidas momentáneamente en el centro cardíaco, produciendo el fenómeno del impulso sexual (acompañado a veces por una definida reacción sexual física), del erotismo religioso y, generalmente, de una actitud malsana que abarca desde la verdadera sexualidad hasta el celibato fanático. Este último es un extremo tan indeseable como el otro, y ambos producen resultados muy reprobables. Con frecuencia, cuando se trata de un místico masculino, habrá una expresión sexual super desarrollada en el plano físico, perversiones de distintos tipos o una pronunciada homosexualidad. En los casos femeninos puede haber muchas perturbaciones en el plexo solar (lugar de perturbaciones en el sacro) y la consiguiente afección gástrica, una vida imaginativa malsana, que abarca desde el endeble prurio hasta formas definidas de enajenación sexual, acompañadas frecuentemente por una poderosa inclinación religiosa. Quisiera recordarles que estamos tratando las anormalidades y en consecuencia debo referirme a cosas desagradables. Si en las etapas primitivas del desarrollo místico existiera una correcta orientación de la vida mental y de los pensamientos, además de una valiente explicación del proceso, se evitarían grandes dificultades. Estas primitivas etapas se asemejan mucho al interés demostrado por el adolescente hacia el sexo y la religión. Ambos están íntimamente aliados durante este período particular de desarrollo. Si los educadores, progenitores y los que están vinculados al entrenamiento de la juventud, pudieran prestarles una ayuda correcta, ciertas tendencias indeseables (tan prevalecientes ahora) no se convertirían en hábitos y estados mentales como ocurre hoy.

Otro interrogante que podría surgir en la conciencia del estudiante sería el siguiente: Este proceso de despertar los centros, de utilizarlos como canales para la fuerza (inconscientemente al principio y luego con creciente conciencia) y finalmente, de transferir energía hacia los centros cada vez más elevados, ¿cómo puede traer problemas, enfermedades e innumerables y variadas dificultades de naturaleza fenoménica, que parece haber heredado la humanidad, una vez que la experiencia mística se convierte en meta y en algo que parece deseable? Vuelvo a recordar que el problema debe ser interpretado en términos de expandir la conciencia y de reunir en etapas progresivas los distintos tipos de energía. El cuerpo humano es, en último análisis, un conjunto de unidades de energía. En el cuerpo vital hay (condicionando los sistemas endócrino y linfático) ciertos puntos focales a través de los cuales fluye energía al cuerpo físico, impresionando y estimulando los átomos del cuerpo, logrando así afectar poderosamente todo el sistema nervioso subyacente en todas partes. El cuerpo vital o etérico, es la contraparte sutil de la estructura nerviosa del cuerpo físico, y los centros de energía condicionan y controlan el sistema glandular. Así las energías, las influencias, las potencias y las fuerzas afluyen y pasan a través del cuerpo físico -conscientemente en algunos casos e inconscientemente en la mayoría- desde los tres mundos de la actividad y empresa humana. Cuando el centro cardíaco y el coronario están activos y son utilizados por las fuerzas internas y externas, tenemos el comienzo de una vida mística y ocultista. Existen dos razones por las cuales se produce este período de excesiva dificultad: 

1. El hilo de la conciencia está introducido en la cabeza cerca de la glándula pineal. El hilo de la vida está arraigado en el corazón. Este último, proveniente de la mónada, pasa a través del cuerpo del alma y va al centro cardíaco; el otro proviene directamente del alma y va al centro más elevado de la cabeza. El místico se da cuenta de estas dos corrientes principales de energía, cuando las fuerzas que están debajo del diafragma se dirigen al plexo solar y de allí al corazón y la cabeza. Entonces es consciente de las posibilidades que ofrece la vida y del extenso campo que puede abarcar la conciencia, y la zona y amplitud de su capacidad. Éste es el período de percepción interna.

2. La afluencia de fuerzas planetarias y solares que pasan del centro coronario al cardíaco y de allí a los otros centros.

Esta afluencia produce:

a. El estímulo de los centros mayores y menores, llevado a cabo de acuerdo a las influencias y tendencias de rayo.

b. La revelación del bien y del mal, es decir, los mundos de expresión de la personalidad y del alma. Este proceso dual continúa en forma simultánea.

c. Por lo tanto, cuando la existencia de la dualidad llega a comprenderse y el gran par de opuestos, alma y personalidad, se fusiona, trae la unificación.

El resultado de estas realizaciones conscientes, inevitablemente conduce a luchas, conflictos y aspiraciones, además de una continua frustración; este proceso trae los reajustes que deben hacerse cuando el hombre va siendo más consciente de la meta y está cada vez más "alerta". El triple hombre inferior, la expresión de la vida, debe habituarse a los nuevos niveles de conciencia y a las zonas de percepción que se abren ante él y acostumbrarse a los nuevos poderes que emergen, pues lo capacitan para introducirse con mayor facilidad en los extensos campos de servicio que va descubriendo.


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